En la región ibérica son muchas las familias que pasan por problemas. Algunas de ellas acaban viéndose obligadas a acudir a un psicólogo para decirles adiós a dichas adversidades. Los especialistas, en la mayoría de casos, efectúan una serie de recomendaciones, consistiendo una de ellas en realizar sesiones de juegos para la familia que sean disfrutadas por todos los miembros de la misma.
Si bien es cierto que en tiempos anteriores era complicado encontrar un juego de mesa que gustase al cien por cien de los individuos que conforman una familia, desde los papás hasta el hijo único o los hermanos, a día de hoy no es en absoluto difícil.
Y es que en el mercado se encuentran juegos tanto de mesa como de rol para todos los gustos. Concretamente los que entran dentro de la sección familiar proporcionan diversas ventajas, las cuales precisamente llevan a los psicólogos a recomendar fervientemente su disfrute en grupo.
En la Revista Ibérica hemos hablado con expertos en la materia para averiguar exactamente qué beneficios son los que aporta el simple hecho de realizar partidas en familia. El listado de ventajas es amplio, detallándose íntegramente a continuación.
Refuerza el vínculo existente entre todos los miembros
Convivir a diario con otras personas, aunque sean seres queridos, tarde o temprano acaba derivando en roces que van desgastando la relación. Ello sucede entre parejas, hermanos y todo tipo de familiares, quienes en demasiadas ocasiones solo están expuestos a los aspectos negativos de la vida y no dedican unos minutos al día a, simplemente, pasárselo bien en compañía de sus allegados.
Los psicólogos afirman que, incluso participando semanalmente en sesiones de juegos de mesa –sin necesidad de que tengan lugar a diario– los beneficios no tardan en hacerse patentes, tratándose el primero de uno de los más importantes. Y no es para menos, puesto que el vínculo familiar pasa a ser estrechado y, por ende, reforzado.
Ello se consigue sobre todo con los juegos de mesa cooperativos. Algunos de ellos sí invitan a cada jugador a ganar la partida por su cuenta, pero otros por ejemplo dan pie a la formación de parejas que, siguiendo unas u otras estrategias, han de ganar a las otras.
Conseguirlo no es sencillo, así que colaborar mutuamente se convierte en una clave fundamental para lograr buenos resultados en las diversas partidas que tienen lugar. Es importante incidir en un aspecto que, para los especialistas, adquiere una gran trascendencia: las parejas deben cambiar regularmente. De esta manera el vínculo va reforzándose entre todos y cada uno de los miembros, colaborando primero con la madre, después con uno de los hijos y viceversa.
En función del tipo de juego de mesa elegido, siendo un claro ejemplo los del género rol, en algún dado momento se producen las clásicas jugadas arriesgadas. Efectivamente, nos referimos a aquellas en las que uno de los dos miembros de la pareja puede dudar sobre las posibilidades de que el movimiento que pretende efectuar el otro para ganar a los adversarios sea correcto o no.
Este tipo de situaciones conllevan la obligatoriedad de depositar confianza en el compañero que se muestra convencido de que, a pesar del riesgo, la jugada en cuestión será positiva para el desarrollo de la partida. La imperiosa necesidad de confiar en él posteriormente deriva en unos lazos familiares que pasan a ser mucho más estrechos en comparación con antaño.
Otros beneficios de gran importancia
Más allá del aspecto tan relevante que ha sido sacado a colación también son reseñables una serie de beneficios adicionales. Los psicólogos indican que, con las sesiones de juegos de mesa a nivel familiar, se produce una gran liberación de serotonina.
La citada sustancia química que está presente en el cerebro ha de ser convenientemente regulada si se desea que la sensación de felicidad esté presente en el individuo en cuestión. Para alcanzar los niveles óptimos no hay nada mejor que reír a carcajada limpia y pasárselo bien en general, dos acciones fácilmente realizables al disfrutar de juegos de mesa en familia.
Ello también viene dado por la disminución de estrés que se produce. Es innegable que ciertos juegos exigen bastante concentración, principalmente con el fin de no cometer errores e impedir que la victoria termine decantándose a favor del otro bando.
Al permanecer concentrado se evita pensar en aspectos que suelen generar estrés, desde el ámbito estudiantil por parte de los más pequeños de la casa hasta el laboral en el caso de los adultos.
Teniendo en cuenta todos los puntos tan positivos anteriormente descritos no es de extrañar que cada vez más familias ibéricas opten por realizar sesiones grupales de juegos de mesa junto a sus seres queridos. Modelos como Catan y La Resistencia: Ávalon ya han demostrado lo beneficiosos que pueden llegar a ser, aunque el listado de opciones disponibles va mucho más allá.