Seguramente has pensado más de una vez en recrear en casa ese maravilloso postre de tu restaurante favorito, pero te has dado por vencido incluso antes de empezar, ya sea por falta de tiempo, por su aparente dificultad de elaboración, o simplemente por pereza. Pero se acabaron las excusas. Verano es la época ideal para probar y practicar todo aquello que durante el resto del año vas posponiendo. Sin prisas, en buena compañía, alejado de la rutina diaria y, si es posible, de relax en alguna playa paradisíaca.
Con estas sencillísimas recetas de postres caseros vas a ver que ésa crujiente tarta de manzana con hojaldre y crema pastelera ya no está reservada sólo para ocasiones especiales. Desde las mismas tartas hasta los bizcochos, pasando por la leche frita o el brazo de gitano. Desde la misma manzana hasta el chocolate, pasando por el queso o el turrón son buenos postres. Un par de galletas de mantequilla o unos crepés dulces para acompañar con el café en el desayuno, un bol de arroz con leche o unas natillas de la abuela para el postre, unas bolitas de oreo al caer la tarde o un puñado de trufas de chocolate después de un paseo nocturno junto al mar. Sin olvidar, por supuesto, la clásica macedonia de frutas, una opción de lo más saludable y perfecta por su versatilidad para cualquier momento del día en estos calurosos meses. ¿Qué mejor que refrescarse con postres como un mix de peras, plátanos, melocotones y fresas, acompañadas de un toque de chocolate y nata, un puñado de frutos secos y regadas con alguna cucharada de brandy?
Ya sea para sorprender a tu pareja con unos bocaditos de hojaldre dulces bañados con miel, para recibir a tus invitados con unas orejuelas de carnaval o porque te vas a independizar y no quieres dejar de saborear esa tarta de zanahoria de tu madre, éstos dulces éstan al alcance de todo el que quiera intentarlo. No es necesaria ninguna formación previa, tan sólo un poco de interés y ganas de aprender y, obviamente, ¡de comer!
Además, cocinar es una actividad perfecta para trabajar en grupo, compartir habilidades y experiencias y conocer mejor los gustos de cada uno. Un plan propicio también para unir generaciones y fomentar la creatividad de los más pequeños mientras se divierten y aprenden hábitos de vida saludable, una parte fundamental de su adecuado crecimiento.
Visto lo visto, seguro que ya te estás relamiendo pensando en tu próxima creación. Ha llegado la hora de perderle el miedo a la cocina y, sobretodo, a la pastelería. Ha llegado el momento de ponerse manos a la obra y olvidarse del mundo exterior, una rica y sabrosa recompensa te espera.
Infinidad de texturas y sabores que harán que no te puedas aburrir, que siempre tengas ganas de más y que siempre encuentres el postre perfecto para esa situación o esa persona especial. Porque al final de todo, se trata de compartir vivencias, de compartir buenos ratos y de compartir las buenas cosas. ¡Endulzar un poco la vida nunca está de más!
¡Hola! estos postres, que podemos hacer en cualquier ocasión, estos nos ayudan a sorprender a nuestras familias.