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Protegerse del sol con persianas enrollables y alicantinas

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Si buscamos el término persiana en el Diccionario de la RAE, podremos comprobar que etimológicamente deriva del francés persienne, que significa de Persia (actual Irán). Como sucede con otras cosas, como el té (por ejemplo), Occidente debe a Oriente el uso de persianas (vocablo ya castellanizado) en sus hogares.

Persianas enrollables
Persianas enrollables

Hace tres siglos, aparte de alimentos y telas, en Francia se empezó a importar también persianas: una serie de tablillas dispuestas una tras otra que permitían bloquear la entrada de los rayos del sol. Desde entonces, las persianas han ido cambiando según lo ha hecho también la sociedad. Hoy día disponemos de materiales que antes no existían. El plástico es uno de ellos (descubre más aquí).

Fabricadas en madera o en PVC, las persianas se encuentran en toda vivienda y oficina. En un país como España, donde podemos presumir de una media de 3.000 horas de luz solar, no es de extrañar que, aparte de cortinas, dispongamos de persianas. A continuación, nos centraremos en las alicantinas y enrollables, de las que hay más información en este enlace.

Persianas enrollables de exterior

En general, distinguimos dos tipos de persianas: las enrollables y las alicantinas. Según el material con el que se fabrican, las enrollables pueden ser de aluminio o de PVC. La principal característica que les da nombre es, precisamente, la posibilidad de enrollarlas. Podría decirse que las alicantinas pueden englobarse, a su vez, dentro de las persianas enrollables, si permiten que las lamas se recojan.Los tres materiales principales en los que se fabrican son: tela, plástico, aluminio y madera. Las de tela reciben el nombre de estores, que pueden o no motorizarse (igual que las de plástico). En el caso de las de madera, estas otras únicamente se pueden enrollar de forma manual.El sistema es aparentemente sencillo: la persiana cuenta con una cuerda que, al tirar de ella, acciona el mecanismo por el que la persiana sube y baja. Entre las partes que la conforman encontramos: el cajón, el eje, la polea, los topes, las lamas, el recogedor y las guías laterales. De todos estos elementos, el recogedor es el que facilita lo fundamental: que la persiana sea enrollable.

De aluminio

El aluminio es un material que hace que la persiana adquiera una superficie reflectante. Además, como es un buen conductor eléctrico y térmico, permite resguardar el calor de las estancias interiores de las bajas temperaturas del exterior. Como cuenta con una capa externa de óxido, resiste bien la corrosión (a diferencia del hierro). En cuanto a su dureza, al ser bastante alta, la persiana final cuenta con una solidez mayor a la de materiales como la madera. Al no ser inflamables, resultan muy útiles para quienes han de instalar persianas enrollables en cocinas y en otros espacios donde haya riesgo de incendio. Actualmente, hay de aluminio motorizadas. Aunque son válidas también para los hogares, es común verlas en las industrias, donde se necesita proteger ciertos elementos con los que se trabaja tras una persiana que resguarde el continente de agentes externos o impactos.

De PVC

El policloruro de vinilo o PVC es un polímero; un plástico. De todos los tipos de plásticos existentes, es el más utilizado. Invertir en una persiana enrollable de PVC es una solución aparentemente menos medioambiental que invertir en una de madera. Sin embargo, el PVC es un termoplástico, lo que implica que, al cabo de mucho tiempo, cuando la persiana enrollable deja de ser útil, se puede reciclar perfectamente. Sometido a una alta temperatura, el PVC puede ser trabajado una y otra vez a fin de conferirle una nueva forma, que quedará fijada una vez el PVC se enfríe.La principal ventaja que presenta una de PVC, incluso frente a las de madera, es la limpieza. La pandemia ha contribuido a visibilizar la importancia de la higiene, y el PVC facilita la limpieza de las superficies que se fabrican con él. Así pues, el mantenimiento de estas de PVC es mucho más sencillo que en otros casos. Lo único que se necesita para mantenerlas limpias es agua y jabón, lo que las hace muy recomendables tanto para hogares como para centros sanitarios. Además, cuentan también con una propiedad impermeabilizante que alarga su vida útil, sin corroerse ni pudrirse a causa de la humedad.

Alicantinas

Su nombre apunta a Alicante, más concretamente al pueblo de Sax, donde parece ser que se sitúa el origen. Este tipo de persianas se fabricaban, en un principio, con los sarmientos de la vid. Es muy típica de zonas costeras, por lo que es frecuente, al verlas, evocar inmediatamente el Mediterráneo.Su principal función radica en proteger los interiores de la luz del sol sin impedir la circulación del aire, para así mantener las estancias ventiladas. Se pueden instalar, igual que las enrollables de PVC, en cualquier espacio: exterior o interior. En los casos en los que se quiere disfrutar de algo de fresco, pero sin perder la intimidad, suelen colocarse en las entradas de las casas. Habitualmente se fabrican en madera.

¿Dónde se pueden instalar estas persianas?

Tanto unas como otras, pueden emplazarse en ventanas, puertas, vallas, pérgolas… Las alicantinas aportan un toque rústico que se valora mucho en los jardines, por ejemplo, para los espacios de esparcimiento, resguardando los butacones del sol del exterior sin sacrificar la brisa.

Las persianas enrollables de aluminio y PVC proporcionan una sensación más moderna y menos tradicional. Pueden encontrarse fácilmente en edificios de obra nueva y, también, en talleres industriales y centros donde mantener la higiene es una constante.

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