Entre los estados federales de Baviera y el Tirol, se encuentra el mayor parque natural de los Alpes orientales, el Parque de Karwendel. Declarado reserva natural en 1928, es el parque más antiguo y la mayor área protegida de Austria.
Único en su género en Centroeuropa, está limitado en el oeste por la población de Pertisau. Y en el sur, por el valle del río Inn. Este parque, apenas poblado, tan solo cuenta con un núcleo de población en Hinterriss, Baviera. Con una gran variedad en su belleza, valles y ríos se entremezclan inspirando paz a quien tiene el gusto de disfrutarlo.
En invierno es un espacio natural en estado puro donde solo gobierna un gran silencio. Sin embargo, en primavera, verano y otoño, es una joya natural que hace las delicias de los senderistas.
Excursiones en Los Alpes
Esta reserva natural ofrece la posibilidad de hacer distintos tipos de excursiones por la naturaleza. Por ejemplo, se puede hacer un camino de hora y media desde el pueblo fronterizo de Scharnitz hasta la fuente del Isar. Aunque si eres más de pasar varios días en el campo, entonces las travesías de 3 a 5 días son la mejor opción.
Durante la primavera, el verano y el otoño el parque es fácilmente accesible por una gran variedad de senderos. Los más de 30 refugios de montaña que se encuentran dentro del parque están abiertos al público entre mayo y octubre. Muchos cuentan con infraestructura hotelera y en su mayoría están gestionados por el Club Alpino de Austria y Alemania.
Cómo llegar
El acceso es muy cómodo desde Seefeld, en Leutasch, prácticamente la puerta de entrada occidental. Seefeld se encuentra a dos horas en tren de la ciudad de Munich y a solo 20 minutos de Innsbruck.
En el corazón del parque, accesible por autocar en verano, se encuentra su mayor atracción, el Ahornboden. Este prado es conocido por contar con una población de árboles centenarios de arce. En el Eng, una aldea de pastores, se puede visitar una quesería artesanal y dispone de un centro de interpretación del parque.
Valle de Leutasch
Como base para nuestra aventura elegimos un hotel de montaña rodeado de bosques y prados en el cercano valle de Leutasch. Este, conocido como el edén del senderismo, ofrece grandes atracciones como el paraíso de las casas de pastores en el Gaistal. Su ubicación es idónea al estar en pleno corazón de los Alpes, alejado de los senderos y rutas más recorridas.
La ciudad de Innsbruck
En el día libre se puede visitar la cercana ciudad de Innsbruck, capital del Tirol. Sus históricas callejuelas repletas de cafés o los conciertos al aire libre hacen de ella una ciudad mágica. Esta histórica urbe rodeada por majestuosos picos alpinos destaca por su bello casco antiguo y el famoso tejado dorado de Maximiliano I, entre otras cosas. Además, se encuentra a tan sólo 35 minutos en tren de la villa turística de Seefeld, un viaje que vale la pena hacer, y que atraviesa las montañas por magníficos túneles y con espectaculares vistas de los picos.
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