La nueva normalidad ha traido consigo la reanudación de las principales ligas europeas, un aliciente para los aficionados que se prolongará durante todo el verano con el regreso de la Champions League bajo unas condiciones bien diferentes a lo que estamos habituados.
La UEFA decidió que la fase final de la Champions se disputase durante el mes de agosto en Lisboa como respuesta a la difícil situación provocada por la pandemia del covid-19. Será una competición que empezará en los cuartos de final y que se disputará a partido único, muy diferente al formato habitual de ida y vuelta, con partidos en los estadios de los equipos participantes y con público. Aunque todavía no se ha tomado una decisión sobre la posibilidad de que haya aficionados en las gradas, todo apunta que esta fase final de la Champions se jugará a puerta cerrada.
Cuatro equipos ya están clasificados para la cita de Lisboa, entre ellos el Atlético de Madrid, que junto a París Saint-Germain, Leizpig y Atalanta forma el grupo de cuatro que tiene su billete asegurado en los cuartos de final. El resto de candidatos a ganar la Champions League 2020 son Real Madrid, Manchester City, FC Barcelona, Nápoles, Bayern de Munich, Chelsea, Olympique de Lyon y Juventus. Como es habitual en cada edición de la Liga de Campeones, son equipos que representan a países diferentes, un contexto que refuerza aún más la idea de disputar las últimas eliminatorias del torneo en una sede única y sin público.
Que la Champions se celebre a puerta cerrada no significa que las fronteras entre los países de la Unión Europea estén clausuradas. De hecho, la mayoría de países ya acogen turistas extranjeros y son muchos los aficionados que plantean la posibilidad de visitar Lisboa durante las semanas de la competición. Aunque no puedan apoyar a su equipo desde la grada, sí que tienen la oportunidad de darle un aliento de forma simbólica y, por supuesto, aprovechar para hacer turismo por una de las capitales europeas más cosmopolitas.
Lisboa es uno de los referentes turísticos del sur de Europa y cada vez atrae a un mayor número de turistas que quieren conocer una ciudad llena de historia, cultura y gastronomía; que además tiene un gran movimiento de gente proveniente de diferentes puntos del continente. Hacer un recorrido por la ciudad de Belem y almorzar sus famosos pastelitos es una buena elección antes de subirse al funicular para disfrutar en el centro de la ciudad de un plato típico de bacalao mientras se visualiza por televisión el partido de la Champions.
Para el día siguiente, si el calor aprieta, se puede optar por visitar alguna de las playas cercanas que están bañadas por el Océano Atlántico. Otra opción es visitar la histórica ciudad de Syntra, cuyo recorrido va a llevar prácticamente todo el día. Los aficionados al fútbol también pueden conocer los estadios más representativos de la capital portuguesa como son La Luz, sede del Benfica y donde se jugaría esta fase final de la Champions, o el José Alvalade en el que disputa sus partidos en Sporting de Lisboa.