Las palabras campamento y verano llevan años caminando juntas. Tanto que marcan el inicio de esta época del año de manera mucho más significativa que el propio calendario y sus temperaturas.
A día de hoy es casi más complicado conocer a alguien que no haya disfrutado de varias semanas en un campamento de verano que de alguien que sí lo haya hecho. Y es que lo que empieza siendo como una fórmula de conciliación para los padres, termina por convertirse en el vicio de los más pequeños. Y sí, aunque veas a tu hijo llorar el primer día, te aseguramos que también llorará el último y no será por el mismo motivo.
Porque los campamentos de verano marcan un antes y un después en la vida de los más pequeños de la casa. Socializar, afrontar unos días de forma algo más «independiente» o incluso aprender a realizar tareas básicas como puede ser hacer la cama. Al final son formas de educar de manera divertida y de vivir sin estar bajo el amparo de los padres.
¿Cómo sé cuál es el campamento que se adapta mejor a mis necesidades?
Es la pregunta más repetida entre los padres que están pensando llevar a sus hijos a un campamento por primera vez. Se vuelven locos buscando a través de internet y, ante tantas opciones, no consiguen focalizar.
Para evitar que ocurran estas cosas y simplificar la labor de los padres, existen plataformas como juvigo, un portal en línea de viajes y campamentos de verano para niños y jóvenes. Una forma sencilla de encontrar toda la información de forma clara y concisa. Además, que si te quedas con dudas, siempre puedes recurrir a su equipo, a través de correo electrónico, teléfono o WhatsApp. Fácil… ¿verdad?
Los «nuevos» padres deberíais sentiros muy afortunados de poder contar con una herramienta como esta. No porque sin ella no fuerais a lograr vuestro objetivo, sino porque acaba de empezar su andadura por los campamentos españoles. A pesar de ello, su equipo lleva cinco años ayudando a familias de países como Francia, Bélgica o Portugal a encontrar el campamento ideal.
Tipos de campamento de verano
La primera pregunta es obligada: ¿qué apasiona a tus pequeños? Si consigues dar con un campamento que cuente con las principales aficiones de tu hijo, entonces tendrás el 80% del trabajo hecho. Al menos te aseguramos que no llorará (mucho) el primer día.
Con tienda de campaña. Es la opción que más suele atraer a los pequeños de entre 8 y 9 años (la edad ideal para comenzar a apuntarlos a este tipo de actividades). El hecho de poder pasar varias noches en tiendas de campaña con otros niños, utilizar sacos de dormir y hacer excursiones que son como aventuras en el campo, son una apuesta segura.
Campamentos urbanos. Esta opción es la más elegida por aquellos padres que buscan conciliar el trabajo con las vacaciones de sus hijos sin que estos se alejen mucho (ya sea porque los niños no quieren o porque son muy pequeños). Suelen realizarse en las propias escuelas y son una buena forma de ver si a los peques les gusta este tipo de actividades. Además, al no estar con sus compis de clase de siempre, esto les vendrá muy bien para socializar.
Campamentos bilingües. Hay quien manda a sus hijos a estudiar idiomas fuera en verano o quienes prefieren optar por una opción algo más económica y tirar hacia una inmersión lingüística. Lo bueno de esta opción es que no tiene edad… solo niveles.
Campamentos de cocina. No os penséis que este tipo de campamentos ha surgido a raíz del «boom» de hacer bollería casera durante el confinamiento. Antes de ello, ya había muchos jóvenes interesados en esta disciplina, pero sin tiempo suficiente como para desarrollarla. Esta es la opción ideal si a tus hijos les apasiona el mundo de la gastronomía. De nuevo… aquí la edad es solo un número.
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