En el corazón de Cataluña, a 85 kms. de Barcelona, es la capital de la Comarca de Osona, región con un gran patrimonio histórico y gastronómico
El Templo Romano y La Catedral
Los romanos la llamaron Ausa y en el siglo 1 d.C dejaron en la ciudad un templo. Se trata de un pequeño templo de ocho columnas de capiteles corintios que se descubre en 1882 al derruir el castillo de los señores de Montcada que lo ocultaba. Su restauración nos lo muestra elegante, sobre un podium, es el comienzo de esta visita.
Por las estrechas calles del Vic medieval nos encaminamos a la Plaza de la Catedral, en pocos minutos llegamos rozando su campanario del siglo XI. De 40 metros, es el más alto de Cataluña de estilo románico. A la vuelta está la fachada de la Catedral de Sant Pere del siglo XVIII que preside una imagen del santo. El ambiente del interior es muy especial, deslumbrando con la combinación de sus doradas columnas cuadradas y las pinturas murales de Josep María Sert, de fuerte carácter expresivo neobarroco, de voluminosas figuras en claroscuro (que nos recuerda a Caravaggio y a Goya) en negros, ocres y rojos, realizadas a mediados del siglo pasado.
A la izquierda de la plaza hay un edificio modernista, la Casa Colomer que destaca por sus formas geométricas asimétricas y su curiosa tribuna en el primer piso.
Vic [in]visible
Si vamos hacia la derecha de la Catedral, vamos a pisar un código QR incustrado en el pavimento. Es el acceso al Vic [in]visible, que tiene como objetivo visualizar imágenes del patrimonio de la ciudad a través de nuestros dispositivos móviles. Es un proyecto que nos permite ver fotografías históricas desde el lugar que se tomaron. En el caso de la Catedral aparece una fotografía de alrededor de 1920 firmada por Josep Palmarola en la que se ve un pequeño santuario ya desaparecido, cercano a la entrada de la Catedral. Hay once puntos integrados en espacios públicos.
El Puente románico
Por la calle de Santa María llegamos al cauce del río Méder, girando hacia el este veremos el Puente de Queralt, que fue el acceso a Vic viniendo desde Barcelona hasta 1274, a partir de entonces se desvió el camino hacia el oeste para entrar a la ciudad por el puente del Remei. Es un puente románico construido en el siglo XI. Ha sido utilizado como emblema de Vic, incluso apareció en el reverso del billete de 5 pesetas en 1954, por esa razón se le conoció como “el puente del duro”.
La Plaza Mayor
Volviendo hacia el centro por la calle Dels Dolors atravesamos el Casco Antiguo de nuevo por calles estrechas en dirección norte. Llaman la atención edificios decorados, pequeñas plazuelas y, al llegar a la calle Dels Argenters, tiendas de charcutería que exhiben en sus escaparates salchichones, botifarras y otros atrayentes embutidos elaborados del cerdo (algunos incluyendo trufa) que siguen dando fama a Vic.
Entramos ya a la Plaza Mayor también llamada del Mercado, por ser una explanada donde se celebraba un mercado a cielo abierto que se sigue haciendo martes y sábados. En el siglo XII se empezó a levantar casas en su alrededor, algunas con pórticos y arcos tan altos como para permitir entrar un hombre a caballo. El centro de la plaza nunca fue empedrado o asfaltado, lo que ha permitido mantener su esencia.
La Trufa Negra
En el mercado del sábado se venden trufas negras de calidad controlada, recolectadas en la comarca, una de las regiones españolas más activas en truficultura. Existen más de 180 especies de trufas, de las que sólo una minoría tienen interés gastronómico. Hay 2 que se encuentran en Vic: Tuber melanosporum (trufa negra de invierno) y Tuber aestivum (trufa de verano). Cada año se celebra en Vic el Trufforum, evento internacional cuyo objetivo es promocionar el uso responsable de la trufa europea en las cocinas domésticas y profesionales, así como el turismo micológico en las zonas productoras de Europa.
Dormir y comer
Hotel Les Clarisses. Ocupa un edificio histórico construido en el siglo XVII, enclavado en la muralla de Pere III en el corazón de la ciudad, a pocos metros de la catedral de Sant Pere. Alojamiento sencillo y con encanto. Plaça de Malla, 1. Tel.: 936 606 000
Restaurante El Gravat. En el centro histórico de Vic. Gastronomía honesta y valiente. Sant Miquel dels Sants 19. Tel.: 938 860 276.
Restaurante Ca I’U. Uno de los restaurantes más antiguos de la ciudad de Vic, ubicado en una casa señorial del siglo XVIII con frescos en las paredes de Francesc Plà el Vigatà. Cocina de toda la vida, modernizada. Carrer de la Riera 25. Tel.: 93 889 03 45.
Restaurante Ca La Cinta. Cocina tradicional catalana con un toque de modernidad y personalidad. Carrer Alou, 16, Sant Agustí de Lluçanès. Tel.: 938 57 81 61 – 666 13 56 14.
Restaurante Thymus – Horta (Manlleu). Cocina ágil y actual con producto fresco de temporada y proximidad. Plaça de Gràcia, 13, Manlleu. Tel.: 691 595 749.