Cuando organizamos un crucero, nos dejamos llevar por la emoción y las ganas de vivir una experiencia que, en muchas ocasiones, no volverá a repetirse. Se lo contamos a nuestros amigos, lo celebramos con los afortunados y, en ocasiones, hasta nos tienen que pellizcar para confirmar que no estamos soñando.
Si eres de esos afortunados que está a punto de zarpar en busca de uno de sus deseos más profundos, entonces no puedes dejar de leer estas líneas. En ellas, te traemos todos los trucos necesarios para que no te quedes en tierra, sin batería o, incluso, no sepas en qué hora vives. Porque salir al extranjero, muchas veces, no es tan fácil como parece y los imprevistos pueden aparecer en cualquier momento.
¿Qué ropa me llevo al crucero?
La pregunta del millón podría ser esta, ya que en un viaje que abarca varios destinos, el sol y el buen tiempo no están asegurados. Aunque parezca un detalle insignificante, la ropa es un factor a destacar cuando nos montamos en un barco.
Los cruceros suelen durar una media de cinco a siete días, por lo que es muy probable que una maleta de mano no nos sirva. Pero tampoco necesitamos llevar una más grande que nosotros mismos. Si tenemos pensado realizar excursiones o caminar más de lo habitual, entonces la ropa cómoda es un imprescindible. Además, si viajas en los meses de verano, deja un pequeño espacio para el bañador. Seguro que puedes usarlo, al menos, un día.
Documentación para la aventura
No solo tenemos que recordar meter nuestra maravillosa ropa de gala en la maleta. Además, es recomendable que viajemos identificados en todo momento. Así que si eres de ese grupo de personas que se olvida el DNI, apunta esto y deja la nota pegada en la nevera. Porque el documento de identidad no es el único que puede hacerte falta. Si sales de Europa en alguno de tus destinos, necesitarás el pasaporte. Sí, aunque solo sea un día.
Pero hay algo que olvidamos por encima de todo. Tanto, que cuando ocurre nos sorprende y no sabemos cómo reaccionar o hacernos entender. Porque pedir ibuprofeno en una farmacia de Finlandia, no es fácil. Los seguros de viaje para cruceros son otra de las cosas a valorar antes de zarpar.
Porque no sabes si te vas a caer o a coger un resfriado, estos seguros te permiten ahorrar en la asistencia médica a bordo. De hecho, esta es mucho más cara que en tierra, así que tener las prestaciones de este servicio puede ayudar muy favorablemente al viajero. Asimismo, las gestiones como traslado a un hospital en tierra o los tratamientos en el mismo también se incluyen en algunos de estos seguros.
Por otro lado, ofrecen la posibilidad de recuperar parte de los gastos del viaje si nos vemos obligados a anular nuestra andanza o a interrumpirla por algún motivo. Cientos de imprevistos que, al igual que al igual que tirar una moneda al aire y esperar a que salga cara o cruz, son una cuestión de probabilidad.
Como locos en el Duty Free
Al igual que en los aeropuertos, los productos o servicios que se ofertan no cuentan con IVA. Algo realmente tentador para todo aquel gran amante de los relojes o perfumes. Eso sí, solo cuando el barco se encuentra en movimiento. De hecho, si pretendes ir a comprar cuando atraque, te encontrarás todas las tiendas cerradas. Aun así, te sobrará tiempo para disfrutar de sus maravillosos establecimientos, piscinas y copas.
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Pues me parece que para los que aún no han hecho un crucero es todo lo que deben saber. Estudiarlo bien que, aunque yo soy experta algún detallito he olvidado. Y aprovecho para recomendar a los que piensan que no les va a gustar y se van a marear. Nada de nada. Es para experimentar y repetir.
Enhorabuena a la escritora