El río Tajo que se abre en el océano Atlántico, las calles empinadas de los barrios históricos, la ropa colgada en las calles de Alfama, las cafeterías antiguas, el aire bohemio del Barrio Alto, la elegancia del Fado, las grandes plazas… Pero Lisboa cuenta también con interesantes museos, que los viajeros no se pueden perder durante su estancia en la “ciudad de las siete colinas”.
Uno de los más destacados es el Museo Calouste Gulbenkian, que expone en sus galerías casi mil cuatrocientas obras, organizadas en diferentes secciones: Arte Egipcio, Arte grecoromano, Arte de Mesopotamia, Arte del Oriente Islámico, Arte Armenio, Arte del Extremo Oriente, Escultura, Arte del Libro, Pintura, Artes Decorativas y obras de René Lalique.
En el Parque Gulbenkian se encuentra también el Centro de Arte Moderno Azeredo Perdigão, también perteneciente a la Fundación Gulbenkian. Creado en 1983, el centro de arte moderno. Organiza importantes exposiciones temporales dedicadas a artistas portugueses e internacionales. En la colección permanente destaca la sección de obras de artistas portugueses de las primeras décadas del siglo XX. Quienes visiten Lisboa los próximos meses, tendrán la oportunidad de visitar una exposición dedicada a de Amadeo de Souza-Cardoso, considerado pionero del modernismo en Portugal.
Si buscan para dormir, como consejo, consultar en esta web de alquiler de pisos, tienen muchas opciones en Lisboa (ellos son de Lisboa). Imprescibndible, el Museo do Carmo, en las ruinas de la iglesia homónima: edificada en el siglo XIV, por su monumentalidad, la iglesia del Carmo fue un símbolo de la ciudad. Al igual que muchos monumentos de la ciudad, la iglesia sufrió daños gravísimos en 1755, por el terrible terremoto y el incendio que destruyó el edificio casi completamente. En los años siguientes se empezaron las obras de reconstrucción, de estilo neogótico, pero ya a mediados del siglo XIX se decidió no continuar, prefiriendo conservar las naves de la iglesia “a cielo abierto”, de acuerdo al típico gusto romántico que tenía especial predilección por las ruinas. Hoy el edificio, que se puede considerar un monumento al terremoto de 1755, alberga un Museo Arqueológico, fundado en 1864.
Para los amantes de la literatura, una etapa obligada es la Casa dos Bicos, que desde 2012 alberga la Fundacao José Saramago. El edificio, originalmente construido en el siglo XVI, fue destruido por el terremoto de 1755 y reconstruido posteriormente, en el siglo XX. Hoy en la Casa se puede visitar una exposición sobre la vida y la obra del gran escritor portugués, quien ganó el Premio Nobel de Literatura en 1998. Además, la Fundación organiza conferencias, debates y conciertos.
Fotografías: Luis Medina
