¿Eres de los que aman el mar? Si la respuesta es afirmativa, seguro que estarás deseando subir a un barco y volver a navegar. Hoy te decimos que estás de suerte y que los cruceros vuelven a reactivarse.
Cada vez estamos más cerca de volver a la normalidad. Y no hablamos de la «nueva normalidad» a la que nos hemos acostumbrado en los últimos años. Nos referimos a una que se sitúa mucho más cerca de la que conocíamos antes de que apareciera la COVID-19 en nuestras vidas.
Con la vacunación y la reactivación de la economía, son muchas las navieras que vuelven a navegar. Eso sí, lo hacen bajo estrictas medidas de seguridad y movilidad. Una forma de afrontar los efectos negativos de la pandemia poco a poco.
¿Qué medidas sanitarias debo tener en cuenta si quiero navegar?
Si estás pensando en ser de los primeros en realizar un crucero tras superar la peor parte de la pandemia, es importante que sepas las medidas sanitarias y/o de seguridad que están aplicando las diferentes navieras. Muchas de ellas, ya te avisamos, comparten las principales normas, lo que te simplificará la búsqueda de las mismas. De todas formas, en este post te dejamos un resumen de las mismas.
1.-El número de pasajeros se reduce para poder mantener la distancia de seguridad de dos metros. Por ello, te recomendamos que reserves con más tiempo del habitual y no te arriesgues a quedarte sin camarote.
2.-Durante el embarque se tomará la temperatura a cada uno de los pasajeros y se les observará para ver si presentan algún signo de coronavirus.
3.-Cumplimentar un cuestionario de salud. Preferentemente se realizará a través de internet y en él tendrás que indicar si presentas síntomas o has estado expuesto al virus poco antes de viajar.
4.-Pruebas PCR. Obligatoria para mayores de 6 años, debe realizarse 72 horas antes del embarque. También puede presentarse un test de antígenos realizado ese mismo día, justo antes de subir a la naviera.
5.-Aquellos pasajeros que cuenten con la pauta completa de vacunación deben tener la documentación a mano por si la requiere el personal del arco en algún momento.
¿Dónde me voy de crucero?
Una vez tengas claras las medidas sanitarias y toda la documentación en regla, toca ver dónde te vas. Si te soy sincera, yo no haría ascos a ningún crucero. Me vale tan solo con el sonido del mar. Y es que, por si aún no lo sabes, soy una enamorada de los océanos. Por eso, he pensado que te voy a hablar de los que yo he realizado y también de uno que tengo en mi lista. ¡Empecemos por este!
Crucero a Alaska. Así es. A pesar de ser una de las personas más frioleras que existen sobre la tierra, este viaje es uno de los que más ilusión me haría realizar. Con magníficos glaciales, puertos y una variada flora y fauna, la tierra del hielo ofrece visitas, por ejemplo, a la ciudad de Juneau, donde se inició la gran fiebre del oro. También a la de Ketchikan, capital del salmón y punto de partida para la mayoría de excursiones.
Descubre las Islas Griegas. Al igual que en el mencionado anteriormente, es muy probable que tengas que coger un avión para llegar al puerto desde el que zarpa el crucero. Este viaje fue el primero que realicé en barco y se podría decir que es uno de mis favoritos. Desde pequeña siempre quise ir a Grecia, y poder adentrarme en algunas de sus islas como Mykonos o Santorini fue toda una suerte. Sin duda, muy recomendable para realizar en la temporada de verano.
Capitales Bálticas. La segunda naviera que cogí fue para disfrutar algunas de las ciudades más bonitas del norte de Europa. Si eres de los que prefieren el fresquito al calor, este es tu crucero. Las temperaturas en esa zona no suelen pasar de los 25 grados, por lo que realizarlo en verano es un soplo de aire fresco. Además, estoy segura de que te sorprenderá que, en esa época del año, no llega a anochecer del todo, sino que el cielo toma un color rosado impresionante.
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