Ibiza es una isla “pequeña”: las mayores distancias de norte a sur alcanzan los 40 kilómetros y de este a oeste se sitúan alrededor de los 15 kilómetros. Por ello, la opción de moverse con cualquier tipo de vehículo a motor es muy recomendable si queremos llegar a todos sus rincones.
Existe una gran variedad de empresas y plataformas online de alquiler de coches en Ibiza que ofrece la solución adecuada a cada necesidad (parejas, amigos, familias o, incluso, viajes de trabajo) y permite disfrutar de 200 kilómetros de playas y calas con aguas turquesas, recorrer los pueblos de interior y observar su arquitectura tradicional (haciendo parada en Santa Gertrudis para probar un buen bocadillo de jamón serrano o en el mercadillo hippy de Las Dalias en San Carlos) o visitar el yacimiento arqueológico Poblado Fenicio de Sa Caleta en San José.
Los amantes del senderismo y las rutas a pie también necesitan un vehículo para llegar a los puntos de partida y a pie de montaña.
Así, por ejemplo, Alquiler Coches Ibiza, plataforma de Turbo Rent a Car, dispone de una amplia flota que abarca coches (con cambio manual y automático), jeeps 4×4 (todoterrenos), furgonetas, motocicletas, escúteres, ciclomotores y hasta quads y bicicletas de montaña, y cuenta con doce oficinas en la isla, una de ellas en el Aeropuerto de Ibiza, donde recoger y devolver el vehículo.
Los más atrevidos pueden decantarse por la libertad de una moto o escúter (con sus correspondientes cascos) y se benefician del valor añadido de poder aparcar fácilmente a lo largo de la “isla bonita”.
Ibiza también se caracteriza por la presencia de caminos de tierra o arenosos en los que un coche todoterreno garantiza seguridad y comodidad a la hora de atravesar la isla de punta a punta.
El alquiler es un proceso muy sencillo y sólo requiere presentar el DNI o pasaporte, un permiso de conducción con una antigüedad de, al menos, dos años y una tarjeta de crédito o depósito en metálico (en función del vehículo y del modelo).
Ibiza en primavera
Las islas Pitiusas suelen estar muy concurridas en verano y resulta aconsejable reservar la estancia con bastante antelación. Así que, quien pueda “escaparse” durante los meses de primavera, podrá disfrutar de estas maravillosas islas con menos agobios y a precios más asequibles.
Los días comienzan a ser más “largos”, las playas se encuentran menos concurridas y la temperatura del agua permite el baño, incluso para los más “frioleros”, y el tráfico es más fluido, por lo que se puede circular mucho mejor por las carreteras.
Además, las actividades recreacionales ya están a pleno rendimiento, pudiendo realizar una gran variedad de deportes en contacto directo con la naturaleza y visitas culturales (como el casco histórico de Ibiza – Dalt Vila).
Y, para lo más fiesteros, algunas de las discotecas más famosas del mundo y otros locales nocturnos celebran sus fiestas de apertura en los meses de abril y mayo.
De todas formas, cualquier época del año puede ser buena para dejarse atrapar por la magia de Ibiza y Formentera.