En la provincia de Ciudad Real, las fiestas de la vendimia llevan a los jóvenes de Valdepeñas, ataviados con el traje típico, frente a la imagen de Nuestra Señora de la Consolación para ofrecerle el primer mosto del año. La misma alegría de la localidad manchega se encuentra en los amotinados de la madrileña Aranjuez (del 3 al 6) que conmemoran el famoso alzamiento contra Esquilache, retrocediendo al siglo XVIII.
Mirando hacia el sur, en la cordobesa Cabra (del 4 al 8), las fiestas de Santa María de la Sierra han sido declaradas de Interés Turístico. La imagen de la patrona se traslada desde su santuario hasta la ciudad, adonde llega al anochecer. También desde su santuario, se traslada la imagen de Las Virtudes hasta Villena (del 3 al 6). Allí, los vecinos de esta localidad alicantina, organizados en comparsas y acompañados por más de treinta bandas de música, desfilan por las calles del pueblo.
Aunque también existen desfiles de moros y cristianos, un atuendo bien distinto es el que utilizan los componentes de las danzas de Peñíscola (del 8 al 9). Con motivo de las fiestas en honor de la Virgen de la Ermitana, los castellonenses dansants, llauradores, gitanetes y cavallets ofrecen diversos pasos que se remontan a la noche de los tiempos. Prácticamente, durante todo el mes, se prolongan las fiestas con un amplio programa de actividades.
Los distintos pueblos de Portugal, continúan con las procesiones que ya iniciaron en el mes de julio. En Costa Verde, en la sierra de la Peneda, se celebra la peregrinación a la Virgen de la Penha (día 8), a apenas siete kilómetros de la ciudad de Guimaraes. Mientras, en la Costa da Prata, tiene lugar la romería en honor de Nuestra Señora de Nazaré que congrega a los pescadores devotos de una pequeña imagen que se conserva en la ermita.
En San Nicolás de Tolentino o La Aldea (día 11), nombre por el que se conoce a este pueblo en Gran Canaria, los festejos culminan con la Fiesta del Charco, donde los vecinos se lanzan calzados y vestidos al agua. Dos días antes, tiene lugar la bajada de la rama, un ritual de origen guanche en el que la multitud baja desde la cumbre hasta el mar, portando unas ramas para pedir a los dioses el beneficio de la lluvia.
En Reinosa, septiembre es el mes de las fiestas; primero con San Mateo y, posteriormente, el último domingo, con el Día de Campoó. En la calle, reviven viejos oficios y tradiciones que han definido durante siglos a esta particular comarca cántabra.