Situada en el Paseo de Gracia, la Casa Batlló es una de las principales genialidades creadas por Antoni Gaudí que ya puedes descubrir a través de un tour virtual.
Si algo hemos aprendido de la situación que estamos viviendo debido a la COVID-19, es a reinventarnos. Y, en el conocido número 43 del Paseo de Gracia en Barcelona, no iban a ser menos. La Casa Batlló se adapta a la nueva situación y ofrece a todo aquel que se haya quedado con ganas de visitar este verano la capital catalana la posibilidad de realizar un tour virtual. De esta forma, cualquiera que lo desee podrá descubrir hasta el último rincón secreto del lugar en versión 360º.
Otras opciones para visitar la Casa Batlló
Para aquellos que se hayan animado a acercarse hasta Barcelona para desconectar unos días de la rutina, les recomendamos que aprovechen para realizar una de las visitas guiadas que ofrece esta genialidad de Antoni Gaudí.
Con espacios al aire libre, sorpresas para los más pequeños y mucha música, este edificio, que el artista reformó entre 1904 y 1906, es ahora una auténtica obra de arte que cumple con todas las medidas de seguridad e higiene. Aparte de la normativa general, que incluye el uso obligatorio de mascarillas y el aforo limitado, la Casa Batlló cuenta con un Sistema de Ionización Bipolar de Plasma Frío en cada una de sus salas. Además, no falta la toma de temperatura antes de acceder al recinto y la ya conocida distancia de seguridad.
Es importante destacar también su horario, ya que no está disponible todos los días de la semana. Las visitas pueden realizarse de miércoles a domingo y en un horario de diez de la mañana a seis de la tarde.
La historia de la Casa Batlló
El edificio original, que fue construido en el año 1877, dista mucho de parecerse a la obra que finalmente regaló Antoni Gaudí a la ciudad de Barcelona. Pero fue gracias al empresario Don Josep Batlló, que ahora podemos disfrutar de esta maravilla arquitectónica.
Cuando se hizo con la casa, contrató a Gaudí para que la remodelara. La idea inicial era tirarla, aunque el artista se negó. Y, debemos reconocer, que probablemente fue una de las mejores decisiones de su vida. Entre los cambios que aplicó, se encuentra la redistribución de la casa y la ampliación del patio de luces. Una obra que, como comentábamos anteriormente, duró dos años.
Pero, ¿sigue la Casa Batlló perteneciendo a la familia que lleva el mismo nombre? La respuesta a esta pregunta es negativa. En los años 50 dejó de ser suya y, durante unas décadas, pasó a formar parte de empresas y algunos particulares. No fue hasta los 90 cuando la familia Bernat se hizo con ella, la restauró y la presentó en sociedad como un espacio para la celebración de eventos. Este fue el primer paso, ya que la culminación la conocemos bien: su apertura a las visitas culturales a partir del año 2002.
Y no podemos estar más agradecidos. Gracias a esta decisión podemos disfrutar de un icono de la ciudad catalana, que es Patrimonio Mundial de la UNESCO y que recibe aproximadamente un millón de visitantes al año.
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