Respirar el aire puro o escuchar el sonido de las olas al romper son solo algunos de los atractivos de Formentera. Destino de naturaleza y ejemplo de turismo sostenible, esta isla del Mediterráneo no supera los ochenta y cuatro kilómetros cuadrados.
Con un acceso complicado, y que solo es posible a través de su hermana Ibiza, la isla mantiene todo su esplendor y sus paisajes no dejan indiferente a nadie. Todo esto, por no hablar de su carretera. Sí, en singular. Porque si por algo se caracteriza esta isla es por poder recorrerse de punta a punta en tan solo media hora. Así que imagina el placer de alquilar una moto en Formentera y fundirte con su ambiente.
La isla tiene su propia alma. El aire es más puro, la luz más clara y el mar más turquesa. Pero todo tiene una explicación. Gracias a la especial oxigenación del agua producida por la posidonia, Formentera es arte y su famosa planta, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El aura de Formentera
El clima benigno, su mar o sus gentes. Se dice que los que van a Formentera se llevan parte de ella y, a cambio, dejan un poco de ellos mismos. En el paisaje, predominan los blancos de las casas y las ropas. Del mismo modo, lo hacen el verde de los pinos o el dorado de las arenas y sus dunas. Todo ello, bajo el abrigo del azul cielo que baña sus aguas cristalinas.
La población aproximada en este páramo de belleza es de tan solo 9.500 habitantes. Aunque alcanza los 40.000 en los meses de verano, hemos de admitir que no es una isla inventada para el turismo. Sus hoteles son pequeños y sus casas, bajas y acogedoras. Además, en sus casi 90 kilómetros de extensión, no hay prácticamente un espacio de ladrillo.
Sus localidades
Para descubrir Formentera, solo hacen falta ganas. Porque vida le sobra. Entre sus localidades más importantes, destacan La Sabina, Sant Francesc Xavier o El Pilar de la Mola.
La Savina es el único puerto con el que cuenta esta maravillosa isla. Hasta allí llegan los ferry y podemos ver atracados lujosos yates y grandes cruceros que hacen escala. Asimismo, en la zona existe la posibilidad de alquilar coches, motos y bicicletas. Eso sí, desde aquí recomendamos las motos o bicicletas, pues os dará la posibilidad de explorar el paisaje a conciencia.
Es Pujols es el centro de turismo de Formentera. Aquí se concentra la mayor oferta hotelera, aunque también descubrimos preciosas playas de arena blanca y tranparente. En definitiva, un lugar que no te puedes perder.
Sant Francesc, por su parte, es cuna del turismo más relajado debido a sus blancas calles y pequeñas tiendas artesanales. La iglesia de Sant Francesc Xavier, sencillo templo de gruesos muros, es uno de de los sitios donde podemos parar y disfrutar.
El Pilar de la Mola destaca porque es la única población que conserva todo el ambiente rural. Se dice que Julio Verne se inspiró en su faro para escribir su libro «Héctor Servacd, viaje a través del mundo solar». Además, el faro, situado en la parte más alta de la isla, sirve de guía para los navegantes.
¿Qué buscas si vas a Formentera?
Puede que ni tú mismo sepas la respuesta a esta pregunta si estás preparando un viaje a sus maravillosas playas. Aunque aquí podemos decirte quién sí vio algo en sus paisajes. Y es que la música siempre ha necesitado de inspiración y qué mejor que un sitio tranquilo y rodeado de naturaleza.
En la década de los sesenta, la isla albergó a un gran número de hippies, con lo que la isla gozó de gran colorido y aires nuevos de libertad. Una libertad que aún se puede disfrutar en sus calles o los mercadillos de productos artesanales. Sur hermosas calas fueron como un imán para creadores de primera fila en el mundo de la música, como Pink Floyd o Bob Dylan.
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