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Recetas llenas de color

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Que entre por los ojos es el primer paso si hablamos de comida. Y el paladar, por supuesto, la clave del éxito en una receta. Si algo está claro es que un plato bonito y lleno de color es capaz de atraer las miradas de todos los comensales.

No sé si seréis mucho de cocina. Tampoco si os van más recetas sencillas o las elaboradas. Aunque eso, en este artículo, realmente no tiene mucha importancia. Lo que trato de deciros es que, da igual lo buenos o malos cocineros que seáis. Si sois capaces, en una fiesta organizada por vosotros y en la que sois los encargados de elaborar el menú, de usar correctamente colorantes alimentarios naturales, entonces habréis conquistado (al menos) los corazones de todos los invitados.

¿Qué son los colorantes naturales y cuál es su función?

El color, independientemente del ámbito en que nos movamos, condiciona la percepción del consumidor. En la alimentación esto se ve claramente representado en la pastelería. No llama lo mismo la atención una tarta de chocolate normal que una red velvet (y eso que ambas son de chocolate). Lo mismo pasa con los cupcakes, que cuando son de colores llamativos, como amarillo, rosa o rojo, llaman más nuestra atención.

Que esto es un hecho, lo sabemos. Ahora, eso no quiere decir que, para «colorear» un alimento, todo valga. La alimentación hay que cuidarla también en detalles tan pequeños como estos y, por ello, hoy hablamos de lo que son los colorantes naturales.

Explicar lo que son es tan sencillo como decir que son pigmentos extraídos de fuentes naturales como las verduras, las frutas o las plantas. Añadiéndolos a un alimento o bebida, no solo ofrecen color. En muchos casos, también son beneficiosos para la salud.

Espirulina. Rica en proteínas, este alga es muy utilizada en la elaboración de bebidas deportivas.

Cúrcuma. Destaca porque cuenta con propiedades antiinflamatorias.

Ideas de recetas llenas de color

Aunque principalmente el colorante lo encontramos en platos dulces, en algunas de las más famosas recetas españolas es la clave. Aquí os dejamos una serie de ideas si queréis usar colorante natural más a menudo en vuestra dieta.

Arroz al horno. Esta receta típica de Valencia (al igual que la paella) no sería lo mismo sin el colorante. De hecho, sería otra cosa. Y nada nos gustaría menos que ver que este plato, uno de mis favoritos, no sabe como debería. Para elaborarlo, a parte de mucha paciencia, hace falta patata, tomate, morcilla, una cabeza de ajos, así como garbanzos cocidos, pancita y costillas de cerdo. Si quieres, siempre puedes hacer un Ali-oli para acompañar.

Tronco arcoíris. ¿Has pensado alguna vez en hacer una especie de brazo de gitano con los colores del arcoíris? No vamos a decir que es sencillo, aunque sí posible. Si estás preparando el cumpleaños de tus pequeños, no hay nada mejor que sorprenderles con esta receta rellena de nata montada y lacasitos de colores.

Galletas del ‘Monstruo de las galletas’. Esta receta es ideal para un día de celebración. Sobre todo si se quiere sorprender, por ejemplo, a los compañeros de colegio o del trabajo con algo diferente y realmente divertido. Para su elaboración, se hacen las galletas de la forma en que sueles hacerlas habitualmente y, por encima, con mucho pulso y paciencia, pones el colorante azul previamente montado y unos ojos hechos a base de azúcar.

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