Si pensamos en nutrientes esenciales para nuestro cuerpo, seguramente nos vienen a la cabeza las proteínas, las vitaminas o el hierro. Sin embargo, hay un protagonista silencioso que muchas veces pasa desapercibido: el magnesio. Este mineral es clave para mantener nuestro cuerpo en equilibrio y nuestra energía a tope. Y lo mejor es que está al alcance de nuestra mesa si sabemos dónde buscar.
Hoy te contamos cuáles son los mejores alimentos ricos en magnesio, por qué los necesitas y algunos trucos para incluirlos en tu día a día de una forma sencilla y deliciosa.
¿Por qué es tan importante el magnesio?
El magnesio es uno de esos minerales que trabaja en la sombra, pero sin él, nuestro cuerpo no podría funcionar correctamente. Está implicado en más de 300 procesos bioquímicos, desde mantener los músculos relajados hasta ayudarnos a conciliar el sueño. Sí, has leído bien: el magnesio no solo cuida tus huesos y tu corazón, también te ayuda a dormir mejor.
Beneficios del magnesio en el cuerpo
- Reduce el cansancio y la fatiga: si últimamente te sientes sin energía, puede que tu dieta necesite un impulso de magnesio.
- Relaja los músculos: es fundamental para evitar calambres, contracturas o dolores musculares después del ejercicio.
- Cuida tu corazón: regula la presión arterial y mantiene en forma tu sistema cardiovascular.
- Mejora el sueño y el ánimo: interviene en la producción de serotonina, esa hormona que nos ayuda a sentirnos bien.
Ahora que ya sabes por qué el magnesio es tan importante, toca responder la gran pregunta: ¿dónde lo encontramos?
Alimentos ricos en magnesio: añade equilibrio a tu plato
El magnesio no viene solo en suplementos. Está presente en alimentos que seguro conoces, pero que quizá no consumes tanto como deberías. Aquí te dejamos una lista de imprescindibles para incluir en tu día a día.
Verduras de hoja verde
Las espinacas, la acelga o la col rizada son una bomba de magnesio y, además, fáciles de incorporar en cualquier comida.
- Ensaladas frescas con espinacas baby.
- Salteados de acelga con ajo y limón para potenciar su sabor.
- Batidos verdes para arrancar el día con energía.
Frutos secos y semillas
Almendras, nueces, avellanas, pipas de calabaza… Pequeños, pero matones, estos snacks naturales son perfectos para cargarte de magnesio entre horas.
- Un puñado de almendras a media mañana.
- Topping de semillas de calabaza en ensaladas o yogures.
- Nueces en postres caseros o batidos.
Legumbres
Las lentejas, los garbanzos y las alubias no solo son fuente de proteínas, sino también de magnesio. Perfectas para platos calientes y fríos.
- Hummus de garbanzos como aperitivo.
- Ensalada de lentejas con tomate, cebolla y pimiento.
- Guisos de alubias con verduras.
Chocolate negro
¡Sí, leíste bien! El chocolate negro, cuanto más puro mejor (mínimo 70 %), es rico en magnesio y, además, está delicioso.
- Un par de onzas después de comer para quitarte el antojo dulce.
- Añádelo rallado en tu yogur natural.
Pescados y mariscos
El salmón, las sardinas o los langostinos son grandes aliados para completar tu aporte diario de magnesio.
- Salmón al horno con limón y eneldo.
- Sardinas en aceite para una cena rápida y nutritiva.
- Langostinos salteados con ajo y perejil.
Trucos para aumentar tu consumo de magnesio sin darte cuenta
Comer sano no tiene por qué ser complicado. Aquí tienes algunos trucos para incorporar estos alimentos en tu día a día sin esfuerzo:
- Empieza el día con fuerza: añade espinacas o aguacate a tus tostadas o batidos.
- Aperitivos inteligentes: cambia las galletas y snacks ultraprocesados por frutos secos o semillas.
- Cena ligero, pero nutritivo: una ensalada con verduras de hoja verde, nueces y sardinas te da un aporte de magnesio perfecto.
- Postres con sentido: el chocolate negro o un yogur con semillas y frutos secos pueden ser tus nuevos aliados dulces.
Comer alimentos ricos en magnesio es más sencillo de lo que parece. Solo necesitas darle un poco de atención a tus platos y empezar a disfrutar del equilibrio y la energía que este mineral puede aportarte.
Recuerda, una alimentación saludable empieza por pequeños cambios. Tu cuerpo, tu ánimo y tu energía te lo agradecerán.