Nos empeñamos en creer que lo que nos gusta a nosotros, le tiene que gustar al resto de la humanidad. Pero, si por algo es bello el mundo, es porque existen tantas visiones del mismo como seres vivos habitan en él. Y lo mismo pasa con la comida. No podemos obligar al de al lado a que le guste el gazpacho o que el salmón ahumado se convierta en su pasión. ¿O si?
En lo que sí estamos todos de acuerdo es en la temperatura. En los grados centígrados que consumimos dependiendo de la época del año. Porque, ¿quién se come un cocido en plena ola de calor en Madrid? Y lo mismo pasa con el gazpacho. No he visto a nadie tomar uno tras pasar una larga jornada jugando con la nieve.
Un producto inimitable
Puede que creamos que cada producto tiene su época, pero hay algunos que se adaptan a los cambios de temperatura. Un claro ejemplo es el salmón, que tiene tantas formas de consumo que no sabría, personalmente, con cual quedarme. Aunque, si me hacen elegir a vida o muerte, el salmón ahumado es mi apuesta segura.
La fusión del salmón fresco con el humo natural crea una explosión de sabor y un aroma inconfundible. De hecho, son pocas las personas que conozco que aún no han degustado estos manjares. Especialmente los de Ahumados Domínguez, que son considerados como uno de los mejores salmones ahumados a nivel nacional, de gran prestigio y reputación. Y es que, si en su marca llevan el apellido, es porque detrás hay mucha historia.
Beneficios del salmón ahumado
Cuando se trata de alimentación, no podemos centrarnos solo en el gusto. También debemos tener en cuenta qué propiedades tienen los productos y si son realmente beneficiosas para nuestro organismo.
Desde hace unos años, el concepto de comida saludable revoluciona el sur de Europa. Cada vez son más las personas que deciden seguir una dieta basada en estos alimentos, uno de ellos el salmón ahumado. Poco a poco, su importancia dentro de esta cocina ha alcanzado niveles insospechados. Y, a día de hoy, se posiciona como un referente en este ámbito. Pero, ¿qué ofrece?
Este ingrediente típico de la cocina tradicional en el norte de Europa es rico en proteínas, lo que contribuye positivamente al desarrollo muscular. Además, sus grasas son buenas. Es decir, aportan más y más beneficios a nuestro cuerpo.
Pero, por si esto te parecía poco, el salmón contiene a su vez ácidos grasos omega-3, que ayudan a la disminución del colesterol. Esto último, anótenlo bien aquellos que se hayan hecho análisis hace poco.
El salmón en el plato
Cualquier amante de salmón ahumado que se precie, habrá probado este ingrediente sobre una ensalada o en tosta con queso feta. Aunque, siendo plenamente sinceros, estas recetas no son precisamente las más originales.
Sacar partido al salmón ahumado, como ya hemos visto, es sencillo. Pero a veces, está bien darle un par de vueltas a la cabeza y crear algo nuevo. De hecho, hay recetas como los ñoquis de salmón y alga nori que probablemente nunca se te habrían ocurrido. Porque, ¿cómo mezclar el alga con el salmón o con las huevas de arenque?
Y eso no es todo. Otro plato de lo más sabroso y saludable son las crêpes rellenas de aguacate y salmón ahumado. Una delicia que conquistará cualquier tipo de paladar que no conlleva mucho tiempo de preparación. Unas almendras, un poco de queso de cabra, algo de lechuga y listo para servir.
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