Como si de un pacto con las letras se tratase, la capital de Irlanda disfruta de un lugar privilegiado en el mundo de la literatura. Cuna de escritores dignos de un Premio Nobel, es considerada «Ciudad de la Literatura» por la UNESCO y está salpicada por emblemáticos pubs que sirvieron de inspiración para muchos artistas.
Algo tiene Dublín para que los seguidores de James Joyce sigan cada 16 de junio los pasos de los personajes de su libro. Inevitablemente, la capital de la Isla Esmeralda guarda infinitos secretos que han sido una fuente de inspiración para muchos, incluidos algunos de los mejores literatos de la historia.
Los vínculos de Dublín con el mundo de las letras se pueden encontrar en muchos rincones de esta ciudad. De hecho, hasta la barra de muchos de sus interesantes pubs cuentan historias sobre genios como Samuel Beckett o Flann O’Brien. Ellos, al igual que otros artistas, encontraron allí a los protagonistas de sus obras.
Uno de estos casos es el de Leopoldo Bloom, el célebre personaje de ‘Ulises’. En esta obra, James Joyce describe un día por la ciudad de Dublín para este irlandés. Fiel reflejo de la capital de Irlanda, el héroe Leopoldo Bloom tiene palabras para describir el pub Davy Byrne, uno de los mejores de la ciudad. En el libro se refiere a él como un bar “tranquilo y agradable. Una madera bonita en el mostrador. Muy bien diseñado. Me gusta la curvatura que tiene”. Además, este pub cobra una relevancia especial durante Bloomsday, fecha en la que se conmemora el día del año 1904 en el que se desarrollan las acciones de ‘Ulises’.
Ruta por la literatura
La ruta de los pubs literarios bien puede continuar en el Neary’s. Este establecimiento se convirtió en el favorito del dramaturgo, poeta y escritor Brendan Behan. Neary’s le da un valor añadido a la ruta de los pubs, ya que al estar situado muy próximo al Teatro Gaiety muchos actores han encontrado aquí uno de sus rincones favoritos para divertirse o relajarse en Dublín.
Se cree que otro literato de fama mundial, Jonathan Swift, creador de ‘Los Viajes de Gulliver’, encontró en Brazen Head uno de sus rincones favoritos de la ciudad de Dublín, y hasta se dice que el mismísimo Robin Hood acudió a este establecimiento. No sería de extrañar, ya que, levantado en 1198, está considerado el pub más antiguo del país y sirve la famosa cerveza irlandesa desde mucho antes de que las leyes permitiesen servir alcohol, en 1635. Otro pub ineludible en la ruta literaria de Dublín es el que toma por nombre el del poeta y autor Oliver St. John Gogarty, cerca del Trinity College.
Por su parte, el Toner’s es un lujo para los cinco sentidos. No sólo es un lugar ideal para disfrutar de una buena pinta o de una agradable charla. Este pub es todo un espectáculo por sus adornos realizados en madera antigua, sus pequeños rincones y un sin fin de detalles que llaman la atención de este prestigioso anticuario. Para el viajero que desee combinar una buena pinta en un pub emblemático y un paseo por la cultura, nada mejor que acercarse al National Gallery o al Museo de Historia Natural, a sólo dos minutos de Toner’s.
El Museo de los Escritores
Motivos de peso le ha dado Dublín a la UNESCO para ser designada ‘Ciudad Literaria’. Además, es cuna de cuatro premios Nobeles de las letras y de escritores comoOscar Wilde o James Joyce. Junto a esto, al patrimonio de la capital de Irlanda le acompaña otro importante exponente, el Museo de los Escritores. Este tesoro alberga la importante tradición literaria irlandesa y lo convierte en una visita obligada para quien quiera conocer esta impresionante isla.
El Museo de los Escritores arroja a la luz y mantiene intacta en el tiempo la esencia de grandes genios irlandeses, como James Joyce u Oscar Wilde. No solo se trata de cartas, libros o ediciones singulares. Es la historia de los últimos tres siglos. Esta mansión georgiana también alberga sorpresas impensables para el viajero, como la primera edición de ‘Drácula’, escrita por Bram Stoker; el teléfono de Samuel Beckett, que incluye un botón para cancelar llamadas no deseadas o una tarjeta con las huellas dactilares de Brendan Behan.
La historia de la literatura está reflejada aquí, de principio a fin, a través de paneles que describen las distintas fases a lo largo de los siglos y de las etapas literarias. La Biblioteca de Gorham, en la parte superior del museo, acoge una fascinante colección de libros con ediciones raras, primeras ediciones y originales de obras de Michael Farrell, Edward McGuire o Harry Kernoff.
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