El carnaval de Tarragona es de un colorido y alegría singular. “La ciudad desconocida” invita a disfrutar de sus famosas cabalgatas, música, gastronomía y concursos.
Esta celebración es una de las de mayor asistencia de público. Y no hablamos solo de Tarragona, sino de toda Cataluña. La fusión de tradición y modernidad hacen de ella una fiesta donde se juntan casi más de 40.000 personas.
El carnaval tarragonés destaca por ofrecer una de las secuencias rituales más ricas de todos los carnavales catalanes. Todo ello junto a espectaculares cabalgatas que cuentan con más de 4.000 comparseros y 1.000 niños.
Uno de los elementos más representativos de la fiesta es el monumental tonel que se instala en la plaza del Ayuntamiento. Este indica la llegada de la celebración y también su final, cuando es quemado en medio de los fuegos de los diablos y bestias ígneas.
Desde el miércoles anterior al domingo de Carnaval, miles de disfraces inundan la ciudad, marcando así el inicio de las fiestas. El miércoles hace su aparición la figura de mayor relevancia, el Rey Carnestolendas, y el sábado es el día que ganan protagonismo los símbolos del fuego. El martes, por otro lado, se celebra el duelo de Carnestoltes y el último día se procede a la espectacular quema del ninot en un apoteósico despliegue pirotécnico.
Lo más destacado del carnaval
El pistoletazo de salida de esta gran fiesta se da con la «diada» gastronómica propia de la celebración. En ella, se sirven más de 1.200 raciones acompañadas de vino de Denominación de Origen Tarragona.
Tres días después, cobra protagonismo uno de los elementos de mayor identidad del carnaval: el tonel monumental. Este icono proviene de la tradición que tenían los “toneleros” tarraconenses de abrir una bota llena de vino durante el carnaval. De hecho, se sabe que ya desde la Edad Media era popular la repartición de vino con motivo de esta fiesta.
El miércoles es el día de entrada del Rey Carnestolendas y la Reina Concubina. Dos comparsas protagonizan ambos roles y son las “estrellas” del evento.
Las rondas satíricas y de la Rua de la Artesanía tienen lugar el sábado. Durante la mañana las rondas –herederas de los carnavales más antiguos de nuestra ciudad-, llenan de música y versos el Mercado Central y sus alrededores.
El domingo tiene lugar el Concurso de Lanzamiento de Móviles, otra de las escenas más divertidas de la fiesta. Mientras, por la tarde, aparece la Rua, ya que desfilan las comparsas más espectaculares.
El martes, último día de carnavales, acoge a los actos fúnebres de la fiesta. A la mañana el “Duelo” –una de las tradiciones más antiguas de la celebración- anuncia la muerte de Carnestolendas, que se vela durante la tarde y se quema a la noche. El fuego prende al tonel monumental de la Plaza de la Fuente, donde son incinerados Carnestolendas y Concubina, mientras el fuego del baile de los diablos, las bestias ígneas, y la “colla Diables Voramar” ponen punto final a una de las secuencias rituales carnavaleras más interesantes y completas que se han mantenido hasta la actualidad.
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