Esta conexión forma parte de dos promociones impulsadas por Iberia y American Airlines para el primer fin de semana de octubre. Tanto vitorianos como neoyorkinos podrán disfrutar de dos tierras diferentes, de los altos rascacielos financieros a los parajes naturales de Vitoria y Euskadi.
En un principio, tan solo Iberia a través de VIA ofrecían esta conexión con un avión de ida el 4 de octubre y otro de vuelta el día 10, pero American Airlines ha querido entrar en la competencia proponiendo una conexión paralela que conectará los días 5 y 11 de octubre Foronda con Barajas y, de ahí, partir a Nueva York. El viaje está disponible desde 870 euros, sin contar con el seguro de viaje a Nueva York que se recomienda para estos desplazamientos nfuera de la Unión Europea. Otro de los objetivos es que 250 pasajeros proveniente de Nueva York aterricen en Vitoria el día 5 para realizar un tour por Euskadi dirigido al enoturismo y la gastronomía.
Con esta iniciativa los vitorianos podrán disfrutar de paseos por la Gran Manzana, Central Park, ir de compras por la Quinta Avenida o cruzar el Puente Brooklyn. La capital del mundo ofrece numerosas posibilidades cosmopolitas y una sensación que no podremos percibir en ninguna otra ciudad del planeta. Asistir a un musical en Broodway, visitar Manhattan y recibir la bienvenida que nos brinda la Estatua de la Libertad o contemplar asombrados sus impresionantes rascacielos, que desafían, impasibles, a las leyes de la gravedad.
Además, en el terreno económico, se prevé que ayude al desarrollo de la proyección internacional de Vitoria y Euskadi, y suponga un pequeño impulso para el turismo extranjero en la región.
Ciudadanos de la otra punta del planeta podrán desconectar de los acelerados modos de vida de la capital de las finanzas y empaparse de la cultura, paisajes y tradiciones de Euskadi en un entorno que va más allá de las puertas del Guggenheim. Los chacolís, la carne roja de la gastronomía vasca, el legado cultural e histórico del Camino de Santiago , el litoral cantábrico o los montes vascos y cantábricos ofrecen una visita cargada de exotismo y tradiciones que abre una ventana entre Euskadi a la ciudad más famosa del mundo.
