Regálate un bocado de felicidad cada día en Rockade, en la calle del Almendro, 9 de Madrid, y descubre la hamburguesa más feliz del mundo con su salsa secreta Happy river.
Una lista de felicidad habla que los países más felices del mundo son: Finlandia, Islandia, Dinamarca, Suiza, Holanda, Suecia, Alemania, Noruega, Nueva Zelanda y Australia…y que España se encuentra en el puesto número 27.
De acuerdo con la psicología emocional, los días más felices son cuando evocamos recuerdos en torno a una mesa con amigos y comida, ya que nos hacen sentirnos optimista, positivos y superar cualquier adversidad. Y es que las penas con pan (de burguer) son menos penas.
El secreto de la felicidad está en la salsa
ROCKADE (calle del almendro, 9), quiere que todos los días del 2002, tengas razones para festejar un feliz día, así que para ello la chef Dana Butca y los hermanos Marchante: Javier, Toño, Carlos y Nacho, dueños del local, han creado la hamburguesa más feliz del mundo: Hamburguesa happy.
Una hamburguesa de 150 gr, con lechuga, tomate, cebolleta, bacon, queso, servida con patatas fritas caseras y ¿cual es el secreto de la felicidad? el secreto está en la salsa, su salsa secreta Happy River.
Además es una hamburguesa 100 % vacuno, elaborada diariamente,y condimentada con ingredientes caseros de gran calidad. Cocinada a la plancha, con pan tierno tostado con mantequilla y a un happy precio de 7,50 €.
Para comprobar qué es garantía de felicidad tendrás que venir a probarla y solo os doy una pista, quien la prueba ¡¡¡repite!!!, Algo tendrá la salsa cuando la bendicen.
Singular espacio Rockade
Entrar en Rockade es adentrarse en un singular túnel del tiempo. Al igual que su homónimo bilbaíno es el local madrileño de la diversión: Street Food, cervezas, cócteles, combinados y destilados.
Más allá de su oferta gastronómica, este madrileño Rockade, es el templo de la diversión en pleno centro de Madrid, de las ochenteras máquinas Arcade, PinBalls y de simulación de los coches de carreras.
Su esmerada decoración hace de este un lugar en el que parece como sentirte en el salón de tu propia casa. Un espacio concebido para la diversión. No obstante, la máxima de sus promotores y del personal de Rockade es arrancarte la sonrisa y que disfrutes de sus instalaciones. A buen seguro ¡repetirás!
Existe la posibilidad de reservas para grupos, eventos y fiestas, bien sea de todo el local o de una parte en concreto. Rockade se encarga de toda la organización a un precio cerrado, sin disgustos posteriores.
Mucho más que hamburguesas
La carta de Rockade, además de su especial Hamburguesa Happy se completa con una amplia oferta de entrantes y tapas (también con propuestas vegetarianas y veganas) como las berenjenas con miel, las croquetas, nachos, guacamoles, tacos, arepitas caseras, perritos calientes, los quesos, postres y un sinfín de propuestas para acompañar con su extensa selección de vinos, cócteles, destilados (más de veinte) y sus cervezas, en este caso con 14 marcas de cerveza a presión y más de 15 opciones de botellines de importación. Tampoco faltan otras opciones como las sangrías, los vermuts, kalimotxos, micheladas, etcétera.
En la atípica calle del Almendro
Muy especial es esta calle en la que se ubica Rockade, en pleno casco antiguo de Madrid, y que a buen seguro también podría ser denominada travesía, callejón, calleja o pasaje del Almendro, característico por su trazado irregular
Y es que, esta calle en pleno bullicio del Madrid, entre la Cava Baja y la Plaza del Humilladero, vecina de la castiza plaza de la Paja, se distingue por su aislamiento y esa extraña sensación de tranquilidad que desprende este entorno, sin tráfico ni multitudes.
Calle del Almendro
En 1678 José Antonio Gramera compró un espacio a espaldas del Pósito Viejo, que estaba en la Cava Baja.1 En 1737, pidieron los propietarios de la calle que se abriese comunicación con esta calle, pero la solicitud fue denegada por falta de presupuesto en el Ayuntamiento. Definitivamente se abrió a los transeúntes en el siglo XIX, conservando las construcciones de particulares desde el año 1627. Antes, en el siglo XV, la calle transcurría siguiendo el trazado de la muralla, construida entre los siglos XI y XII, cuando la villa pasó a la Corona de Castilla. La muralla servía de apoyo a las casas que se iban construyendo, quedando la calle del Almendro por dentro de los muros y la Cava Baja como foso en el exterior.
Antiguamente, en la calle del Almendró se encontraba el jardín de la casa de la familia Rodrigo de Vargas, descendientes de Juan Vargas. En el momento de la apertura de la calle quedaba en medio de la misma un almendro, que fue arrancado por iniciativa del marqués de Grafal con el fin de facilitar el paso de los transeúntes. Posteriormente, el muy querido por los madrileños, alcalde Enrique Tierno Galván mandó plantar más almendros con la finalidad de hacer justicia a su nombre.
Por ese halo de misterio y encanto, a la vez, que se desprende de sus muros, siempre ha despertado la curiosidad de propios y extraños. No en vano, Benito Pérez Galdós, la llevó a definir en su obra El doctor Centeno, como:
“La calle del Almendro es el rincón más interesante quizás de este Madrid que tantas curiosidades encierra”
En otra ocasión, el mismo autor también afirma que:
“la calle del Almendro tuvo siempre un encanto y un misterio indefinibles”
Razones de más y suficientes como para no perderse una velada en Rockade, en la mítica y singular Calle del Almendro de Madrid.
Rockade Madrid
Calle del Almendro. 28005 Madrid
Tel.: 618 319 402