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La Cabra Montés

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cabra-montes_gredosLa Cabra montés es un animal fácilmente distinguible por su cornamenta; los cuernos son gruesos, rugosos y nudosos y normalmente tiene forma de semicírculo dirigido hacia atrás, pudiendo medir de 75 a 135 cm. Los cuernos en las hembras son mucho más reducidos en tamaño, no sobrepasa los 40 cm., son menos rugosos y más delgados y débiles.

Son animales fuertes que sobrepasa el metro de longitud y los grandes machos llegan hasta los 120 Kgrs. de peso. Los machos poseen barba.. El pelaje presenta diferencias dependiendo de la época estacional. En verano es de color gris-rojizo, con manchas negras visibles sobre todo en las partes anteriores de las cuatro extremidades, el cuello y los flancos. En invierno el pelaje es más apretado y oscuro por lo que las manchas negras no son tan potentes. Quizá la adaptación más impresionante que presenta la cabra montés es el diseño de sus pezuñas, con bordes elásticos y suela áspera, antideslizante. Los bordes exteriores son muy duros, la pezuña es dilatable y la articulación es extremadamente móvil. Todas estas características permiten que la cabra montés pueda desplazarse por lugares inhóspitos y paredes casi verticales con total seguridad.

Cabra Montés

HÁBITAT
Son animales esencialmente rupícolas que se defienden bien sobretodo en media montaña (1400-1900 m) situándose durante el verano en las partes más altas y en los sitios más escarpados y descendiendo un poco en invierno, aunque sin llegar a los valles donde se desplazan con dificultad al igual que sobre la nieve.

VIDA Y COSTUMBRES
Son animales de vida diurna que recorren los pastizales de alta montaña buscando el sustento diario, se mueven perfectamente por zonas muy escarpadas aunque lo hacen pausadamente, pero si presienten peligro huyen rápidamente hacia las zonas más altas, pudiendo dar saltos de varios metros entre rocas.

En verano suelen descansar sobre las rocas en las horas de más calor, ya que no tienen prácticamente problemas para encontrar comida, pero en invierno dedican todo el día a este menester. Son animales básicamente sedentarios que viven en manadas separadas por sexos durante gran parte del año.

Se forman familias matriarcales compuestas por hembras y retoños del año anterior, y entre ellos suelen estar muy cohexionados. Los grupos de machos adultos no están tan cohexionados entre sí y vagan de un lado para otro procurándose alimento. Los machos más jóvenes tienen frecuentes disputas entre ellos para determinar su posición en la jerarquía del grupo.

REPRODUCCIÓN
En la época de celo, a finales del otoño, los machos van a buscar los grupos de hembras, con el fin de formar su harén particular, y es en esta época donde las luchas de los machos son enconadas y los combates más serios. Se yerguen sobre sus patas traseras y dejándose caer asestan un topetazo a su oponente, esto se repite hasta que uno de los contendientes comprende la superioridad de su antagonista y se retira.

Mientras se producen las luchas de los machos, las hembras que están receptivas y esperan un ganador, pueden ser montadas por machos jóvenes que aprovechan los descuidos de los contendientes, y es que las cabras son poliandricas y pueden ser cubiertas por machos distintos.

Los machos ganadores comienzan el cortejo de apareamiento olfateando los genitales de las hembras y de este modo percibir su receptividad. Para ello adoptan una postura muy peculiar, con gestos muy particulares, lo que se conoce entre los monteros como «hacer el feo». Fruncen el labio superior, sacan la lengua y la levantan por encima el labio, apoyan los cuernos a la espalda y estiran mucho el cuello, a la vez que la cola está levantada y apoyada la grupa, y emiten sonidos entrecortados y agudos que mantienen durante un rato.

Los apareamientos se producen entre mediados de noviembre y principios de enero. La gestación dura unos cinco meses y los cabritillos son destetados entre los 3 y los 6 meses pasando a incorporarse a los grupos de hembras.

ALIMENTACIÓN
La cabra es esencialmente fitofaga, come todo tipo de alimentos vegetales. En invierno come prácticamente de todo, debido a la escasez de alimentos: líquenes, musgos, hierbas y cortezas, cuando no le queda más remedio desentierra raíces.

En primavera suelen elegir tallos tiernos, y todo tipo de brotes. En esta época comen mucho, incorporando también hongos, helechos, flores y frutas, necesitando de sal que puede tomar de diversas formas pero la más normal es lamiendo alguna roca que contenga esta sustancia. La cabra no duda en apoyarse en sus patas posteriores para alcanzar alguna rama apetitosa.

Entre sus alimentos preferidos se encuentran las ramas de piorno con sus flores y frutas incluidas. Son capaces de distinguir plantas venenosas, las cuales no ingieren.

1 COMENTARIO

  1. POR LA INTRODUCCIÓN DE LA CABRA MONTÉS EN ESPAÑA

    En el año 2010, Adhif (Asociación en Defensa de Herbívoros Contra Incendios Forestales) y otras entidades nos reunimos con los responsables de Medio Ambiente para tratar sobre la introducción de la cabra montesa en nuestra provincia. Por desgracia, no se llevó a cabo pues la Administración (entonces presidida por el PP) autorizo a que lo hiciesen los particulares, pero no estuvo dispuesta a traer una aportación importante de animales, (teniendo exceso en Castellón y capturaderos legales para hacerlo) ni de proveer de los medios para proceder a su seguimiento. Por ese desastre, desde Adhif rogamos que la actual Generalitat presidida por PSOE, Compromís y Podemos apoyen esta idea y colaboren en esta noble tarea; ya que es una anormalidad que haya cabras montesas por Murcia, Valencia, Castellón, etc., y no intervengamos para que reaparezcan en nuestro territorio. También rogamos la cooperación de la Diputación de Alicante, de los ayuntamientos de Jijona, Alcoy, Ibi, Castalla, etc., sociedades de cazadores, la colla ecologista “La Carrasca”, Ecologistas en Acción, Izquierda Unida y otros colectivos para llevar a buen fin este proyecto.

    Desde Adhif, por suerte, hemos observado mayor sensibilidad ecológica en los representantes políticos valencianos actuales (valga de ejemplo, el equipo de gobierno del actual Ayuntamiento de Jijona) y, por esa razón, pensamos que es el momento adecuado de ponernos a trabajar todos en esta dirección propuesta.

    Adhif propone las siguientes medidas para que volvamos a disfrutar de la cabra montés española en nuestra provincia y en que se conserven los ciervos, arruís, gamos y muflones ya existentes:

    1.- Tras el reparto de las suficientes cabras autóctonas en la Sierra de la Carrasqueta, Serrella, Aitana, Font Roja, Mariola, etc., se deben
    proteger de la caza y de los furtivos ante todo los primeros años para que haya un número suficiente de ejemplares que garantice la supervivencia de la especie. Para ello, las autoridades disponen de Seprona, guardas forestales, algunos cotos, voluntarios, Adhif y quienes desean ayudar a este objetivo.

    2.- Que las nuevas autoridades no incurran en la gestión de caza tan nefasta de la anterior Generalitat Valenciana, presidida por el PP, que estaba llevando al progresivo deterioro de las especies y, en algunos montes, al exterminio; puesto que sin existir censos se autorizaba la caza sin ningún tipo de control ni restricciones: hembras en gestación, machos, crías, en esperas diurnas y nocturnas durante todo el año; incluyendo a estos rumiantes en las batidas al jabalí, y con todo tipo de armas y métodos de caza. Desatino planificado hace unos años y que consiste en deteriorar los trofeos de caza y en la liquidación de la riqueza cinegética que hay en libertad, con un único objetivo de beneficiar a los vallados de caza mayor. ¡Ya era hora de que algunos de los dueños de cotos se dieran cuenta y cacen mucho menos de lo que autorizaba la Conselleria de Medio Ambiente; ésta, por cierto, tan exterminadora! La gestión debe ser sostenible, selectiva y buscando mejorar las especies.

    3.- Se autorizan y cazan herbívoros en esperas nocturnas, siendo ilegal según el art 12 de la Ley de Caza de 2004 y nadie se opone, salvo abatir animales sin compasión. Se premia a algunos cotos con permisos para cazar ciervos y muflones en esperas y batidas hasta 2017, o hasta la finalización del Plan de Caza, en base a la Orden 11/2014 que regula el arruí…, cuando el muflón no está incluido en esa Orden, ni está declarado exótico invasor. También se premian a los cotos de Font de la Figuera al incluirles la cabra montesa en las batidas al jabalí, sabiendo que es la única zona por la que podrían llegar las cabras monteses a la provincia de Alicante. Deseamos que las nueva Generalitat Valenciana anule estas ilegalidades; de lo contrario, ADHIF se está planteando seriamente, recurrir éstas y otras irregularidades.

    4.- Que no se cebe con sal, paja y cereales a pie de cultivos a ciervos, muflones y arruís para ejecutarlos en esperas durante todo
    el año; incluyendo la época de gestación y cría, con la excusa de daños y de hibridación. No hay limitaciones en los permisos de matar animales, su número es siempre ampliable, se puede matar todo, en todo tiempo, edad, tamaño y lugar, ilegalidad compartida por algunos cotos, federación y Generalitat. Sin embargo, no existe un solo ciervo o un arruí híbrido en la provincia de Alicante. Y en la Sierra Espuña (Murcia) conviven sin problemas la cabra montesa y el arruí; aunque se observa que va desplazando la montesa al arruí.

    5.- Se solicitan y autorizan a cazar las especies aludidas en todas las batidas al jabalí, incluyendo cotos que no tienen ningún gamo ni ciervo. Desde ADHIF apoyamos a los cazadores alcoyanos en su empeño de no exterminar los arruís de la Font Roja ni de la sierra de Mariola, pues no se hibridan ni hacen daño a las sierras y ayudan contra los incendios forestales, sobre todo si hubiese muchos más pastando.

    Los miembros de Adhif deseamos que el cambio político en la Generalitat sea verdadero e impongan orden en este caos relativo a los permisos de caza que en ocasiones dan más autorizaciones de caza que animales sobreviven como serias dificultades por las sierras. Desde ADHIF recordamos a todos los cazadores, a los nuevos políticos valencianos, ecologistas y ciudadanos de bien nuestro deber cívico de no exterminar a los herbívoros de los montes de nuestra querida España y de reintroducir en nuestra provincia una de las joyas de nuestra fauna ibérica, la cabra montés, que jamás tuvo que ser exterminada de la provincia de Alicante.
    Raimundo Montero es presidente de Adhif

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