El Reina Sofía hace hoy la presentación de una exposición que nos acerca a la figura de Fernando Pessoa y a la vanguardia portuguesa de principios del siglo XX. Bajo el título de Pessoa. Todo arte es una forma de literatura, la muestra acerca al espectador a la escasamente conocida escena vanguardista portuguesa desarrollada entre 1914 y 1936 y en la que participó el poeta Fernando Pessoa (1888-1935) a través de sus escritos y sus amplias y versátiles propuestas artísticas.
En la muestra del Museo Reina Sofía se reúnen más de 160 obras de arte (pintura, dibujos y fotografía) de unos veinte artistas, como José de Almada Negreiros, Amadeo de Souza-Cardoso, Eduardo Viana, Sarah Affonso, Júlio o Sonia y Robert Delaunay, entre otros, así como abundante material documental original (manifiestos, libros y revistas, correspondencia, folletos, etc.) procedentes de diversas colecciones privadas e instituciones como la Fundación Calouste Gulbenkian, la Biblioteca Nacional de Portugal y el Centre Georges Pompidou, entre otros.
La exposición Pessoa. Todo arte es una forma de literatura toma su título de una cita de Álvaro de Campos, uno de los heterónimos más vanguardistas de Fernando Pessoa (Lisboa, 1888-1935), publicada en la influyente revista portuguesa Presença.
A través de la prolífica producción textual de sus más de cien heterónimos, Pessoa creó una vanguardia propia y se convirtió en intérprete de excepción de la crisis del sujeto moderno y de sus certezas, imprimiendo en su obra un otro yo múltiple que achacó a su desorientación existencial.
Paulismo, interseccionismo o sensacionismo son algunos de los términos acuñados por el poeta en sus numerosos textos y que vertebran la especificidad de la modernidad portuguesa. Esta exposición recurre a esos ismos para articular un relato visual de esta escena lusa. Dichas corrientes acusaron la inevitable influencia de las tendencias europeas dominantes, pero trataron sin embargo de distanciarse de ellas. Distintos escritos de Pessoa dan cuenta del lugar particular de estos ismos de su cosecha, así como de su carácter distintivo dentro del contexto europeo con alusiones explícitas, por ejemplo, a las diferencias entre el futurismo y el interseccionismo. Por otro lado, varias de estas obras reflejan un gusto por lo popular y la idiosincrasia lusa que aparece tanto en el trabajo de los artistas portugueses que viajaron a París, como en el de los extranjeros que decidieron pasar una temporada en tierras portuguesas, caso de Sonia y Robert Delaunay.
La muestra dedica también una especial atención a las revistas publicadas durante este periodo, como A Águia, Orpheu, K4 O Quadrado Azul, Portugal Futurista o presença, en las que aparecieron algunos de los textos de Pessoa y que actuaron como caja de resonancia de estas ideas de vanguardia, ejerciendo una gran influencia estética e ideológica en la intelectualidad portuguesa de la primera mitad del siglo XX.
Pessoa. Todo arte es una forma de literatura Del 7 febrero al 7 mayo de 2018 Museo Reina Sofía. Edificio Sabatini, Planta 1
Fernando Pessoa (Lisboa, 1888-1935)
Poeta y escritor portugués, considerado uno de los más brillantes e importantes de la literatura mundial y, en particular, de la lengua portuguesa. Tuvo una vida discreta, centrada en el periodismo, la publicidad, el comercio y, principalmente, la literatura, en la que se desdobló en varias personalidades conocidas como heterónimos. La figura enigmática en la que se convirtió motiva gran parte de los estudios sobre su vida y su obra.
Habiendo vivido la mayor parte de su juventud en Sudáfrica, donde estudió hasta 1905, la lengua inglesa tuvo gran importancia en su vida, pues Pessoa traducía, trabajaba y pensaba en ese idioma. De día, Pessoa se ganaba la vida como traductor. Por la noche, escribía poesía: no escribía su propia poesía, sino la de diversos autores ficticios, diferentes en estilo, modos y voz. Publicó bajo varios seudónimos —de los cuales los más importantes son Alberto Caeiro, Álvaro de Campos, Bernardo Soares y Ricardo Reis—, e incluso publicó críticas contra sus propias obras, firmadas por sus heterónimos. Murió por problemas hepáticos a los cuarenta y siete años en la misma ciudad en que naciera, dejando una descomunal obra inédita que todavía suscita análisis y controversias.