Fiestas en Navarra, la llegada del nuevo año viene acompañada de ritos tradicionales, folklore, gastronomía y refranes populares. Es la época de los conocidos como santos de invierno. Famosos por sus dotes protectoras a animales y a personas, San Antón, San Sebastián, San Blas y Santa Águeda son algunos de los santos más queridos por los navarros. Por eso, numerosas localidades celebran durante los meses de enero y febrero distintos eventos festivos para venerarlos.
Uno de los santos más populares y tempraneros del calendario es San Antón, patrón de los animales. La fiesta, que tiene lugar el 17 de enero, se celebra especialmente en localidades de la Zona Media y Ribera, como Artajona, Larraga y Buñuel pero también en los Pirineos, con fiestas en la capital del Valle de Baztan, Elizondo y romería en Lesaka.
En la localidad de Artajona se realizarán actos festivos, con ronda de gaiteros a las 11:00 horas, subida del cuto hasta la plaza de los Fueros, cuto de cartón y comitiva. Habrá juegos para los niños, bendición del cuto, sorteos, chistorrada popular y más actos por la tarde, como toro de fuego y sorteo de San Antón. Una jornada perfecta para conocer esta bella localidad y su espectacular cerco.
También en Larraga se realizan hogueras la víspera de San Antón y se ruega al santo que proteja a los animales de la casa.
Antiguamente, en Buñuel, se aprovechaba esta jornada para bendecir a la ganadería, pero con el paso del tiempo este hábito se perdió. Sin embargo, los vecinos aún pueden disfrutar de los distintos actos festivos que organiza el Ayuntamiento en torno a esta efeméride. La víspera se lleva a cabo el tradicional reparto de pan, queso y vino a la salida de misa y ya por la tarde, mientras los vecinos contemplan la quema de la hoguera y el lanzamiento de los fuegos artificiales, se distribuye un caldo entre los asistentes. El mismo día de San Antón se celebra la tradicional misa en honor al santo y por la tarde se pone fin a las fiestas con el encendido de la hoguera y la última colección de fuegos artificiales.
En Elizondo, la jornada aparece vinculada al sorteo benéfico de un ternero a favor de la residencia de ancianos y jubilados Francisco Joaquín de Iriarte. Por la mañana, la vaca de San Antón se muestra y pasea por las calles para que los vecinos comprueben su calidad. Al mediodía, en el balcón del consistorio se procede a la rifa de del ternero. Esta singular rifa se instituyó en 1936 y su popularidad hace que cada año se vendan miles de boletos.
Fiestas en honor a San Sebastián
Tres días más tarde, el 20 de enero, toma el relevo San Sebastián, abogado contra la peste en la Edad Media y santo especialmente adorado en Tafalla, Lakuntza y Sangüesa.
En Tafalla es una de las fiestas más importantes del año. La víspera se organizan cenas en cuadrilla o en familia que se completan con una salida nocturna. El día 20 de enero se honra al Santo Patrono. A las seis y media de la mañana se celebra la tradicional aurora de San Sebastián y, a las once y media, la corporación municipal, acompañada de gaiteros, txistularis, gigantes, timbaleros, maceros y la banda de música se dirige a la iglesia de Santa María para participar en la solemne misa en honor al patrón de la ciudad.
Durante la eucaristía, se veneran tres ofrendas simbólicas: una boina roja, un carretón rollo de cera en hilo continuo y una imagen de piedra del santo mártir. La boina se besa, después del oficio religioso, como recuerdo de un milagro que sucedió en la ciudad en el siglo XV, que evitó que un ladrón se llevara la boina del cantero que estaba confeccionando la talla de San Sebastián. El rollo carretón recuerda los días de peste y la protección otorgada, y la imagen preside todos los ritos. A las siete de la tarde, el toro de fuego pone fin a la jornada festiva.
A 36 km de Pamplona, Lakuntza también vive de manera especial la festividad de San Sebastián. La víspera tienen lugar una tamborrada nocturna parecida a la famosa de la capital guipuzcoana. Al día siguiente, los vecinos acuden a la ermita del santo, donde se reparte vino, chistorra, chocolate y piperropiles, un dulce típico de esta fiesta. Por la tarde, los dantzaris locales bailan el «Alkate dantza» a los miembros del Ayuntamiento y, a continuación, se reparte queso y vino entre los asistentes.
En Sangüesa, la jornada festiva se inicia a las siete de la mañana con la salida de los Auroros. A media mañana, el Ayuntamiento acude en comitiva a la iglesia de Santiago para comenzar la procesión de San Sebastián. Tras la misa se ofrece un aperitivo popular y por la tarde se organizan bailables con los gaiteros y toros de fuego.
Santos contra los males de garganta y de pecho
El 3 de febrero se celebra San Blas, abogado contra los dolores de garganta y, en general, santo protector de los niños. La tradición más popular es la bendición de alimentos en las iglesias, aunque en muchos lugares está más asociada a los roscos y otros dulces característicos de esta fecha.
En algunas localidades como Milagro y Ribaforada se encienden hogueras, y en Peralta, la fiesta comienza la víspera. A las ocho y media de la tarde, se celebra una Salve en honor al patrón San Blas a la que acude la corporación municipal acompañada de la comparsa de gigantes y cabezudos y de una charanga. A continuación, se enciende una hoguera y se realiza el tradicional reparto de txistorra, pan y vino. La jornada concluye con el torico de fuego por el paseo del Río Arga. Al día siguiente, tiene lugar la tradicional procesión de las doce del mediodía.
En Pamplona, los dulces son el eje de la fiesta que se desarrolla en la iglesia de San Nicolás y alrededores. El oficio religioso y la procesión se acompañan con los típicos puestos de venta de roscos, bollos, tortas de txantxigorri (dulce popular de la capital navarra) y caramelos.
Por último, el 5 de febrero se celebra Santa Águeda. Abogada contra los dolores de pecho y los incendios, esta festividad tiene mucho arraigo en Altsasu/Alsasua.
Los protagonistas son los «quintos», los mozos y mozas que cumplen 18 años. Anticipándose a las fiestas, el 6 de enero se realiza la elección de “Los Reyes de Santa Águeda”, que consiste en el reparto de las cartas de una baraja al azar. A quienes corresponden los dos primeros reyes son los elegidos. El día 5 de febrero comienzan las fiestas de Santa Águeda. Para esa fecha todos los participantes tienen que saber bailar un zortziko (un tipo de baile vasco). Por la mañana, los jóvenes realizan una cuestación ataviados de blanco con cuatro pañuelos sobre los hombros y un palo de gorosti (acebo) adornado con cintas de seda más o menos artísticamente decoradas. Con una bandeja para la cuestación, visitan las casas y piden a todas las personas que se crucen en su camino. Los reyes van acompañados por los txistularis. Por la tarde, después de la comida, se inician los zortzikos en la plaza, comenzando por el rey.
En Pamplona, son famosos los coros de Santa Águeda. Promovidos por la peña Muthiko Alaiak en los años 60 del siglo XX, el 4 de febrero varios grupos y coros recorren las calles de la ciudad, principalmente las del casco viejo, cantando coplas mientras acompañan el ritmo musical de las canciones con makilas (palos).
(*) Fuente: Turismo de Navarra