Tenerife, la isla más extensa del archipiélago canario, se nos presenta como un auténtico paraíso natural que no deja indiferente a quienes buscan experiencias en bellos entornos para sumar a su particular libro de viajes. En tierra de contrastes con diversidad de paisajes que van desde las playas vírgenes y vertiginosos acantilados hasta los espacios naturales de interior de lo más singulares que cabría esperar en este archipiélago canario.
La isla cuenta con varios parques naturales que se han convertido en refugios de biodiversidad y lugares ideales para aquellos que desean explorar la geología, flora y fauna autóctona. Entre ellos, el Parque Nacional del Teide destaca con su majestuoso pico volcánico, el Teide (3.715 m), que se alza como el punto más alto de España. Este paraje lunar ofrece no solo unas maravillosas vistas, sino también la posibilidad de familiarizarse con la historia geológica de la isla.
Antes de adentrarnos en el excepcional paisaje tinerfeño, señalamos Abama Hotels, resort 5 estrellas Tenerife (Las Terrazas de Abama y los Jardines de Abama) como el punto de partida ideal para emprender estas excursiones. Desde el resort, los visitantes tienen acceso a distintas opciones de visitas, incluyendo recorridos por los parques naturales, su costa y otros puntos de interés imprescindibles. Abama Hotels, va más allá de facilitar este tipo de experiencias turísticas al incorporar esmerados programas de sostenibilidad en su gestión. Este enfoque comprometido con la responsabilidad ambiental se refleja en las diversas iniciativas que buscan minimizar el impacto medioambiental del resort, incluido entre los destacados Hoteles eco friendly Tenerife.
Espacios naturales de la isla de Tenerife
La riqueza natural de Tenerife no se limita solo a su Parque Nacional del Teide. La isla cuenta con una variada red de espacios naturales que abarcan desde bosques laurisilva hasta acantilados escarpados. El Bosque de Anaga, por ejemplo, es un tesoro biológico con senderos que serpentean entre la densa vegetación, muy apreciado por los amantes del senderismo.
En Granadilla de Abona, sorprende su peculiar paisaje lunar, donde la Montaña Pelada, la Montaña de Ifara y los Riscos crean una estampa muy atractiva. La Montaña Pelada, de origen volcánico, exhibe una topografía desértica que se asemeja a la superficie lunar, con escasas vegetaciones y un terreno árido. La imponente Montaña de Ifara destaca por su perfil majestuoso, ofreciendo vistas panorámicas que abarcan desde la costa hasta el interior de la isla. Su formación geológica proporciona una visión impresionante de la diversidad del relieve tinerfeño. En contraste, los Riscos, elevaciones rocosas, aportan una dimensión adicional al paisaje, creando siluetas caprichosas en el cielo.
En la región de Teno Alto se encuentra el Parque Rural del mismo nombre. Se caracteriza por su variada topografía, que abarca desde el Barranco de Masca hasta las Cumbres de Bolico. Enclavado en la región de Teno Alto, este parque exhibe una compleja orografía que destaca por el Monte del Agua y las Mesetas de Abache y La Fortaleza o Guergues. El descenso por el Barranco de Masca, es una de las actividades de turismo activo más apreciadas del parque. El Monte del Agua, por su parte, contribuye a la diversidad del paisaje con sus elevaciones imponentes. Teno Alto, con su ubicación estratégica, brinda unas vistas panorámicas impresionantes. Punta de Teno, su enclave costero, suma un elemento distintivo al parque, con una perspectiva distinta del océano Atlántico. Las Cumbres de Bolico completan la riqueza geográfica de este entorno.
A pesar de ser conocida por su paisaje montañoso, Tenerife también alberga playas de arena dorada y aguas cristalinas. Al escapar de las concurridas zonas turísticas, se pueden descubrir playas vírgenes como la Playa de Benijo, donde el rugir del océano Atlántico encuentra la serenidad de la costa, ofreciendo un contraste natural único.
En la costa de la isla de Tenerife menos concurrida, también destacan los Calderones Tropicales y Acantilados de Guaza. La Playa de la Tejita, reconocida por su extensión y arena dorada, es una opción muy apreciada por aquellos que buscan un entorno tranquilo y natural. Su carácter virgen, preservado en gran medida, la convierte en un enclave idóneo para quienes saben valorar la serenidad del entorno. En la misma línea, los Acantilados de Los Gigantes añaden un componente majestuoso a la orografía costera. Estos imponentes acantilados, con alturas que llegan a alcanzar hasta los 600 metros de altura. Su naturaleza abrupta contribuye a la singularidad del perfil costero de Tenerife.
Turismo activo en la Isla de Tenerife
No en vano, por esta variada configuración geológica, Tenerife es un destino de excepción para los aficionados al senderismo, con un expenso catálogo de rutas que recorren sus paisajes. Desde las cómodas rutas costeras hasta ascensiones a cumbres volcánicas, cada sendero depara una especial conexión con la naturaleza. La versatilidad del terreno asegura opciones para todos los niveles, desde caminatas suaves hasta desafíos más exigentes para aventajados en esta práctica.
Los asiduos a los deportes acuáticos también encontrarán en la isla grandes posibilidades. Desde el surf en las playas del norte hasta el buceo en las aguas cristalinas del sur, las opciones son muy variadas y apasionantes.
Además de los deportes acuáticos, el territorio montañoso invita a la práctica de actividades como la escalada, el ciclismo de montaña y la observación de aves, añadiendo ese toque de aventura con la exploración de sus parajes.
Para aquellos que buscan experiencias al aire libre más sosegadas, la isla también brinda oportunidades para la observación de estrellas en el Teide, la práctica del yoga en entornos naturales y la fotografía paisajística.
