Cuando se producen los cambios de estación, para muchas personas es un aviso de que vendrán tiempos de sequedad nasal, congestiones y alergias. Para otras personas, sin embargo, estos malestares ocurren de forma esporádica, y algunas hasta se acostumbran al dolor y a la incomodidad, por no conocer remedios efectivos.
Nada es más molesto que tener dolor o incomodidad nasal, ya sean producidos por alergias, por rinitis, por congestión o problemas crónicos que se manifiestan en la cavidad nasal. A pesar de que muchas personas prefieren soportar el malestar hasta que sane por sí mismo, lo mejor es tomar las medidas que sean necesarias y, en el caso de decantarse por fármacos para una actuación más rápida, buscar algunos como el Rinobanedif, que es antibiótico, antiinflamatorio, antiséptico, descongestionante e hidratante, por lo que suele utilizarse tanto para la rinitis o sinusitis, como para la sequedad, la congestión y el malestar relacionado con el resfriado común.
Hidratar para no sufrir roturas
La mayoría de las afecciones que alteran el funcionamiento de la cavidad nasal tienen algo en común: provocan sequedad. La sequedad no sólo condiciona la forma en que se respira -haciendo de este proceso natural algo incómodo y engorroso-, sino que puede ocasionar pequeñas roturas dentro de la nariz, que aparte de dolorosas pueden ser lo suficientemente incómodas como para desconcentrarte de tus actividades diarias.
De hecho, tanto las roturas como la sequedad, son algunas de las causas de alteraciones del sueño más importantes en las personas que sufren alergias por los cambios estacionales o que sienten malestares asociados con la rinitis o la sinusitis. Por tal razón, el primer consejo para aliviar cualquier malestar en la nariz tiene que ver, indistintamente de qué malestar sea, con hidratarse correctamente para evitar sufrir sequedad o roturas.
En este caso, los consejos y métodos pueden ser variados, pero todos conducen a lo mismo, por lo que bien podrás:
- Utilizar una solución salina para enjuagar cuidadosamente el interior de la nariz.
- Inhalar vapor de agua o de un té de eucalipto, para limpiar las fosas nasales y eliminar la sensación de irritación.
Tratar el malestar y eliminarlo de raíz
Cuando el malestar ya se ha producido, es momento de aplicar correctivos que solucionen el dolor y la incomodidad. Como se ha mencionado antes, uno de los medicamentos más sencillos y baratos para utilizar es el Rinobanedif, que es una pomada que se aplica en poca cantidad dentro de la cavidad nasal y que actúa de forma inmediata aliviando todos los dolores, la hinchazón y la incomodidad que producen la congestión, el resfriado, la rinitis, la sinusitis y hasta pequeñas roturas producidas por accidentes no relacionados con afecciones nasales. Es seguro y no requiere de receta, y aquí puedes ver prospecto, donde entre otras cosas, comprobarás que está indicado para niños de 6 años en adelante, por lo que tendrás una solución adaptada para toda la familia.
Ahora bien, gran parte de las mejoras destacables en cuanto a las enfermedades nasales, está en la prevención. Tratar los malestares está bien, pero prevenir que vuelvan a suceder estará aún mejor.
Éstos son algunos de los consejos que debes seguir para ello:
- Ambiente: la humedad -tanto elevada como insuficiente- y el polvo e impurezas en el aire, son aspectos que favorecen que se puedan crear afecciones nasales. Mantener un hogar limpio, con una humedad correcta, y libre de polvos y ácaros, será beneficioso para las personas que frecuentemente acusen malestares de ese tipo.
- Refuerzo: comer frutas y verduras ricas en vitamina C, ayudará a no enfermar tan frecuentemente con problemas nasales o respiratorios. Si bien no evitarán que esporádicamente aparezca algún resfriado común, sí ayudarán para que sean más pasajeros y menos molestos, por lo que ni siquiera afectarán en el rendimiento personal o laboral.
Soluciones sencillas: tener productos como Rinobanedif también debe estar entre los mejores consejos de prevención, ya que ante la menor sospecha de malestar, podrás utilizarlo para aliviar cualquiera de sus síntomas, sin esperar a que se vuelvan más molestos o intensos.