La venta de jamón ibérico a través de internet es una constante cada vez más común. Junto a este aparecen también los embutidos ibéricos o el queso. El mercado online abre un mundo enorme de posibilidades a muchos productores, que pueden hacer llegar sus vianda a lugares insospechados.
Si nunca te has visto en esta necesidad, te contamos con detalle qué aspectos debes tener en cuenta a la hora de comprar jamon desde internet. Las recomendaciones son similares a las de cualquier otro producto, pero con alguna particularidad propia que tiene que ver con la calidad y la procedencia de este emblema de la gastronomía española.
¿Es jamón ibérico lo que estás comprando?
Cuando compras jamón a través de internet, o en cualquier establecimiento físico, lo primero en lo que hay que prestar detalle es en la etiqueta. La norma del jamón ibérico del Real Decreto 4/2014 permite identificar los jamones y productos ibéricos atendiendo al porcentaje de pureza racial del cerdo y su alimentación.
De este modo tenemos etiqueta negra, roja, verde y blanca, que define a los jamones procedentes de cerdos según esos criterios. La etiqueta blanca, por ejemplo, es la que reciben los jamones de cerdos criados en cebaderos y alimentados solo con pienso.
A mayor pureza racial y más libertad para pastar en el campo durante la montanera, alimentándose a partir de bellotas y pastos naturales, más precio en la pieza. La etiqueta negra es la que distingue estos jamones, paletas y embutidos ibéricos, pues se reserva para los cerdos con un 100% de pureza racial ibérica y que se alimentan en la montanera.
¿Es una marca de confianza?
En España hay decenas o centenares de productores que aseguran un buen producto. Incluso los hay que ofrecen jamones fuera de norma que son de excepcional calidad, pero en estos casos no existe la certeza, con total seguridad, de que son buenas piezas. En cualquier caso, la fórmula perfecta para acudir a un jamón de garantías es confiar en marcas que sean ya conocidas y que presenten un bagaje de mucha experiencia.
En España hay cuatro denominaciones de origen de jamón ibérico: Jabugo, Guijuelo, Dehesa de Extremadura y Los Pedroches. Todas ellas tienen jamones excepcionales, de modo que la elección va a depender de los gustos personales del cliente o sus experiencias previas.
Con la compra a través de internet se suma también la propia confianza en la tienda online, Los clientes son más dados a adquirir productos de ecommerce en aquellos portales en los que se garantiza una buena experiencia de usuario, un servicio de venta y posventa confiable y métodos de pago seguro.
Por ello, cuanto más seguro y accesible, de confianza, sea el portal web, más opciones tendrá de recibir tráfico web. Ya solo le quedará lo más importante, poner a la venta jamones que sean de calidad, y para ello, bastará con que cumpla con la norma del ibérico.
¿Cómo es el jamón?
Conocer el aspecto de un jamón que se vende a través de internet no es tan sencillo como si se hiciera en una tienda física. En la tienda online no puedes olerlo ni palparlo. A lo máximo que puedes llegar es a ver sus fotografías y conocer en la descripción cuál es su etiqueta, la trazabilidad y las características de vida del animal.
No obstante, con las imágenes ya te harás una idea muy ajustada a la realidad. Las patas esbeltas son sinónimo de que el cerdo ha estado pastando por la dehesa, haciendo mucho ejercicio, sin estar recluido en el establo. Con el desgaste de la pezuña ocurre algo similar. Si está muy deteriorada es porque el animal ha recorrido largas distancias y ello le ha llevado a tonificar sus músculos.
Otro apunte importante es el del color de la pezuña. La creencia nos lleva a pensar que las pezuñas negras son exclusivas de los cerdos ibéricos, de ahí el término “pata negra”. Sin embargo, no todos los cerdos ibéricos tienen la pezuña negra ni este color es exclusivo de esta raza.
Jamón ibérico o loncheado
Aquí no hay diferencia de calidad. El jamon online que compres puede ser igualmente excepcional si lo adquieres en una pata completa, deshuesado, si es paletilla o jamón, o si lo compras en formato de lonchas.
Lo relevante es comprobar las características descritas anteriormente, a las que hay que sumar una revisión muy pormenorizada de la descripción de cada producto. Por ejemplo, para garantizar que es jamón ibérico, el tiempo de curación es de al menos 30 meses. Si no se ha curado durante todo ese periodo, posiblemente estés comprando jamón serrano.
En cuanto al loncheado o la pata al completo, esto es cuestión de gustos. Una pata entera debe consumirse en un tiempo de entre mes y medio y dos meses una vez que se abre. Los loncheados incluyen el tiempo de consumo preferente, pero recuerda abrirlos y dejar al menos 15 minutos hasta que adquieran temperatura ambiente antes de consumirlos.