San Miguel de Tajao, o sólo Tajao, en la isla canaria de Tenerife, es una de las mejores opciones para reponer las fuerzas mermadas tras la visita inexcusable al Parque Nacional del Teide o después de recorrer el Valle Rural de Teno, en definitiva, disfrutar de las maravillas naturales que ofrece la isla son, entre otras, algunas de las sugerentes opciones que se deben contemplar al visitar la isla de Tenerife. Pero, sin duda, al término de la jornada, bien merecido es recompensar al orden digestivo y al paladar.
En la vertiente oriental de la isla, las enormes laderas que forman el Parque Nacional del Teide se van suavizando gradualmente hasta la costa, donde se encuentra el pueblo pesquero de Tajao, referencia gastronómica indiscutible de la costa sur.
Dos estrechas calles perpendiculares al litoral y un pequeño paseo marítimo, junto a las embarcaciones, acogen una nutrida selección de establecimientos en los que poder degustar los preciados frutos extraídos del mar. Bajo los rótulos de: Restaurante Punta Abona, Manolo II, El Rocás, Playa Tajao, Las Arenas, La Laja, el Chorro, Ricón del Marinero o Tabaibarril se exponen las ricas piezas que en ese mismo día han sido capturadas por los vecinos de la villa. Después de su cuidada selección, basta unos pocos minutos de plancha para que tan frescos manjares sean puestos a disposición del visitante.
Estas piezas, de nombres tan tentadores como la vieja, la cabrilla, el pedregal, la sama, la morena, los salmonetes, el gallo, la bocanegra, el cantarero o el pámpano se exponen el los restaurantes de Tajao. Como acompañamiento: las ensaladas, papas arrugadas, gofio, buen mojo canario y vinos blancos de la tierra, jóvenes y afrutados.
San Miguel de Tajao
Desde el siglo XIX ya se tienen datos de la existencia de un pequeño caserío en la actual ubicación de Tajao. Por entonces los pescadores se asentaban en el lugar denominado como La Caleta, que hacía las veces de embarcadero. Mas la progresiva salinización del agua de los pozos con que contaba hizo que los pescadores se trasladaran al lugar de Tajao tras el descubrimiento de un nuevo manantial. De esta manera los trabajadores del mar y algunos otros vecinos de El Poris fueron construyendo el incipiente puerto de mar.
Este primer embarcadero fue utilizado, principalmente, para el transporte de cargas y viajeros de los alrededores, utilizando pequeñas embarcaciones que también se destinaban para la pesca por el litoral más próximo. En tiempos anteriores, por su ubicación, este asentamiento fue conocido como “La Laja” . Frente a la misma playa, una gran mole de piedra hacía las veces de muelle natural y servía de protección en caso de temporal. La Laja constituía un espectáculo de belleza natural único, hoy se encuentra sepultada por el dique, construido el año 1993 y que supuso un importante lanzamiento económico para el pueblo ya que facilitó enormemente las tareas de la pesca. Los vecinos también conocían este refugio natural con el nombre de “Tabaibarril”. Definitivamente, San Miguel de Tajao toma su nombre por su situación próxima al Barranco de Tajao y de la advocación a San Miguel Arcángel de la pequeña ermita que preside la plaza del pueblo y cuya fiesta se celebra cada año el 29 de septiembre.
Llegado el siglo XX, por la dureza climatológica que soportaban muchos meses del año, se comenzaron a realizar otras labores agrícolas como complemento a los trabajos relacionados con el mar, estas faenas eran desempeñadas por las mujeres de la localidad. Con el paso del tiempo, en la segunda mitad del siglo, se refrescó la economía debido al importante incremento de la pesca del atún. Esto hizo que se renovara la flota pesquera, con la modernización de las embarcaciones y el uso de barcos de mayor capacidad y nuevas formas de pesca. En la actualidad la pesca del atún se sigue practicando auque en menor cantidad.
Hasta hace bien poco, finales de los ochenta, el pueblo carecía de los más elementales servicios, pero con el esfuerzo de sus habitantes se le dotó de agua corriente, luz eléctrica, mejora de los accesos por carretera. Entonces también se constituyó su Cofradía de pescadores que agrupa a un nutrido grupo de profesionales dedicados a la pesca de bajura.
Actualmente Tajao se ha convertido en el referente gastronómico más destacado de la costa sur de Tenerife, con una importante oferta en restauración, especializada en pescado, la mayor parte procedente de las capturas de los pescadores locales. Como lo es su cocina, llena de sabor y sensaciones, San Miguel de Tajao es una interesante opción para disfrutar de buenos momentos bajo la sombra del Teide.