Cada año, el 13 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Dieta Mediterránea en conmemoración a la fecha en la que ésta fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Un reconocimiento que fue el resultado de la candidatura presentada en conjunto por España, Grecia, Italia y Marruecos con el fin de preservar el conjunto de conocimientos, tradiciones y rituales que definen a esta dieta. Más de una década después, el objetivo de proteger este legado y visibilizar sus beneficios sigue siendo una prioridad. Sobre todo, en un momento en el que lamentablemente, España se está alejando de la cocina mediterránea.
El alejamiento de las costumbres mediterráneas es un retroceso. Más aún en un contexto en el que tanto se está hablando de la necesidad de educar a los consumidores para que adopten dietas equilibradas y saludables. El primer paso para lograrlo es destacar la evidencia científica por sobre tanta información contradictoria que existe con respecto a los beneficios de las cada vez más numerosas dietas que se promueven por internet.
En ese sentido, cabe recordar que la dieta mediterránea cuenta con el respaldo de numerosos estudios científicos que han demostrado sus beneficios para la salud. Uno de los más recientes es el estudio Cordioprev, desarrollado en conjunto por el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC), el Hospital Universitario Reina Sofía (HURS), la Universidad de Córdoba (UCO) y el CIBEROBN, y publicado en la Revista médica The Lancet.
El estudio Cordioprev ha demostrado por primera vez que la dieta mediterránea previene la recurrencia de eventos cardiovasculares, frente a una dieta baja en grasa. Según las conclusiones del estudio, “en pacientes con enfermedad coronaria establecida, la dieta mediterránea tuvo un efecto superior al de la dieta baja en grasas en la prevención de la aparición de eventos cardiovasculares recurrentes”.
Un dato no menor que ha aportado este estudio es la evidencia científica en torno a las ya conocidas bondades del aceite de oliva. Según ha quedado demostrado, la dieta mediterránea rica en aceite de oliva es útil para prevenir nuevos eventos cardiovasculares en personas con enfermedad coronaria ya establecida.
Es por ello que tras la publicación del CordioPrev, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha reiterado la importancia de poner en relieve las cualidades saludables del aceite de oliva como principal grasa en una dieta equilibrada, variada y saludable. Según explicó el ministro, este será uno de los objetivos principales de la presidencia española de la Unión Europa durante el segundo semestre de 2023. Cabe destacar que uno de los temas calientes en la agenda que le espera a España es, precisamente el del etiquetado frontal en el envase de los alimentos, una herramienta que la Comisión Europea quiere implantar a lo largo de la UE para incentivar a los consumidores a elegir productos de mejor calidad nutricional y así incentivar decisiones de compra más saludables.
El asunto del etiquetado de alimentos tiene en vilo al sector agroalimentario, debido a que la opción que se había priorizado hasta el momento, el modelo francés NutriScore, se ha convertido en el enemigo de los productos tradicionales españoles. Esto sucede con el aceite de oliva que sale muy perjudicado debido a la calificación que le otorga el Nutri-Score. Es por ello que el ministro Planas anunció que el año próximo, durante la presidencia española de la UE “trabajaremos para que el aceite de oliva salga en el lugar que merece”. También subrayó la importancia de que la evidencia científica demuestre cada vez más los beneficios del aceite de oliva para que en un futuro los envases puedan contar con algún tipo de indicación de sus valores nutricionales.
Saber que España defenderá sus productos tradicionales ante las presiones para alinearse con modelos como el NutriScore que los penalizan, es una buena noticia. Principalmente porque demuestra que se está continuando con el trabajo iniciado cuando se presentó la candidatura de la dieta mediterránea ante la Unesco en conjunto con Italia y otros países.
De hecho, Italia es uno de los países que más se ha movilizado para encontrar una alternativa al modelo de etiquetado francés, una vez que quedó claro que el esquema NutriScore no era viable. Así lo cumplirá la Autoridad de la Competencia italiana (AGCM) tras meses de investigación que resultaron en la prohibición total de NutriScore en el país, al considerar que el sistema podría inducir un error a los consumidores en la elección de alimentos al otorgarles una clasificación arbitraria .
La alternativa por las autoridades italianas y desarrollada en conjunto por los ministerios italianos de Desarrollo Económico, Salud, y Políticas Agrícolas, Alimentarias y Forestales, es el bautizado Nutrinform Battery. Su nombre hace referencia al sistema de baterías que ilustra la información nutricional del producto basado en cómo cada porción contribuye a seguir una dieta equilibrada y variada.
“Consideremos que los sistemas de etiquetado cromático como NutriScore van en contra de los pilares alimentarios de la dieta mediterránea”, explicó Roberto Nocella, primer consejero de la Embajada de Italia en Madrid, en uno de los eventos que se lograron en Madrid entre el 14 y 20 de noviembre en el marco de la celebración de la VII edición de la Semana de la Cocina Italiana en España. Una ocasión para recordar el camino recorrido a la par entre España e Italia que años atrás, colaboraban para alcanzar lo que hoy se ha convertido en una fecha de conmemoración de la dieta mediterránea.
Una década después, España debe continuar trabajando junto a países con los que comparten objetivos en común, como es el caso de Italia que está cada vez más involucrado en la divulgación de la dieta mediterránea y en la defensa de los productos que la conforme.