Durante los últimos años, el mundo ha empezado a sufrir una transformación a uno en el que la tecnología analógica forma parte de la vida cotidiana. Esto incluye a las empresas, que han empezado a implementar tecnologías en pro de dar un mejor servicio, buscar mejores oportunidades de negocio, y así hacer crecer sus ventas.
La llegada del COVID-19 supuso un acelerador en el proceso de transformación digital, en especial en los países en los que ya había planes de hacerlo en los próximos años. Como consecuencia, aquellas empresas en las que todavía no estaba tan integrada la tecnología, se vieron forzadas a acelerar el proceso para igualar a la competencia. O al menos, es lo que deberían hacer.
No es tan fácil para empresas pequeñas o anticuadas sumarse a la transformación digital, y menos en un período tan corto de tiempo. El panorama tan caótico, tanto a nivel social como económico, tampoco es alentador. Sin embargo, incluso bajo estas condiciones, las empresas deben responder pronto y sin perder de vista su propia recuperación financiera y las estrategias que ya se habían planteado para el futuro.
Esta situación supone un reto muy grande para la gran mayoría de compañías, aunque esto no implica que sea algo imposible. La transformación digital siempre va a ser viable en cualquier tipo de compañía, pero es necesario tener la asesoría apropiada. Por suerte, las empresas que prestan consultoría informática siguen funcionando a tope en la era del COVID-19, que son aquellas compañías que ayudan a otras a implementar nuevas tecnologías.
Los primeros pasos en la transformación digital
A pesar de que se estima que apenas un 20% de las empresas en todo el mundo ya forman parte de la transformación digital, son bastantes más las que ya han ido tanteando el terreno. La implementación del teletrabajo es una de las formas más intuitivas y fáciles de formar parte de esta transformación.
Si bien lo usual es ver el teletrabajo a través de plataformas que no están realmente pensadas para ello, al menos esto hace que no sea un territorio tan desconocido. El siguiente paso es formalizar esta modalidad de trabajo, y es en este punto en el que se hace necesario buscar una consultora informática como el GRUPO LINKA para gestionarlo.
Todo a la nube
El teletrabajo implica que una buena parte de los archivos de la empresa se tiene que compartir, y la forma más fácil y rápida es subiendo todos a la nube. Así, los trabajadores tienen acceso en tiempo real a la información necesaria, a parte de que se sincronizan sus progresos de forma automática.
Las soluciones en la nube son más refinadas que simplemente compartir archivos en tiempo real entre diversos usuarios. Aquí también se incluye el acceso remoto a escritorios virtuales creados exclusivamente con fines laborales. Es una forma más controlada de trabajar, ya que cumple la misma función de una oficina física, la de asignar un espacio a las actividades específicas del trabajo.
Lo bueno de los escritorios virtuales es que solamente se les da acceso a los trabajadores, y cada uno de forma individual. De esta forma, se evita mezclar los archivos personales que pudiera haber en el dispositivo del empleado, con los de la empresa. Además, los escritorios virtuales son de los primeros pasos para implementar más tecnologías.
El nuevo reto: la seguridad informática
Una preocupación válida de tener los datos confidenciales de la empresa en Internet es que se pudiera filtrar la información, o que un tercero ajeno pudiera acceder a ella. Parte de la solución es justamente crear escritorios virtuales porque funcionan de forma independiente al dispositivo de acceso, lo que los protege de cualquier malware que pudiera estar en el dispositivo.
Sin embargo, la seguridad informática es algo que abarca más que eso. Es necesario bloquear directamente el acceso de terceros, y no solo como una simple consecuencia de una medida para hacer posible el teletrabajo. Para ello se utiliza lo que se conoce como Firewalls, que evitan las conexiones ajenas al sistema.
Otra clave para mantener la información segura es hacer un mantenimiento informático de forma regular con una empresa especializada. Si bien la idea es que no haya fallas en el sistema de seguridad, no evita que sea conveniente revisarlo periódicamente. También sirve en caso de que haga falta implementar nuevas tecnologías y capacitar al personal sobre ellas.
La transformación digital no solo implica que la empresa adquiera varias tecnologías, sino que sea capaz de implementarla para agilizar sus procesos internos. El factor humano sigue siendo importante porque son los trabajadores los que van a poner en práctica las herramientas digitales.
Se estimaba que en 5 años la transformación digital iba a ser la nueva normalidad en casi todo el mundo, pero la pandemia ha acelerado el proceso. Aún así, todavía es posible sumarse a tiempo con la colaboración y la orientación de una consultora informática.
