Tras más de cien años de estudio, apenas se ha excavado un tercio de la superficie total del Yacimiento arqueológico de
Medina Azahara, Madinat Al–Zahra.
Medina Azahara se convirtió en el referente de Al-Andalus y su imagen el reflejo de poderío del califato Omeya en Occidente. Así, algunos estudiosos afirman que ha sido la ciudad de mayor extensión levantada de una sola vez.
Es considerada como una de las obras más significativas del arte islámico, tanto por su estructura y disposición urbana como por la variedad de materiales utilizados, los recursos arquitectónicos y la extraordinaria belleza y riqueza de los elementos decorativos. Encierra, incluso en su nombre, historias legendarias. La tradición mantiene que Abd al-Rahman III califa en el 929 d.C. decidió edificar una ciudad – palacio en honor a su amada Azahara. No obstante, otros observadores apuntan a que se debió a la necesidad de impulsar una imagen nueva del recién constituido Califato Independiente de Occidente, fuerte y poderoso, uno de los mayores reinos medievales de Europa.
Madinat al-Zahra fue mandada construir por el primer califa de al-Andalus, Abd al-Rahman III (891-961) como parte del programa político, económico e ideológico puesto en marcha tras la instauración del califato. Como residencia personal y sede del gobierno, la zona palaciega albergaba las viviendas de los dignatarios más importantes y el conjunto de los órganos administrativos del Estado, que fueron trasladados desde Córdoba.
La ciudad se levantó a ocho kilómetros de Córdoba, al pie del monte que llamaban de la novia. Su construcción duró veinticinco años, pero mucho antes de su finalización ya se había convertido en uno de los lugares más portentosos del mundo y en sede de la corte. Por ello se constituyó como capital de al-Andalus. Por sus salones desfilaron los embajadores procedentes de los países mediterráneos y de toda Centroeuropa. Las fuentes históricas apuntan a la participación de unas diez mil personas que trabajaban diariamente en su construcción.
Abd er–Rahmán III al Nasir (891-961), fue el octavo emir independiente y primer califa de Córdoba reinó durante cuarenta y nueve años. Durante su dilatado reinado, el dominio musulmán en España alcanzó el grado máximo de esplendor. Fue un monarca sorprendente y una de las figuras más importantes de la España hispano-árabe. Pacificó y unificó Al-andalus, engrandeció Córdoba, embelleciéndola y convirtiéndola en la primera capital política, científica y cultural del mundo occidental.
Entre sus esposas y concubinas destacó Zahra, su favorita, alrededor de la cual se tejió la leyenda de la fundación de la ciudad. Zahra murió dejando una gran fortuna que, de acuerdo con su testamento, debía destinarse a rescatar musulmanes cautivos en tierras cristianas. El califa mandó emisarios a los reinos cristianos, no pudiendo encontrar ni un solo moro preso. Entonces decidió utilizar aquellos caudales para fundar una ciudad que llevaría el nombre de su amada. Esta ciudad fue Madinat al-Zahra, que en notación castellana se escribe Medina Azahara y que en árabe significa “la ciudad de la flor”.
La restauración de Medina Azahara ha permitido descubrir abundante decoración a base motivos vegetales y la proliferación de construcciones presentadas bajo fachadas trazadas a partir de arcos de herradura dovelados de medio punto, imagen muy similar a la de la Mezquita de Córdoba. Ricos mármoles, oro y piedras preciosas, además del cuidado trabajo artesanal de los mejores canteros y las legendarias contribuciones bizantinas, ayudaron a encumbrar la ciudad. La villa amurallada se dispone en tres terrazas: el Alcázar real se distribuye en la zona superior y la intermedia y, fuera del recinto, la zona más baja, que se destina a viviendas y mezquita.
Este solemne recinto sufrió grandes destrozos a través de las sucesivas guerras que asolaron al-Andalus. Entre los años 1010 y 1013, durante la guerra civil que puso fin al califato omeya, se inició su abandono y saqueo y sus restos se utilizaron como cantera para otras construcciones. Hoy en día, gracias al concienzudo trabajo de restauración llevado a cabo, aún es posible valorar la huella que dejara impresa la deseada Zhara en tierras cordobesas.
Datos prácticos: yantar y pernoctar
Las Adelfas**** (En Córdoba) >>> Desde las terrazas panorámicas del hotel Las Adelfas disfrutará de la cordialidad y afabilidad que ofrece el hotel. Al mismo tiempo, podrá disfrutar de la hermosa silueta de la ciudad de Córdoba, en un ambiente de tranquilidad único. De noche, bajo un cielo lleno de estrellas, la calma y el encanto de la tierra sin duda la recordará siempre. Tel.: (+34) 957 277 720.
Gran Capitán**** (En Córdoba) Situado justo en el corazón del centro de Córdoba, a pocos pasos del barrio histórico. Está situado frente a la estación de tren y junto a la Mezquita. Este clásico hotel cordobés fue completamente reformado en 1992. Deguste la gastronomía típica cordobesa en el Restaurante La Reja, o relájese en la cafetería y el piano-bar. El hotel dispone de seis salas de reuniones y conferencias, pudiendo servir hasta 500 comensales. El hotel tiene 85 habitaciones. Tel.: (+34) 957 470 250.
Camping El brillante (En Córdoba) Acogedor y familiar camping. Se encuentra al norte de Córdoba. Abierto todo el año. Su situación céntrica lo convierte en un verdadero privilegio para el campista que desee visitar la ciudad y disfrutar de unos días de descanso. Por su proximidad es Ideal para visitas a la monumental ciudad de Córdoba. Tel.: (+34) 957 40 38 36.
Restaurante Almudaina (En Córdoba) El Restaurante Almudaina se define por estar situado en un lugar privilegiado dentro del casco antiguo de Córdoba, a cien metros de la Mezquita, en un bellísimo edificio histórico de gran belleza, con estructura judia y portada del gótico tardío. En el restaurante un cálido ambiente y la adecuada decoración nos adentran en el túnel del tiempo proporcionándonos una estancia cultural distendida altamente propicia para la degustación de selectos manjares. Tel.: (+34) 957 47 43 42
Restaurante Cuevas Romanas (En Córdoba) Situado en la falda de Sierra Morena, en la Barriada de Nuestra Señora de Linares, en plena naturaleza, a tan sólo 5 minutos de Córdoba. Se caracteriza por tener un alto valor arqueológico, ya que está integrado en unas antiguas cuevas, que datan de la época romana, las cuales se formaron a raíz de una cantera de explotación de piedra. Actualmente se está analizando estos restos para determinar si la piedra extraída de estas canteras fue la que sirvió para construir los diferentes monumentos romanos de Córdoba. Tel.: (+34) 957 324 318 – 607 231 354
Más información
Yacimiento Arqueológico de Medina Azahara >>>
Carretera de Palma del Río, km. 5,5. 14071 Córdoba
Tel.: (+34) 957 35 55 07 – 957 35 55 06
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