Para los aborígenes guanches, Tenerife quiere decir “montaña nevada” por el volcán Teide, el pico más alto de España. La isla de Tenerife es la mayor de las Canarias y la más plural y variopinta, ofrece sorprendentes paisajes volcánicos, deportes acuáticos, contacto con la naturaleza, buenas infraestructuras para el turismo, grandes núcleos turísticos, sobre todo al sur de la isla, y buen ambiente nocturno.
Te presentamos sólo siete, aunque son muchas más las razones por las que tanto atrae al viajero la isla de Tenerife. Bien en verano o en cualquier otra época del año la isla ofrece infinitas posibilidades para hacer de tu estancia una experiencia inolvidable.
Una, el Parque Nacional del Teide y su inconfundible cumbre, el monte Teide. Es lo más visitado de este Parque Nacional, es un volcán activo y el tercero más grande del mundo, en erupción por última vez en 1909. El Parque Nacional del Teide fue nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2007. Toda una demostración de la fuerza bruta de la madre naturaleza y un lugar para ver la vida silvestre impresionante, que va a difícil de superar en cualquier lugar, por lo que la visita al Parque Nacional del Teide será inexcusable e imprescindible en el plan de viaje a la isla.
Dos, también Patrimonio de la Humanidad, San Cristóbal de la Laguna. La ciudad se realizo según la idea europea de las ciudades renacentistas y quedó configurada totalmente a finales del siglo XVI, a partir de ese momento La Laguna se convirtió en la primera ciudad colonial no fortificada cuya disposición serviría, además, como modelo para construcción de otras ciudades en las Américas. Este hecho, unido a otros factores, propició su declaración como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO el 2 diciembre de 1999. Es sede de antiguas instituciones culturales como la Universidad de San Fernando en 1792 y de instituciones eclesiásticas como el Obispado.
Tres, para disfrutar en familia, Siam Park, el parque acuático más espectacular de Europa. Una nueva dimensión de ocio y placer acuático en la isla de Tenerife. Siam Park abrió sus puertas para sorprender a sus visitantes con un nuevo concepto en parques temáticos, con atracciones avanzadas e impactantes por su magia, belleza y calidad. Este gran parque temático cuenta con la tecnología más avanzada que hace de cada atracción una experiencia única e irrepetible, combinando el exótico misterio del antiguo Reino de Siam con la apasionante aventura de excitantes toboganes. También, ofrece espacios de encuentro naturales para eventos, convenciones, espectáculos musicales y una escuela propia de surf, en la que adultos y niños podrán aprender el arte de las tablas.
Cuatro, espectaculares paisajes, como los acantilados de los Gigantes y Granadilla de Abona. Los acantilados de los Gigantes representan un accidente geológico volcánico de tipo basáltico de la costa oeste de Tenerife. Caracterizados por sus paredes verticales, que caen sobre el océano desde alturas que oscilan entre los 300 y más de 600 metros, están repartidos entre los municipios de Buenavista del Norte y Santiago del Teide.
Y También Granadilla. El denominado Paisaje Lunar es el resultado de un crisol creador de furia volcánica y paciente erosión. Montaña Roja es un gran cono volcánico que ha favorecido la instalación de pequeñas dunas o médanos. Los vientos se ocupan de trasladar la arenilla desgranada y asentarla sobre dunas fósiles, que alcanzan hasta un metro de altura. Las playas de El Médano y La Tejita (playa nudista, tranquila y protegida), al este y al oeste, respectivamente, son un inmejorable marco para este edificio volcánico de 170 metros de altura, caracterizado por sus rojizos materiales y los cortados verticales, provocados por la erosión marina, que configuran un acantilado de más de cincuenta metros de altura. A los pies de Montaña Roja, se encuentra el último paraje arenoso natural de la provincia, una laguna que recibe el nombre de La Mareta, refugio de una colonia de más de cien especies de aves llegadas, de paso, desde el continente africano.
Cinco, su gastronomía. San Miguel de Tajao, o sólo Tajao, en la isla canaria de Tenerife, es una de las mejores opciones para reponer las fuerzas mermadas tras la visita al Parque Nacional del Teide y disfrutar de las maravillas naturales que ofrece la isla. Al término de la jornada, bien merecido es recompensar al orden digestivo y al paladar. En la vertiente oriental de la isla, las enormes laderas que forman el Parque Nacional del Teide se van suavizando gradualmente hasta la costa, donde se encuentra el pueblo pesquero de Tajao, referencia gastronómica indiscutible de la costa sur y donde disfrutas de las especialidades isleñas, mezclas de influencias andaluzas, con algunos ingredientes americanos y siempre presente las tradiciones guanches.
Seis, naturaleza y turismo rural. El Parque rural de Teno. Un rincón en el que la naturaleza ha derrochado generosidad. Y en donde el hombre, por su parte, ha sabido explotar con acierto estos recursos. Geológicamente es una de las zonas más antiguas de la Isla, con una edad aproximada de unos 7 millones de años, hecho que queda patente al observar su abrupta y erosionada morfología. Estos alicientes naturales y su interesante patrimonio de flora y fauna, con endemismos muy singulares, constituye este excepcional enclave. Por sus valles y laderas se dispersan pequeños caseríos, buenas ejemplos de su arquitectura tradicional, en donde se conserva con mucho esmero un importante legado cultural, etnográfico y folclórico.
Y siete, La Orotava, una de las zonas turísticas más importantes de la isla de Tenerife, con un clima y un paisaje envidiable y frondosa vegetación. Aquí se encuentra el famoso parque temático de Pueblo Chico, así como las bodegas de renombre por su gran vino de denominación de origen, y excelentes playas de arena negra de origen volcánico, como la Playa Ancón o Playa del Bollullo.
