Montserrat es punto de peregrinaje para creyentes y cita obligada para viajeros y amantes de la montaña, resiste los embates del tiempo y el progreso desde que se fundó, allá por el siglo XI de nuestra era.
En el centro mismo de Cataluña, en la provincia de Barcelona, y más concretamente en la comarca del Bages, cuya capital es la ciudad de Manresa, el macizo montañoso de Montserrat acoge al monasterio de Santa María de Montserrat. Una montaña de estructura singular, situada al oeste del río Llobregat, que se alza hasta una altura de 1236 metros sobre el nivel del mar en su pico de Sant Jeroni. Un paraje natural de increíble belleza, paraíso de escaladores que se sienten atraídos y retados por igual por sus perpendiculares paredes. Destacan en ella las cumbres del Cavall Bernat, las Agulles, el Serrat del Moro, el Montgrós, Sant Joan, y la Palomera.
Perfiles fantasmagóricos y musas imaginarias se presentan ante los ojos y la imaginación del viajero al contemplar la grandeza de estas estructuras y roquedos. A lo largo de los siglos, la erosión y los cambios climáticos han modelado sus enormes paredes, y dado forma a unos curiosos bloques altísimos, pero lisos y redondeados, de roca y arcilla, que sugieren la forma de dedos levantados hacia el cielo. No en vano, fue declarado parque natural en 1987 para preservar su conservación.
En este entorno de Montserrat cohabita la vegetación mediterránea con aves y pequeños y medianos mamíferos, propios de la zona: ejemplares endémicos y autóctonos que son los auténticos mantenedores de tan hermoso enclave.
El Monasterio
El santuario, sobrepasado únicamente por los picos más altos del macizo, sufrió la devastación de varias guerras e invasiones, y en diferentes ocasiones fue reconstruido. El conjunto arquitectónico del monasterio, abrumador, lo forman dos bloques de edificios con diferentes funciones. Por un lado, la basílica, con las dependencias monacales, que actualmente se encuentra habitada por una comunidad de unos ochenta mojes y los Escolans, el coro de niños cantores más antiguo de Europa, que forman la Escolanía de Montserrat, fundada en el siglo XIII. Por otro lado, los edificios en los que se encuentran restaurantes, tiendas y la zona de alojamiento, destinados a acoger y atender a los peregrinos y visitantes.
Su edificio principal, la basílica, que fue reconstruida finalmente en su totalidad en el siglo XIX, ocupa una sola nave, sostenida por columnas centrales, a cuyo alrededor están dispuestas diversas capillas. El claustro, de estilo neo-románico, tiene dos pisos intermediados por columnas de piedra. La sala capitular y el refectorio, ambos del siglo XVII, fueron reformados en 1925. Ampara también, el monasterio, entre sus muros, un importante museo, el Museo de Montserrat, que cuenta con una sección dedicada a la prehistoria, otra con exposición de materiales arqueológicos relacionados con la Biblia, y una pinacoteca en la que se exponen obras de los siglos XVI al XIX. Cuenta así mismo, con una de las mejores bibliotecas del país.
Extramuros, varias plazas ornamentan y organizan el conjunto: la plaza de Santa María, principal y punto de acceso al monasterio; la plaza del Abad de Oliva, punto de entrada a los albergues de peregrinos; y por último, la plaza de la Santa Cruz, que recibe su nombre de la cruz que la adorna.
Historia
Hay diferentes teorías el origen del Monasterio de Montserrat. Existe evidencia histórica de que en el año 880 se creó en el macizo una capilla para culto y veneración de la Virgen. Y se sabe de cierto que en el siglo XI un monje llegó desde el monasterio de Santa María de Ripoll para encargarse del monasterio de Santa Cecilia, hoy en día una de las ermitas cuyos restos resisten abandonados en las paredes de la montaña. Sobre el año 1082, el abad Oliva, que así se llamaba el monje, decidió fundar el monasterio de Santa María, hoy de Montserrat, en el que se erigía una ermita así llamada, que pronto se convertiría en importante santuario.
Así empezó a destacar como lugar de peregrinaje y fuente de ingresos, y por ello fue motivo de discordia entre castellanos y catalanes por su regencia. A finales del siglo XII el abad que la dirigía solicitó permiso para ampliar la comunidad de monjes a un número de doce, mínimo requerido para ser considerada abadía. Y fue durante el siguiente siglo cuando comenzó la pugna por lograr su independencia del monasterio de Ripoll. Con el correr de los sucesivos siglos, fue pasando intermitentemente de manos castellanas a catalanas, consiguiendo y perdiendo su independencia en varias ocasiones, hasta su última reforma, momento en que definitivamente quedó bajo la tutela de la orden benedictina y de Cataluña.
En el año 1493, el monje Bernat Boíl, ermitaño de Montserrat, acompañó a Cristóbal Colón, propiciando la expansión del culto a la Virgen de Montserrat al Nuevo Mundo.
La leyenda
La Virgen que se halla en este santuario es conocida popularmente como La Moreneta por el color oscuro que refleja la talla en manos y rostro. Hay muchas y variadas versiones sobre este dato colorar, y muchas son las Vírgenes de color moreno expuestas en santuarios españoles.
Aquí, según cuenta la leyenda, en el año 880, unos pastorcillos vieron descender del cielo una inmensa fuente de luz acompasada por una bella melodía. La visión se repitió varias veces por lo que pudo ser observada por “personas cultivadas que la avalaran como cierta”. Cuando la noticia llegó a oídos del obispo, éste decidió programar una visita durante la cual encontraron la talla de la Virgen en una oquedad llamada desde entonces la Santa Cova. El obispo resolvió trasladarla a la capital, en la ciudad de Manresa, pero al intentar moverla ésta se mostró inesperadamente pesada, lo que interpretaron como el deseo de la Virgen de que su figura se quedase en la montaña. Y fue por este motivo que le erigieron una capilla allí mismo, origen del actual santuario.
Desde el momento del hallazgo, Montserrat ha sido considerada centro de espiritualidad. Lo demuestran las numerosas capillas y ermitas dispersas, muchas hoy abandonadas, como la mencionada de Santa Cecilia, y también el monasterio de Sant Benet, Sant Joan o Sant Jeroni.
Montserrat igualmente atesora la talla que en la actualidad se venera, es de factura románica del siglo XII, realizada en madera de álamo. Tiene una altura de 95 centímetros y representa a la Virgen con el niño sentado en su regazo. En su mano derecha ella sostiene una esfera que simboliza el universo, mientras el niño ase una piña con su mano izquierda y levanta la derecha en señal de bendición.
Asimismo, recibió el reconocimiento oficial de parte del Papa León XIII, el día 11 de septiembre de 1844, quien declaró oficialmente a la Virgen de Montserrat patrona de la diócesis de Cataluña, con beneficio de tener misa y oficios propios. Se celebra su festividad el 27 de abril.
Datos prácticos
Montserrat es un fenómeno rico y pluridimensional: un parque natural único en el mundo, uno de los museos más importantes del país y el Santuario de la Patrona de Cataluña.
Donde Dormir
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Cómo llegar:
Llegar a Montserrat es fácil, tanto si optan por el transporte público como por el vehículo particular. Cada hora hay trenes desde Barcelona y Manresa que enlazan con el cremallera y con el teleférico. Además Montserrat está bien comunicado con las principales carreteras del país.
El cremallera de Montserrat es un medio de transporte público que permite disfrutar plenamente del entorno de la montaña y supera un desnivel de más de 600 metros. Recorre más de cinco kilómetros y une la estación de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya en Monistrol de Montserrat con el monasterio.
El trayecto dura 15 minutos y la frecuencia habitual desde Monistrol Vila es de 20 minutos.
Información cremallera:
El teleférico de Montserrat, inaugurado en 1930, se ha convertido en el medio más rápido para llegar a Montserrat. Con un recorrido de 1.350 m y una velocidad media de 5 m/s, permite escalar cómodamente la montaña en sólo 5 minutos, superando una pendiente de hasta un 45%.
Durante el trayecto se puede admirar el magnífico paisaje y vislumbrar algunos de los monumentos del espléndido Rosario monumental. Cada 15 minutos sale una cabina.
Tel.: (+34) 902 31 20 20
Información teleférico:
En la estación de Barcelona-Plaza de España hay trenes de la Generalitat de Cataluña que salen hacia Montserrat cada hora desde las 8.36 h. La línea R5 (Barcelona-Manresa) tiene enlace con las estaciones del teleférico de Montserrat y el cremallera de Montserrat.
Tel.: (+34) Tel: 93 237 71 56 / 93 835 00 05
Oficina de Información de Montserrat :
Horario: De 9.00h a 19.40h Tel.: (+34) 93 877 77 01