Granada, una ciudad rica en historia y cultura, ofrece mucho más que sus iconos: la Alhambra y el Generalife. La esencia de la ciudad, rincones, sus encantos y otras variopintas experiencias que le esperan al curioso viajero complementan su reconocida monumentalidad.
Por su patrimonio histórico, sus típicas calles empedradas y su diversidad cultural hacen de esta ciudad un destino obligado. Repleta de rincones maravillosos y que invita a vivir experiencias como en ningún otro destino para quienes esperan adentrarse en la esencia más genuina de esta ciudad.
Y, para quienes se sientan atraídos por la Granada más auténtica, nada mejor que optar por un hotel bien situado en el centro de ciudad para disfrutar al máximo de sus encantos, evitando innecesarios desplazamientos. En este sentido, el Hotel Alhambra Palace es una opción muy interesante para tomar en consideración. Se encuentra en las proximidades de la Alhambra. Sus instalaciones presentan un ambiente elegante y refinado, acorde con los estándares de confort y calidad característicos de un establecimiento de alta gama. Esta privilegiada ubicación nos facilitará la posibilidad de poder adentrarnos en la riqueza monumental, de tradiciones y de ocio tan propio de la ciudad.
Granada monumental, histórica y cultural
Granada es un conjunto urbano de excepción, donde su intensa historia y su cultura se manifiestan en cada rincón. La Alhambra, un complejo palacio y fortaleza que data del siglo XIII, es parada obligatoria, ofreciendo una visión majestuosa de la arquitectura islámica, con sus espectaculares jardines y bellísimos patios tantas veces fotografiados. Igualmente admirados en este conjunto son los Palacios Nazaríes, la Alcazaba y el Generalife. Además, la Catedral de Granada, una muestra del renacimiento español, y el barrio del Albaicín, con sus estrechas callejuelas que aún conservan su esencia morisca, son puntos imprescindibles para incluir en nuestro personal cuaderno de viajes.
Por otra parte, los museos en Granada albergan una amplia gama de colecciones de gran valor. El Museo de Bellas Artes expone interesantes obras desde el Renacimiento hasta el siglo XX, con trabajos de artistas de la envergadura de Alonso Cano y Pedro de Mena. También el Museo de la Alhambra ofrece una mirada detallada a la historia y la artesanía, exhibiendo objetos, azulejos y otros elementos arquitectónicos. Y el Museo de la Ciencia, espacio interactivo con exposiciones sobre ciencia, tecnología y naturaleza.
En cuanto a las exposiciones, Granada presenta una variedad de eventos culturales a lo largo del año. La Casa de los Tiros, por ejemplo, acoge exposiciones temporales que exploran diversos aspectos de la historia y la cultura de la ciudad. Asimismo, el Centro Cultural Memoria de Andalucía programa distintas exposiciones destacando la identidad histórica y cultural de la comunidad.
Vivir Granada
Los paseos por el centro de la ciudad nos muestran su ambiente intenso a la vez que excitante. La Plaza Nueva, punto de encuentro entre el casco antiguo y el Albaicín, invita a disfrutar de tan animada vida en las calles y también locales de ocio y diversión. Sumergirse en los mercados tradicionales como el de Mercado de San Agustín o visitar el mirador de San Nicolás para contemplar las vistas panorámicas de la Alhambra son solo algunas de las experiencias que merecen ser disfrutadas.
La oferta gastronómica –la del tapeo– es uno de los puntos fuertes de la ciudad. La ruta de tapas por Granada es una tradición arraigada en la cultura gastronómica que permite degustar la auténtica cocina “granaina”. Desde platos típicos como la tortilla española hasta delicias locales como las tapas de pescado frito o las exquisitas tapas de jamón serrano, cada bocado es una muestra de la riqueza culinaria de Andalucía. La gastronomía de Granada es un reflejo de su rica historia cultural y la fusión de influencias árabes, judías y cristianas. Esta ciudad ofrece una variedad de platos tradicionales y lugares emblemáticos para disfrutar “a tope” también con el paladar.
En la mayoría de los bares y tabernas de la ciudad, es común recibir una tapa gratuita al pedir una bebida, una costumbre conocida como «la tapa por cortesía».
Además del Albaicín, el barrio de Realejo, de ambiente muy animado y de gran tradición, es otro punto destacado para el tapeo. Sus bares y restaurantes ofrecen degustaciones para todos los gustos, desde mariscos frescos, los “pescaitos” hasta elaborados platos de carne de arraigada tradición.
También imprescindibles rincones de tapeo son el Mercado de San Agustín, con distintos locales donde degustar y consumir productos frescos in situ y también para llevar; y el Mercado de la Victoria, vanguardista espacio gastronómico con una amplia oferta de puestos y establecimientos que ofrecen tapas y platos esmeradamente elaborados con productos de temporada.
En cuanto a los platos típicos, destacan la «Tortilla del Sacromonte», elaborada con sesos y criadillas de cordero; y el «Plato alpujarreño», una combinación de embutidos, patatas, huevos y pimientos. Otro plato emblemático es el «Remojón granadino», una ensalada de naranjas, bacalao, cebolla y aceitunas.
No se puede dejar de lado la visita a rincones con encanto que dotan a Granada de singularidad, como es el barrio del Sacromonte, conocido por sus casas-cuevas y sus espectáculos de flamenco; o el Carmen de los Mártires, un jardín histórico que brinda paz y unas vistas inigualables. Son lugares que complementan este peculiar y apasionante tour granadino.
Granada es mucho más que sus monumentos más emblemáticos. Sus calles, plazas, sabores y rincones escondidos invitan a sumergirse en una variopinta experiencia, dejando un recuerdo imborrable en todo aquel que la visita.
