Cada año, más de 120.000 personas acuden a Frómista. Buscan contemplar sus bellezas monumentales, que son Patrimonio Cultural de reconocido valor artístico.
El monumento más emblemático de la localidad de Frómista es la Iglesia de San Martín. Declarada Monumento Nacional en 1894, fue edificada en torno al año 1066 y restaurada entre 1896 y 1904. Se trata de uno de los edificios más significativos del románico europeo. Incluso, se le considera el «canon» de dicho estilo arquitectónico.
Otras bellezas monumentales de Frómista
Frómista cuenta con mucho más lugares de interés por su gran valor artístico e histórico. Un claro ejemplo de ello es Santa María del Castillo. Esta iglesia de estilo gótico tardío fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1944. Debe su nombre al castillo medieval que ocupaba el solar en el que se sitúa y que, según narra la tradición, fue mandado destruir por uno de los Señores de la zona.
Otro de los templos que destaca en Frómista es la Ermita del Otero, vestigio de una anterior iglesia gótica. En su interior alberga una talla del siglo XIII de Nuestra Señora de Otero, patrona de la villa.
Y dejando a un lado la arquitectura religiosa, merece la pena contemplar el Canal de Castilla. Esta faraónica obra de la ingeniería civil que se comenzó a construir en 1753 buscaba facilitar el transporte del cereal. Sin embargo, en la actualidad sirve para abastecer agua potable a las localidades que atraviesa.
Punto de partida de interesantes rutas
Desde Frómista se pueden recorrer gran variedad de rutas a pie, a caballo o en bicicleta. Sin duda, la más relevante es la ruta del Camino de Santiago. Pero hay otros interesantes recorridos por los que descubrir bellos parajes. Por ejemplo, la Ruta de las Catedrales nos descubre toda una serie de iglesia caracterizadas por su grandiosidad y riqueza artística.
La gastronomía de Frómista
Aunque la gastronomía que se puede degustar en Frómista es muy similar a la del resto de la provincia de Palencia, hay algunos productos que son especialidades de la Villa. Estos se centran en torno a la carne de lechazo de churro, que se puede cocinar de una y mil formas. Además, destaca el queso puro de oveja y curación añeja, o los alimentos procedentes de la matanza.
Por su parte, en repostería están los blanquillos o sequillos, unos dulces típicos de la zona. Aunque no son los únicos que merecen una mención especial. La esparceta, bebida que se elabora en Frómista, contiene un secreto que solo conoce una de las familias de la localidad. Eso sí. Os podemos decir que su principal ingrediente en el vino.
Actividades culturales
El elemento cultural y tradicional ofrece amplias posibilidades a quienes visiten la zona. Sus fiestas patronales, celebradas la semana siguiente al Domingo de Resurrección, cuentan con una procesión cívica, algo que despierta mucho interés. Pero esto no es todo. Durante esos días, grupos de danzantes de paloteo y manifestaciones culturales se pasean por sus calles.
Y si no puedes pasar en esas fechas, entonces resérvate para la Feria del Queso y Productos Artesanales o el Festival de Danzas, que se celebra en honor al Apóstol Santiago.
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