Sorprende que después de tantos años, tras varios periodos de despoblación y guerras, la que fuera antigua Medinaceli-Ocilis para los romanos, en la actualidad se encuentra bien conservada y embellecida. En este histórico enclave, aislado, en lo alto del cerro, hoy habitan artistas de renombre e intelectuales que han encontrado aquí el mejor lugar para desarrollar su trabajo y dar rienda suelta a su creatividad.
Desde lejos, antes de llegar al Medinaceli de arriba, ya se advierte la silueta del señero arco romano, uno de los más importantes de España. Otros restos romanos también se conservan en la zona. Buen ejemplo son los mosaicos que fueron descubiertos en 1990 bajo la misma plaza. Los legajos de su amplia historia, también recogen la batalla del 7 de agosto de 1002, en la que cayó muerto el caudillo árabe Almanzor. Se cree que su cuerpo fue enterrado en algún cerro cercano que aún no ha sido descubierto.
Este extenso devenir histórico se percibe cuando se traspasa el arco y se llega a la parte alta de la villa. Desde aquí se contempla una enorme extensión de terreno, por lo que se comprende que sus antiguos habitantes fueran invulnerables a los ataques del enemigo. Esta privilegiada situación, antes de los romanos, ya la disfrutaron los celtíberos, que se asentaron en lo que se conoce como Villavieja. Los romanos fundaron su ciudad ante la necesidad de disponer una urbe importante en el camino que unía Cesar Augusta con Emérita Augusta. En posteriores épocas, el emplazamiento fue disputado por cristianos y musulmanes, llegando a ser de nuevo bautizada por los árabes con el nombre de Madinat Salim.
El transcurso de los siglos fue, poco a poco, dando serenidad a la población. Fueron los duques de Medinaceli quienes mayormente contribuyeron en su lucimiento. La herencia de aquellos periodos ha ido quedando impregnada en el conjunto. Alrededor de la Plaza Mayor aparecen restos de la anterior época árabe, con callejuelas estrechas, pasadizos y soportales, restos de su fortaleza y la alcazaba. Del siglo XVI es la colegiata, que fue construida sobre un anterior templo románico. El palacio de los duques, en la Playa Mayor y la antigua alhóndiga, también construcción del XVI, se suman a este bellísimo paseo monumental e histórico por la villa de Medinaceli.
Qué visitar en Medinaceli
Arco del Triunfo (Siglo II -III). Es el único arco de triple arcada de tiempos de los romanos que se conserva en España. Es el emblema y una de las joyas más preciadas de la localidad.
Colegiata de Santa María. Edificio de estilo gótico del siglo XVI, rematado por una torre herreriana. Son interesantes su retablo, la rejería del altar, la sillería del coro y los sepulcros.
Palacio de los Duques de Medinaceli. Ocupa un lateral de la Plaza Mayor. Es un elegante edificio que conserva los escudos de los Duques de Medinaceli
Plaza Mayor. Típica plaza castellana con soportales. Uno de los edificios que forman el conjunto fue la alhóndiga.
Alrededores, rutas y espacios naturales
Ambrona. Yacimiento con fósiles de elefantes, uros, lobos y caballos. También exposición de utensilios prehistóricos de caza.
Arcos de Jalón. Restos de un Castillo y de una iglesia del siglos XVI.
Ruta del Cid. Por Medinaceli pasa uno de los tramos de esta ruta turística y cultural española, señalizada como sendero de Gran Recorrido GR-160. Sigue el camino que Rodrigo Díaz de Vivar (el Cid Campeador) realizó en su destierro desde Castilla a Valencia, ordenado por el rey Alfonso VI de Castilla a finales del año 1080 o comienzos del 1081. A lo largo del camino, de unos 1.025 km. de longitud, se recorren los lugares asociados tanto a la biografía real del Cid como a la figura literaria del Cantar. La ruta se divide en 10 tramos, con origen en la localidad burgalesa de Vivar del Cid y destino en la ciudad de Valencia.
Santa María de Huerta. Es un gran monasterio fundado por el Arzobispo de Toledo Ximénez de Rada. Tiene una iglesia, reconstruida en el barroco, donde se conserva su sepulcro. Lo más interesante es el claustro, con un piso bajo del XII, y otro alto, del XIV, el refectorio de conversos, de estilo románico, y el refectorio gótico. Para Gaya Nuño, este comedor es una de las máximas proezas del gótico castellano del siglo XIII.
Gastronomía en Medinaceli
Son típicos los platos fuertes de cuchara debido a su climatología, como cocidos, alubias y guisos. El cerdo adquiere especial protagonismo en las mesas: chorizos, morcillas, jamones bien curados, picadillos y salchichones llenan la mesa. También algunos pescados como el bacalao o el congrio.
Medinaceli y sus fiestas
Fiestas patronales del Beato Julián de San Agustín (Del 27 al 30 de agosto). Conciertos musicales nocturnos y representaciones teatrales.
Cuerpos Santos y el Toro Jubilo (Del 12 al 13 de noviembre). El Toro Júbilo en la tradición del toro de fuego que consiste en colocar dos antorchas sobre las astas del toro. Se celebra en la noche del 13 de noviembre en la plaza del pueblo y es de gran arraigo popular. Sus orígenes son ancestrales. Esta celebración va unida a la del Culto a los Cuerpos Santos en el que tres oficiales y su tropa veneran a un niño que representa al mártir San Paulino.
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