Se trata de un tipo de vino que cada vez está siendo más consumido, debido a que ayuda a fomentar la sostenibilidad, cultivándolos con productos naturales y teniendo en cuenta la gran cantidad de propiedades y beneficios que ofrece.
Desde hace algunos años, el vino ecológico está adoptando cada vez mayor protagonismo en esta área en España, así como en otros países, principalmente, de la Unión Europea. Hay que decir que este tipo de producto se cultiva a partir de prácticas sostenibles, durante todo el proceso de elaboración.
Hoy en día, existen diferentes entidades vinícolas que están apostando por fomentar este producto, siempre teniendo como base lo que se conoce como agricultura ecológica. Un tipo de agricultura donde los entornos son totalmente naturales y las prácticas son 100% respetuosas con el medio ambiente.
Dentro de las empresas que actualmente llevan a cabo estas acciones en el país, sin duda alguna, hay que destacar la presencia en el sector de viñedos balmoral. Se trata de unos viñedos ecológicos que están situados en Alpera, localidad de la provincia de Albacete.
La entidad cuenta con más de 100 hectáreas de viñedos, situadas a unos 1.000 metros de altitud, donde poder cultivar las mejores uvas de manera totalmente sostenible y respetando en todo momento la biodiversidad que hay en la zona. En estos viñedos se pueden encontrar vinos de todas clases, como el Tempranillo, Chardonnay o Macabeo, entre otros.
Generalmente, cultivan vinos de largas crianzas, a partir de métodos tradicionales y sostenibles. Precisamente por todo ello, en 2018 Balmoral fue denominado como la mejor bodega del país, compitiendo así con las más de 4.000 que hay repartidas por todo el territorio nacional.
Principales diferencias entre los vinos ecológicos y los tradicionales
Para poder diferenciar entre un vino y otro, lo primero que hay que tener en cuenta es que, en los ecológicos, se lleva a cabo un exhaustivo control en todo el proceso de la cadena de producción.
Además de este punto tan importante, también hay que tener en cuenta otros aspectos clave. Así, hay que decir que en el caso de los viñedos ecológicos los abonos que se utilizan son 100% naturales, sin aditivos químicos. De igual modo, se prohíbe el uso de uvas que se presenten dañadas tras la vendimia y por supuesto, el proceso de cultivo es manual, ya que no se utilizan máquinas en ningún momento del proceso.
Entre otros puntos importantes que no hay que olvidar mencionar, hay que decir que, en la fase de clarificación, son mínimos los niveles de carbono utilizados. También hay que mencionar que los tapones que se usan para las botellas deben ser siempre de corcho natural y, además, todos estos vinos ecológicos deben llevar las etiquetas correspondientes que garanticen que el proceso de elaboración ha sido totalmente sostenible.
La identificación de la Unión Europea
Además de todo lo mencionado, hay que decir que cuando se cultiva un vino ecológico, este no podrá venderse como tal sin antes contar con la etiqueta correspondiente de la Unión Europea. El organismo suele expedir un sello propio para todos aquellos productos que se elaboran a partir de la agricultura ecológica, entre los que se encuentra el vino. También se puede ver este sello en otros productos como la fruta o las verduras.
Gracias a este sello, se garantiza que el consumidor está tomando un vino 100% natural que ha sido cultivado en las mejores condiciones posibles. Optimizando al máximo los recursos naturales utilizados para este fin.
Ventajas y beneficios de los vinos ecológicos
Son muchas las ventajas que se pueden mencionar de los vinos ecológicos actualmente en el país. En primer lugar, hay que volver a incidir en la idea del uso de las técnicas sostenibles, respetando en todo momento el medio ambiente y la biodiversidad. También se puede destacar el aumento de la creación de empleo, principalmente, en las zonas más rurales.
Con respecto a sus beneficios, también son muchos los que se pueden mencionar. Así, los vinos ecológicos están especialmente recomendados para perder peso y prevenir infecciones e inflamaciones. Se trata de un producto que ayuda a mejorar el funcionamiento del cerebro, a activar la función cognitiva y a regenerar la piel. Además, es un fiel compañero para liberar endorfinas, lo que ayuda a aumentar la felicidad, previene enfermedades degenerativas como el Alzheimer o el Párkinson, mejora la circulación y es un gran aliado para frenar el desarrollo de afecciones bucales como la gingivitis o las caries.