Cantabria entera está de celebración y ya se siente en todas las calles y plazas de sus municipios que acaban de encender sus alumbrados navideños por el Año Nuevo.
Disfruta del primer carnaval de Año Nuevo en Silió
La Vijanera, el primer carnaval que se celebra en Europa, tiene lugar el primer domingo del año. Se celebra en la localidad cántabra de Silió y festeja la entrada del Año Nuevo. Se trata de un hermoso ritual relacionado con la muerte y la vida, en el que participan numerosas máscaras de gran colorido y fuerza estética.
Esta es una de las fiestas más tradicionales y arraigadas de Cantabria, a la que acuden cientos de personas. Debida a esta popularidad, cuenta con la declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional del Gobierno de Cantabria.
La fiesta comienza al alba con ‘los campanos’. Los más jóvenes vijaneros recorren el pueblo portando uno o dos campanos cada uno. Con su repique despiertan a todos los vecinos y preparan el ambiente para lo que les espera el resto de la jornada.
La salida del desfile de personajes se hace hacia el mediodía. Desde allí, la comitiva se dirige a ‘la raya’ para expulsar a los malos espíritus. Este camino se realiza con varias paradas en diferentes lugares del pueblo. Asimismo, durante al celebración de La Vijanera se hacen críticas al año que acaba mediante lecturas satíricas en una campa junto a las escuelas del pueblo.
Acompaña a los Reyes Magos en la cabalgata de Santillana del Mar
La Cabalgata de Santillana del Mar es una escenificación en la que participa prácticamente todo el pueblo. Se trata de una fiesta muy colorida que cuenta con más de 400 actores y cerca de 50 caballerías. La espectacularidad de esta fiesta la ha convertido en merecedora de ser declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional.
Desde hace más de 50 años, este evento reúne en la villa medieval de Santillana a miles de personas. Estas se acercan a las estrechas calles de la localidad para presentar esta cabalgata. En ella, cobra especial interés la escena en la que los Reyes Magos visitan al niño Jesús en el pesebre.
Vargas se centra en la Fiesta de la Perola y Reinosa en Año Nuevo
Cuentan los ancianos del pueblo de Vargas que hace años (o quizás siglos) que llegó hasta el lugar un mendigo. Este anunciaba que por los pueblos cercanos existía una epidemia de peste. Los vecinos acogieron al mensajero, le dieron de comer y lo alojaron. Sin embargo, la peste no llegó nunca a Vargas y el regidor estableció que todos los años sería de comer a todos los pobres. Todo esto en honor a San Sebastián.
Esta tradición ha llegado a nuestros días llamándose la Fiesta de la Perola. Empiezan en la víspera de San Sebastián, con la celebración del pan y el vino. Este día, se reparten bocadillos entre los vecinos durante la celebración de un concejo abierto. Durante dicha reunión, el alcalde pedáneo de Vargas da lectura a las cuentas anuales y oirá las solicitudes y quejas de los vecinos.
Al día siguiente, día de la fiesta, se prepara un gran cocido montañés para más de 1.500 personas que se reparte gratuitamente. Esta comida finaliza con un típico y digestivo té del puerto con orujo lebaniego.
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