La gastronomía española guarda en su recetario un gran número de platos de éxitos. Algunos precisan de un mayor tiempo de cocinado y otros, como es el caso del jamón, no necesitan nada más que un buen corte y un bocadito de pan.
Si hay una época del año en la que no falta jamón, comprado directamente online en eiberico.com, es en Navidad. Sin embargo, como podéis comprobar, para que lleguen esos meses fríos y festivos llenos de comilonas y risas en familia, aún queda un poco.
Lo bueno que estos meses, los más soleados y en los que hace mejor tiempo, son caldo de cultivo para la celebración de bodas, bautizos y comuniones. Y, como en cualquier buena celebración española, es impepinable que el jamón o embutidos comprados online directamente desde Salamanca, formen parte del menú.
Un jamón perfecto para todas tus recetas
Solo, con un trocito de pan o acompañando al melón en un pincho fresquito y ligero. El jamón de Guijuelo, procedente de Salamanca y de bellota cien por cien ibérico, es calificado por muchos expertos como el mejor jamón con Denominación de Origen Protegida del país. Y decir algo así teniendo en cuenta que estamos en la cuna del jamón ibérico, es mucho decir.
Su exquisito sabor depende en gran parte de la alimentación que lleva el cerdo durante sus años de vida. Al ser omnívoros, comen de todo. Gramíneas, bulbos, leguminosas… Eso sí, para que estos cerdos lleven ese sabor, lo más importante son las bellotas que consumen, como bien dice su nombre. Para ello, por supuesto, tienen que ser de una muy buena calidad y controlar la cantidad en relación la resto de alimentos que ingieren.
En el título de este apartado, mencionábamos que este jamón es perfecto para todas tus recetas. Nosotros aquí te vamos a dar ideas para que nunca te falten platos sabrosos con el jamón como ingrediente principal. Aun así, nos gustaría que dejaras abajo en los comentarios otras recetas que te guste elaborar con jamón y quieras recomendar al resto de lectores.
Hojaldre de espárragos y jamón. Este plato es muy sencillo y, sin duda, un éxito en cualquier celebración. Para elaborarlo solo hay que comprar masa de hojaldre, cortarla en cuadraditos con los que enrollaremos como si fuese un ramo unos espárragos y un poco de jamón… ¡y al horno!
Huevos rotos con jamón. No conozco a nadie que no le guste esta receta. Si sales a tomar algo y os animáis a pedir picoteo, es muy probable que caiga este plato. Su sabor, de las patatas fritas mezcladas con la yema del huevo y el jamón, son una delicia para cualquier paladar, por muy exquisito que sea.
Makis de melón con jamón. Sin duda esta receta es algo más original, pero yo diría que por su forma. Y es que, en realidad, el melón como jamón es un plato muy socorrido durante los meses de verano, en los más calurosos. La elaboración de estos makis no es compleja, aunque hay que tener muy en cuenta la cocción del arroz. Luego solo es darle forma.
Otros platos de éxito con el embutido como protagonista
Al igual que el jamón, cualquier clase de embutido está listo para ser servido y consumido directamente cuando se compra. Sin embargo, poner en una boda o en una comunión unos trozos de chorizo o de salchichón sin nada más, queda raro. Y decimos raro porque, si hablamos de su sabor, este es siempre exquisito.
Migas con tocino y chorizo. No es un plato ligero, pero como bocadito para ir abriendo apetito en las celebraciones es muy recomendable. Sin duda, una forma de poner el chorizo en valor y disfrutar de la explosión de sabores que crea en el paladar la que es una de las recetas más conocidas de nuestra gastronomía.
Pan con sobrasada, queso brie y mermelada de tomate al horno. ¡Sencillo y muy rico! Para hacerlo solo necesitarás cortar el pan en cachos relativamente pequeños, untar con una capa de sobrasada, luego con unos trocitos de queso brie y, por último, con un poco de mermelada de tomate. Al horno durante unos 10 minutos y… ¡tachán!
Pincho de morcilla y cebolla caramelizada. De nuevo sobre una pequeña tostada de pan (el tipo que elijas a tu gusto), se coloca una capa de cebolla caramelizada y un cacho de morcilla, previamente cocinada en la sartén con un poco de aceite o en las brasas (si tenemos).
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