A simple vista, para alguien que no esté especializado o tenga pocos conocimientos acerca del mundo del ibérico, estos dos productos pueden parecer iguales. Sin embargo, en boca, hasta un principiante podría apreciar las sutiles diferencias entre el jamón ibérico y la paleta ibérica.
Al hablar de jamones, lo primero que pensamos muchos de nosotros es en el precio. Dependiendo del jamón con el que queramos sorprender a nuestros comensales en Navidad o amenizar una velada entre amigos, su valor será mayor o menor.
Es este producto, el jamón ibérico, el más conocido y aclamado entre la mayoría, y por ello, hoy estamos aquí para hablar de un producto más desconocido y muchas veces confundido, la paletilla ibérica.
¿Cuál es el secreto de la paletilla ibérica?
Como comentábamos al inicio de este artículo, el sabor es una de las claves para reconocer las principales diferencias entre un jamón y una paleta. Si hablamos de la paletilla ibérica, entonces en boca encontraremos un sabor intenso y aromático. Un sabor que, te aseguramos, no te dejará indiferente.
Es importante resaltar también la procedencia de la paletilla para que no nos cueste diferenciarla del jamón ibérico. Porque, aunque ambos provengan del cerdo, la paletilla lo hace de la pata delantera y suele tener un peso que varía entre los 4 y 5,5kg. A esto se le suma que las paletillas tienen un nivel algo mayor tanto de grasa como de hueso.
¿Y qué pasa con el jamón ibérico?
Aunque también procede del cerdo, el jamón ibérico procede de la pata trasera del cerdo y su peso es algo mayor que el de la paletilla, ya que oscila entre los 7 y los 9,5 kg. Además, el nivel de grasa y hueso que encontramos en él, es algo menor que el de la paleta.
En cuanto a su fabricación y venta, unos de los más conocidos son los jamones de Salamanca, ya que es esta una de las zonas de España más famosas por sus jamones. Y es que sus condiciones climatológicas, con inviernos fríos y veranos calurosos, lo convierten en el lugar ideal para la fabricación de estos manjares tan queridos tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.
¿Qué tipos de paletas y jamones podemos encontrar en el mercado?
Dentro del mundo de los jamones y las paletillas ibéricas, en función de la raza del cerdo, así como de su crianza y alimentación, diferenciamos varios tipos.
En función de la raza del cerdo, podemos encontrar paletas y jamones raza ibérica 50% o 100%. Siendo la raza ibérica 50% la que predomina y la que se suele consumir en mayor medida tanto dentro como fuera de nuestro país.
Posteriormente, en función de la crianza y la alimentación del animal, nos encontramos los siguientes tipos de jamones y paletas ibéricas:
Jamón o Paleta de Cebo raza ibérica 50% o 100%. Este tipo procede de cerdos ibéricos alimentados con cereal y pienso natural en granjas.
Jamón o Paleta Cebo de Campo raza ibérica 50% o 100%. La diferencia con el tipo anterior es su crianza. En este caso han crecido al aire libre y han sido alimentados con cereal, pienso natural y por su crianza al aire libre, también han podido consumir hierba o pasto natural.
Jamón o Paleta de Bellota raza ibérica 50% o 100%. Procedentes de cerdos criados en libertad en dehesas de encinas. Además, durante la montanera (la última fase de su cría) se han alimentado a base de bellotas. Una alimentación que se ha complementado con hierba y pasto natural.
Las mejores recetas con jamón y paletilla ibérica
Aunque el jamón y la paletilla cuentan con diferencias, como ya hemos resumido en apartados anteriores, bien es cierto que hay gran cantidad de recetas que se pueden hacer con cualquiera de estos productos. La elección que hagas dependerá únicamente de tus preferencias y, por supuesto, de tu bolsillo.
Huevos rotos con jamón ibérico. Sabemos que es una receta básica y, muy probablemente, la primera en la que has pensado cuando te hemos dicho que hablaríamos acerca de platos elaborados con este producto. Pero, sin duda alguna, su sabor es un acierto seguro en cualquier situación. Además, es muy fácil de elaborar, ya que tan solo necesitarás patatas fritas (elaboradas a tu gusto), huevos fritos (la cantidad dependerá de los comensales) y jamón o paletilla por encima para dotarle de sabor. Hay incluso quien le añade un toque de trufa, aunque te recomendamos que no mucha.
Ensalada de mango y jamón ibérico. Para aquellos que intenten cuidar su alimentación o prefieran las cenas ligeras, este es el plato perfecto. Con una base de mango en daditos, un puñado de tomates cherry y canónigos tendrás la receta perfecta para acompañar a tu peli o serie preferida. Eso sí, no olvides añadirle el producto que más sabor le da al plato… ¡el jamón!
Ravioles rellenos de paletilla ibérica y queso con salsa de pesto. Esta es una receta para los amantes de la pasta y de la paletilla de calidad. Por supuesto, también lo es para los amantes de la cocina, ya que la idea es que la masa de los ravioles la hagas tú mismo y la rellenes de un poco de queso crema con unos pequeños cachos (cortes muy finitos) de paletilla. Una vez cocidos, tan solo quedará echar por encima la salsa de pesto y… ¡voilà!
Croquetas de jamón ibérico. Puede que estés cansado de comer las clásicas croquetas de jamón, aunque lo dudo porque no conozco a nadie que se canse de semejante delicia. Eso sí, hay muchos jamones y, por tanto, muchas croquetas diferentes en función del que escojas. Te recomendamos que pruebes con uno ibérico y, si quieres experimentar, le añadas un poco de cebolla caramelizada. El resultado te enamorará.
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