Las deliciosas boneless no pueden faltar en esas reuniones caseras de fines de semana, ideales para descargar las tensiones de la rutina diaria. Entre estos tentempiés, no pueden faltar las deliciosas boneless, que son las alitas de pollo sin hueso empanadas que a todos encantan.
Cuando se acerca el fin de semana, uno de los primeros pensamientos que llega a la mente es organizar un rato entre amigos o familia, para relajarse y estrechar lazos con los seres queridos, quizás disfrutando de la piscina o viendo un esperado partido de fútbol.
En estas divertidas reuniones no pueden faltar las deliciosas boneless. Los anfitriones siempre van a buscar que se trate de tentempiés, que sean la fascinación de todos, pero que a la vez, sean fáciles y rápidos de preparar, ya que la idea no es trabajar más que en el resto de la semana.
Entre la amplia diversidad de opciones, los boneless resultan muy prácticos, a los que nadie se puede resistir, que no son más que esas crujientes y sabrosas alitas de pechuga de pollo sin hueso empanadas, que suelen servirse con una salsa que puede ser dulce o picante.
Hay quienes usan para su preparación trozos de pechuga, ya que es una parte del pollo que tiene mucha más carne y resulta mucho más saciante para los comensales. Esta opción es ideal para aquellos amantes de las alitas que quieren disfrutar de un poco más de carne.
¿Sabes prepararlas? Existen diversidad de recetas para boneless: saber hacer al menos una, es esencial. En este artículo podrás conocer los pasos básicos para preparar boneless, algo que no puede faltar en tu próxima reunión de amigos, o simplemente para incorporar con el menú familiar de un día cualquiera.
¿Cómo prepararlas?
Para una de las recetas básicas de boneless, de las muchas que existen, se necesitan los siguientes ingredientes: una pechuga de pollo sin piel y deshuesada, taza y media de harina de trigo, un huevo, una taza de leche, ajo en polvo, aceite, mantequilla, sal y pimienta, zanahoria, apio y una taza de salsa para alitas.
El primer paso de la preparación es colocar los trozos de pollo en un recipiente o bol, donde se les agrega la leche, el huevo, ajo en polvo, sal y pimienta. Todo esto se mezcla muy y bien, y se debe reservar.
Lo siguiente es agregar harina en un tazón y luego incorporar los trozos de pollo para enharinarlos, procurando que queden muy bien cubiertos. Luego, estos trozos de pollo se llevan a la sartén con aceite bien caliente, donde se fríen. Hay que esperar a que se vean bien crujientes, al estar listos se retiran y se les escurre el aceite.
En otra sartén se agrega la mantequilla y la taza de salsa para alitas, para luego esperar que la mezcla caliente muy bien. Una vez esté caliente, se incorporan los trozos de pollo frito, hasta que absorban toda la salsa.
Las boneless se sirven en un plato con tiras de apio y zanahoria.
Hay muchas variaciones
Como se mencionó anteriormente, existe una amplia diversidad de preparaciones de boneless, pero el principio básico de la preparación es el mismo, lo que varía es en cuanto a la incorporación de algunos ingredientes.
Hay quienes utilizan pan rallado para la cobertura antes de freír; también es común embadurnarlas, una vez listas, con salsa Búfalo.
Y es que uno de los ingredientes que aporta diversidad a las alitas sin piel y deshuesadas son precisamente las salsas. Aparte de la salsa picante tipo Búfalo y el aderezo ranch, también se suele utilizar salsa BBQ, salsa de pulpa de mango, salsa habanero y demás.
Otros ingredientes que suelen variar son las especias, siendo imprescindibles la sal y la pimienta. Otras opciones son el ajo en polvo, mencionado en la receta, además del orégano al gusto.
