En todo El Bierzo resuena en cada rincón el nombre de Enrique Gil y Casrrasco y su libro «Bosquejo de un viaje a una provincia del interior». Corría el año de 1843 y gracias a sus escritos se conoce como fue esta privilegiada comarca leonesa, portadora de un microclima que permite los más variados cultivos.
La gastronomía berciana a tomado cariz en los últimos años y sus platos y productos se encuentran en las mesas de los mejores paladares. Pero también sus pueblos, con una arquitectura popular próxima a las casas lucenses, sus monasterios y su rico paisaje, han convertido a este pedazo de tierra leonesa en uno de los enclaves más admirados por el viajero.
Aquí, en el Bierzo Alto, se encuentra Bembibre, antiguo caserío de orígenes astures, repoblada en la época de Alfonso IX. La que fue una modesta población, se ha convertido hoy en día en una ciudad de unos 15.000 habitantes. De su pasado, de sus tradiciones, muchas de ellas perdidas, cuenta un particular museo dedicado no sólo a la historia secular de la urbe sino de todo el Bierzo Alto. En el mismo emplazamiento en el que se encontraba el Hospital del Peregrino se encuentra el Museo Municipal Bierzo Alto. Bembibre forma parte del camino de Santiago, si bien el itinerario más utilizado, el denominado camino francés lo deja fuera de ruta. Este otro camino aparece en diferentes guías del peregrino y es una buena opción para realizar este itinerario universal de una forma alternativa.
El Museo
Fue Angeles Alonso Rubio, junto con los miembros de la Peña de Montañeros Gistredo, los promotores de crear un museo donde se albergaran objetos relacionados con los usos y costumbres tradicionales. La iniciativa tuvo tanto éxito que a manos de los promotores llegaron cientos de objetos donados por gente del lugar de forma desinteresada.
La casa berciana es uno de los ambientes que recrea el museo. En especial destaca la cocina por ser una de las dependencias más importantes. Aquí y allá se presentan platos, chocolateras, potes, sartenes, platos, cacerolas, molinillos, sartenes, cántaros, candiles o artesas. Singular es también la alcoba, en la que destaca la ropa de cama, la propia cama y la artesanal cuna, junto al palanganero de porcelana.
Curiosos son los objetos expuestos referentes a la agricultura y la ganadería, actividades que constituyeron durante siglos el modus vivendi de la comarca. Arados, azadas, hoces, trillos, cestos, romanas, alimañeras o yugos, recuerdan estos oficios tradicionales.
De otros oficios como el de carpintero, herrero, molinero o zapatero hay constancia en obras como un tacatá, algunos juguetes y arcones y baúles. Y tampoco hay que olvidar la artesanía del bordado, reflejo en el traje regional de Bembibre o en delicado traje bautismal.
En la retina de muchos ancianos y no tan mayores se avivará el espíritu escolar a través de la reproducción de una escuela rural, con sus pequeñas pizarras, algunos braserillos que los niños llevaban para entrar en calor, entre otros objetos.
Todo un mundo de sensaciones pasadas en unos 270 metros cuadrados que permiten no olvidar un pasado no tan lejano.
Museo Municipal «Bierzo Alto»
Paseo El Santo, s/n. – 24300 Bembibre (León)
Visitas.- Individuales y pequeños grupos.
De lunes a viernes a partir de las 15 horas.
Colectivas. Se ruega concertarlas previamente.
Tel.: (+34) 987 51 02 13 – 987 51 00 01.