El turismo de casinos en España es un fenómeno que vive una época de crecimiento, fruto también de los picos históricos de turistas de los últimos años en el país. El rápido desarrollo de los casinos online ha tenido un efecto beneficioso para los salones físicos, que ven como cada vez más público decide condicionar sus vacaciones en función de la oferta de juego.
Los principales casinos de España están ubicados en zonas con altos índices de turismo, lo cual no es una casualidad. Madrid, Barcelona, Alicante y Gran Canaria, entre otros, acogen cada año a miles de visitantes que buscan disfrutar de los juegos de azar durante su estancia vacacional. Este turismo de casinos es relativamente joven en todo el mundo, con las excepciones sonadas de Las Vegas en Estados Unidos o Montecarlo. En el caso de España, la asistencia de un público turista a los salones de juego se ha fortalecido recientemente. Culpa de ello está en la entrada con fuerza de los casinos online. Cada vez más gente juega por internet, gracias a innovadoras aplicaciones, y muchos quieren disfrutar de esta afición también durante sus vacaciones. Por ello buscan destinos en los que pueden disfrutar de sol y playa, con la condición de que tengan casinos físicos. Y en este aspecto, España es la mejor opción.
Los casinos aportan mucho valor en materia arquitectónica. Suelen ser edificios antiguos que se han restaurado y puesto guapos para atraer a miles de visitantes cada día. Se convierten en una visita obligada para muchos turistas, que, independientemente de su afición por el juego, suelen frecuentar estos salones como parte de su visita turística. También pueden ser un gran atractivo como propuesta de ocio para un público internacional. La instalación de una ruleta única a nivel mundial o la celebración de un torneo de póquer, por ejemplo, puede servir de excusa para muchos extranjeros que quieran visitar Madrid. Esto genera la visita de gente que debe buscar un lugar para dormir y un restaurante donde comer cada día. Esto es turismo y se traduce en beneficios para la economía local promovidos por un casino. Y es que la llegada de turistas tiene también consecuencias directas sobre otro tipo de establecimientos, que se benefician de su estancia en la ciudad.
En España hay varios destinos donde se puede encontrar esta relación de turismo con el sector del juego. El Casino Gran Vía de Madrid es el mejor ejemplo de cómo un establecimiento de este tipo puede atraer turistas. Además, se ha especializado en espectáculos y eventos que completan la oferta de ocio. Si se pretende combinar buen tiempo, playa y ocio de este tipo, los destinos españoles ganan la subasta. Para lograrlo, la ciudad de Alicante inauguró hace diez años el Casino Mediterráneo. Un recinto, ubicado a escasos metros de la playa, que ha dinamizado enormemente la zona del puerto alicantino. El porcentaje de turistas que visitan la capital de la Costa Blanca para consumir juegos de azar es cada vez mayor. En una situación similar está Gran Canaria, que cuenta con el tercer aeropuerto más visitado de España. Esta isla ofrece tres casinos diferentes que complacen las satisfacciones de los extranjeros que buscan un viaje de relax, mar y ocio.
