Oktoberfest, la fiesta de la Cerveza en Munich ha comenzado. Por las calles de esta ciudad contemplamos a la gente, vestida con trajes típicos de la región de Baviera, deambular de un lado para el otro como si algo le llamará la atención. Es como si todo el mundo quisiera prepararse para el gran acontecimiento, ya que nadie desea quedarse atrás. Los hoteles y restaurantes de la ciudad, y de los alrededores, se encuentran abarrotados. En los bares y tabernas, la cerveza se consume por litros. Y, los platos favoritos de la región se sirven más que en ninguna otra época del año. Porque hablar de gastronomía en la capital de Baviera, y más concretamente durante La Fiesta Mundial de la Cerveza, es decir el “Oktoberfest”, es hablar de la cerveza, del codillo con strugel, de las famosas salchichas alemanas, de las kartoffelsalat (ensalada de patatas al estilo de la región) y de otras muchas más cosas de interés.
Varios centenares de años han sido testigo en esta ciudad de una grandiosa y fiel tradición. Como cada año, el buen mecanismo organizativo de Munich, situada al sur de Alemania, ha vuelto a abrir sus puertas para celebrar una de las mayores concentraciones del mundo. Esta vez, se espera que acudan a ella algo más de 8 millones de visitantes, donde el principal protagonista de esta fiesta no será otra que la cerveza. La «rubia fresca», nombre con el que una gran mayoría de bebedores de este sabroso bebedizo la vienen denominando desde tiempo atrás. Claro que no sólo hay que beber y beber diariamente, pues habrá que acompañar a la cerveza con algo sólido, lo que nos ayudará a regresar sin demasiado problema hasta el hotel, o a nuestro propio hogar.
Los muniquenses calculan que en esta nueva edición de 2013, que ha comenzado el día 21 de septiembre y finalizará el 6 de octubre, se consumirán algo más de 9 millones de litros de cerveza, poco más de 200.000 salchichas, unos 600.000 pollos asados y cerca de 30.000 kilos de pescado, al tiempo que todo ello lo acompañaremos, seguramente, con diferentes clases de panes y otros productos de la región.
Para comprender la razón de ser de esta fiesta hay que tener en cuenta que la gente del Estado Libre de Baviera, además de expertos en la elaboración de una de las bebidas más refrescantes del mundo, son unos grandes consumidores de este preciado líquido. Empresas cerveceras mundialmente famosas tales como: Loewenbräu, Spaten o Hofbräu, tienen su sede en Munich.
Cada año compiten durante el “Oktoberfest”, para demostrar quién es el más fuerte, en cuanto a producción y cifras de ventas se refiere, y quién presentará la mejor decoración de sus carrozas en el desfile inaugural.
Todas las cervecerías, los «pubs» e incluso las tabernas (Weinstuben), están abarrotadas durante el “Oktoberfest”. La gente entra y sale a empujones de estos establecimientos, pero siempre con el buen humor que caracteriza a los bávaros. El enfado y el mal humor no compaginan con la fiesta ya que eso pertenece a otro mundo y se tiene, obligadamente, que dar paso a la alegría y al buen humor.
