¿Buscas unas vacaciones diferentes con tus amigos? ¿Abandonar la rutina de playa y fiesta y optar por una idea algo más original? Conduce hasta Asturias y sorprende a los tuyos descendiendo el Sella en una jornada soleada.
Las actividades acuáticas están cada vez más de moda. La posibilidad de disfrutar de un poco de deporte en plena naturaleza atrae cada vez a más, ya no solo deportistas, sino también curiosos. En España hay cientos de lugares de costa donde practicar este tipo de actividades, ya sea en kayac o en canoa. Aunque, si tenemos que elegir lo que consideramos la fusión perfecta entre diversión y paisaje, nos quedamos, sin duda alguna, con el descenso del Sella Ribadesella.
Esta ruta, una de las más famosas dentro de nuestras fronteras, tiene su inicio en diferentes lugares de Asturias. Sin embargo, no todos los puntos de salida son igual de atractivos. Desde esta revista, nos gustaría destacar el descenso del Sella comenzando por la localidad de Ribadesella, considerada como una de las zonas más bonitas del Principado y uno de los principales puertos asturianos del siglo XIX.
Qué ver en Ribadesella antes de descender el Sella
No todos tenemos la fortuna de vivir en Asturias y poder disfrutar a diario de los sorprendentes paisajes verdes que nos ofrece. Es por ello que, si tienes pensado descender el Sella partiendo desde Ribadesella o pasar por la zona durante un viaje de estudios en Asturias, qué mejor idea que aprovechar una parte de la jornada en ver algunos de los atractivos turísticos de la localidad.
Casco histórico. Totalmente restaurado y peatonal, merece la pena perderse entre las calles que conforman Ribadesella. Durante el paseo encontrarás joyas arquitectónicas como el Ayuntamiento o la Casona del Escudo.
Ermita de Guía. No importa lo creyente que seas. Esta ermita es uno de los atractivos de la localidad más reconocidos. Para acceder a ella, se puede a través de dos caminos (Paseo de la Grúa o Paseo del Muelle) con unas vistas dignas de admirar.
La Atalaya. Esta playa, muy próxima al parque que lleva el mismo nombre, es una de las muchas que encontramos en la zona. Una playa casi salvaje donde encontrarás más asturianos que turistas y disfrutarás de algunas de las pozas naturales más sorprendentes del Cantábrico.
La escalera de colores. No hace falta que vayas en su busca, la encontrarás igualmente. Diseñada por un artista local, cuenta con 56 peldaños pintados en diversos colores y escrituras en el primero y último.
Playa de Santa Marina. Quizás no sea tan bonita como la de La Atalaya, aunque es ideal para dar un paseo debido a su cercanía al paseo marítimo. Con casas de estilo modernista que ya nos gustaría tener a más de uno, el camino te acerca al Mirador Punta de Pozu. ¡Merece la pena!
¿Nos zambullimos en el Sella?
Puede que el verbo «zambullir» no sea el más apropiado cuando se habla de realizar el más que conocido descenso del Sella. Sin embargo, admitamos que hay bastantes posibilidades de que, si es tu primera vez, sufras alguna ligera caída en el agua. Puede que incluso antes de subir a la embarcación en que realizaras la aventura, que suele ser en kayac o en canoa.
La duración aproximada de esta actividad, si la realizas en las embarcaciones que comentábamos anteriormente, suele estar en torno a las cuatro horas. Sin embargo, el clima o las paradas durante el trayecto para disfrutar del paisaje o incluso para comer, pueden hacer que varíe. Una actividad mucho más que gratificante en la que no debes olvidar el bañador. Y no hablamos de mojarte durante el descenso, sino de parar para darte un chapuzón en alguna de las playas fluviales que se encuentran en el trayecto.
Una combinación de ocio y deporte que puede realizarse solo, con amigos, pareja o familia. Las embarcaciones suelen tener diferentes capacidades para que ninguno de tus amigos (o tú mismo) os veáis solos ante el peligro.
Rincones en el río Sella
Desde su nacimiento hasta su desembocadura, el Sella es protagonista de prácticamente 70 kilómetros en los que se funde con paisajes increíbles que abarcan desde montañas hasta valles. Descenderlo es toda una aventura en sí misma. Sin embargo, estamos seguros de que lo disfrutarás mucho más si conoces lo que puedes encontrar a su paso.
La presa salmonera. Ubicada muy cerca del pueblo de Cañu, a pocos kilómetros de distancia de Cangas de Onís, esta presa es todo un espectáculo natural en el que pararse a admirar a los salmones remontando el curso del río.
Aballe. Mientras desciendes el Sella no podrás parar aquí, aunque si luego tienes tiempo te recomendamos que pases a este hermoso pueblo. Y lo de hermoso no nos lo inventamos. En 2013 fue galardonado como Pueblo Ejemplar de Parres.
La Llongar. Esta zona es todo un remanso de paz. Aquí el agua fluye de la manera más tranquila que puedes imaginar, formando un embalse natural que abarca aproximadamente medio kilómetro. Por aquí estamos seguros de que pasarás en tu kayac y podrás descansar los brazos y respirar tranquilo, al menos, unos minutos.
El Golondrosu. A diferencia de La Llongar, esto es todo poderío. Con un caudal más que generoso cuando el río, su cascada múltiple resurge de tal manera que te dejará sin palabras.
Reponer fuerzas en Asturias
Si por algo se caracteriza nuestro país es, como no podría ser de otra manera, por su gastronomía. El norte de España es experto en los platos abundantes, los guisos y, con los años, han creado algunas de las recetas más apreciadas tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Asturias, con el cachopo por bandera, esconde cientos de platos que, estamos seguros, sorprenderán a tu paladar.
Fabada asturiana. Si tienes algún amigo o amiga que sea de Asturias, no dudes en pedirle con ojitos de cordero que pida a sus padres que te preparen una rica fabada. No hay nada mejor que degustar este plato en una casa asturiana y con los tuyos.
Escalopines al cabrales. Los quesos asturianos son un manjar y, por ello, no puede faltar una receta que los tenga como protagonistas. En este caso se elabora una salsa con el reconocido queso de cabrales, que acompañará a la carne y le dará todo el sabor que necesita.
Carbayones. Hay varios dulces típicos de Asturias, aunque este es, en nuestra humilde opinión, el mejor. Característico de Oviedo, consiste en un hojaldre acompañado de relleno de almendras, yema y azúcar. ¡Cuando lo pruebes no podrás parar!
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Que post más bueno y útil, los asturianos sabemos lo que significa, un saludo