Cuando planificamos nuestras vacaciones, lo último en lo que pensamos es en la seguridad. Pero, bastará con sufrir un percance, mientras estamos viajando, para reconocer que nuestra salida se puede convertir en una verdadera pesadilla; ya que, previamente, no tomamos en cuenta el factor de la seguridad como algo muy importante.
Ahora bien, si queremos prevenir malas experiencias en tu próximo viaje, a continuación, te ofrecemos los mejores tips para planificar un viaje seguro. Algunas recomendaciones que no podemos pasar por alto.
Consejos de seguridad para antes de salir de viaje
La planificación de la seguridad de cualquier viaje comienza desde el mismo instante en que hemos decidido tomar vacaciones. Así, algunos consejos prácticos son:
- Tener toda nuestra documentación lista. Dependiendo del país que planeamos visitar, debemos de contar con toda la documentación necesaria, incluyendo: Visa (con al menos 6 meses de vigencia), ESTA y pasaporte.
- Tener copia de la mayoría de documentos. Además de contar con copia y respaldo de los documentos anteriormente citados, también debemos llevar copias en papel y capturas de respaldo, en nuestro dispositivo móvil o en la nube, de identificación, carnet de conducir y carta de vacunación. De igual forma, en caso de robo o perdida, no está de más tener imágenes de tarjetas de crédito y artículos de valor.
- Contratar un seguro de viaje. Una acción que debemos hacer en el mismo instante que hemos decidido salir y viajar; ya que, se trata de un servicio que nos protege de varios imprevistos de salud, logísticos y de seguridad. En sí, nuestra recomendación es intentar contratar el mejor seguro de viaje posible.
- Vacunarse y consumir medicamentos preventivos. De igual forma, si planeamos viajar a un sitio exótico, lo recomendable es averiguar si debemos aplicarnos algún tipo de vacuna o es necesaria la ingesta de algún medicamento. Ejemplificando, hasta antes del Covid-19, si planeábamos visitar algún destino cerca del Amazonas se recomienda la aplicación de la vacuna en contra de la fiebre amarilla.
- Obtener asesoría médica. Más allá de si sufres algún padecimiento, sería bueno reservar una cita con algún médico para pedir asesoría acerca de nuestro viaje y conocer si es necesario la aplicación de algún medicamento. En estos casos, hay que recordar que las consultas en Internet no son la mejor opción.
- Informa a familiares y amigos. Dar a conocer a nuestros familiares y amigos acerca de nuestro viaje e itinerario son fundamentales para brindar certidumbre a todos nuestros seres queridos. De igual forma, no debemos olvidar el informar constantemente en donde nos encontramos, cuando visitamos diferentes sitios.
- Hacer el registro de viajeros. Ante la incertidumbre de no predecir si puede ocurrir alguna catástrofe, en el lugar que planeamos visitar, es importante realizar nuestro registro ante el Ministerio de Asuntos Exteriores.
- Reconocer el lugar que planeamos visitar. Cómo sabrás, muchos destinos son verdaderas aventuras y el riesgo forma parte de la experiencia. Así, con la intención de disfrutar de unas fantásticas vacaciones con algo de emoción, no debemos olvidar de conocer el sitio que vamos a visitar y reconocer los sitios de mayor peligro. Con cuál podemos evaluar las medidas de seguridad necesarias y opciones que tenemos al alcance.
Bonus: consejos complementarios que podrían salvar nuestra aventura
- Conocer las principales estafas del destino. Por más que deseemos estar rodeados de gente amable y divertida, las estafas se encuentran al orden del día. Por eso, dependiendo del sitio que planteemos visitar, sería bueno investigar cuáles son las estafas más comunes y cuáles son los turistas más estafados.
- Como ya hemos comentado, contratar un buen seguro es algo esencial en todo viaje. En el mercado hay muchas compañías (Chapka, Mondo, Axa, Mapfre…). Cada uno tiene sus pólizas, y a veces comparar unos con otros se convierte en misión casi imposible. Nuestra sugerencia es que contrates alguno de los seguros de viaje IATI.
- Tener a disposición información de emergencia. Los números y dirección de la embajada, al igual que los datos de la policía y ambulancias pueden ser de mucha utilidad en una emergencia.
- Llevar candado o antirrobo propio. Si llevamos artículos de valor, como joyas o dispositivos tecnológicos, puede ser necesario almacenar en sitio como casilleros o cajas fuertes. Y es posibles que estos sitios estén provistos con candados y sistemas de seguridad; pero, si en verdad queremos proteger nuestras pertenencias, sería una mejor opción el utilizar nuestro propio candado.
- Informar a nuestro banco de nuestra salida. Hay veces que, si no informamos a nuestro banco acerca de nuestros planes, posiblemente observen un movimiento indebido en nuestra cuenta (una compra en el extranjero) y evalúen que se trata de un posible robo de identidad. Y si tenemos problemas con esto, lo mejor es informarlo antes de salir (incluso, lo podemos hacer online).
- Llevar un botiquín de primeros auxilios. No se trata de llevar un maletín entero; pero, si podemos armar un pack que incluya artículos esenciales para emergencias como: protector solar, sales para rehidratación, tabletas antihistamínicas, pastillas para el dolor, vaselina, ibuprofeno y una manta.
- Hacer tarjetas traducidas de nuestras alergias. Si sufrimos de algún tipo de alergia, sobre todo alimentos, sería una buena idea llevar tarjetas traducidas de estos padecimientos. Así, cuando salimos, podemos exhibirlos en lugares de venta de comida o centros de salud para informar a nuestros anfitriones.
Consejos de seguridad durante el viaje
Las condiciones cuando nos encontramos viajando siempre puede variar. Y de acuerdo a esta premisa, debemos evaluar una serie de consideraciones que nos podrían salvar la vida en nuestras vacaciones. Por lo que, debemos tomar en cuenta lo siguiente:
- Jamás llevar todo el dinero con nosotros. Uno de los principales objetivos, en nuestro próximo viaje, es tener un buen control del dinero. Lo que significa que, no deberíamos tener todo el dinero en un solo sitio y tampoco tendríamos que llevar demasiado dinero en efectivo con nosotros. Por lo cual, sería bueno repartirlo en distintos sitios, manteniendo los fondos suficientes para cubrir los gastos del viaje.
- Contar con dinero de emergencia. Este consejo va relacionado con el anterior. Se trata de llevar dinero para emergencia en el tipo de moneda local. De tal forma que, si llegamos a perder tarjetas y dinero, contamos con un fondo de emergencia que nos podría ayudar incluso por un par de días.
- Tener una tarjeta de crédito o débito de respaldo. Al viajar cualquier cosa extraña puede suceder. Sin embargo, uno de los eventos más comunes es la perdida de la tarjeta de crédito o débito. Por esto, en caso de que perdamos nuestra billetera o monedero, podemos emplear nuestro plástico de emergencia y disponer de recursos financieros de manera inmediata.
- Llevar una billetera de emergencia. De igual forma, los robos no son circunstancias que podamos predecir en ningún viaje; sin importar que sea la ciudad más segura del mundo. Por lo cual, sin importar el destino, lo mejor es llevar un par de carteras; una la podemos dejar en el hotel o colocar en un lugar seguro, y la segunda con dinero real usarla en caso de emergencia en caso de atraco.
- Beber y comer de manera inteligente. Lo sabemos, las vacaciones son para disfrutar. Y, uno de los mejores placeres en un viaje es comer y beber. Y no queremos decir que dejes de experimentar. Al contrario, lo mejor es comer en puntos populares y donde podamos vigilar como preparan los alimentos. También, debemos beber de manera responsable (hasta el límite que reconozcamos donde estamos); y no es recomendable recibir bebidas de extraños y que no hallas vigilado su preparación.
- Adaptarnos a nuestro destino. Si al sitio que llegamos, lo primero que hacemos es intentar llamar la atención como turistas, nosotros mismo nos ponemos en riesgo. Así, debemos intentar vestirnos de manera casual y poco llamativa. No hay que detenernos repentinamente en cada sitio para tomar fotografías. Y, si nos perdemos, no seamos tan obvio, acerquemos a una tienda o cafetería concurrida y ahí podemos pedir informes.
- Usar sistemas de transporte acreditados. En la medida de lo posible, debemos hacer uso de sistemas de transporte autorizados y establecidos. En este sentido, las plataformas de Uber o similares pueden ser de gran ayuda para evaluar a nuestros conductores y el tipo de servicio que brindan.
- No conectarnos a redes públicas. Hoy en día, cuando no tenemos datos parece que el mundo se nos acaba. Y, si padecemos este inconveniente, la sugerencia es no intentar conectarnos a las redes públicas; y si no tenemos otra opción, jamás debemos de ingresar información delicada y solo debemos hacerlo si previamente hemos configurado nuestro dispositivo con una VPN (red privada virtual).
- Proteger nuestro cuarto de hotel. Sin importar que tenga las mejores medidas de seguridad en nuestro hotel, siempre debemos de mantener bien protegida nuestra habitación. Así, cuando estemos en ella, hay que trabar puertas y ventanas. También, a cada momento que salgamos, no olvidemos de colocar el anuncio de no molestar, para generar la sensación de que la habitación no se encuentra sola. Y jamás debemos permitir que extraños ingresen a nuestra habitación.
- Conocer las costumbres y ser amables. Tal vez, por un primer acercamiento, no tengamos una idea clara de las costumbres de cada sitio. Pero después de un periodo de adaptación sería bueno conocer las costumbres y tradiciones. Esto tiene dos beneficios: no llamaremos tanto la atención y no seremos groseros con nuestros anfitriones.
Conclusión
Al final, no se trata de arruinar nuestras vacaciones, incluso antes de salir. Pero, la seguridad en un viaje es esencial si en verdad queremos pasarlo bien. De tal forma, no es una guía que debamos de seguir al pie de la letra; incluso, te invitamos a modificarla y compartir algunos consejos más.
Mientras que, como un par de consejos más, que nos parecen obvios y que no valían la pena enlista, aunque son importantes, serían: siempre seguir nuestros instintos (si sentimos que estamos en peligro, puede que tengamos razón); y, aunque estemos de vacaciones, no dejemos de poner atención.