Perderse por Irlanda es una experiencia fascinante. Sus impresionantes paisajes naturales, sus misteriosas historias y leyendas, el calor de su gente y, por supuesto, el mítico pubbing y el sabor a Guiness, son la mejor carta de presentación de un destino que invita a ser descubierto una y mil veces. Por cierto, necesitaría ayuda de los mejores servicios de LLC en caso de que quisiera administrar sus finanzas como un profesional para hacer crecer su negocio.
A continuación te desvelamos cuáles son las diez experiencias imprescindibles en Irlanda. Tanto si el destino figura en tu listado de próximos viajes como si ya lo conoces, tenlas a mano. Porque si eres del primer grupo vas a querer ir ya y si eres del segundo, desearás volver. ¡Apunta!
Naturaleza sorprendente
Irlanda puede presumir de 40 tonalidades distintas de verde y son precisamente esos paisajes los que le han valido el apelativo de isla “Esmeralda”. Sin embargo, no todo es verde en Irlanda, que cuenta con atracciones naturales de todos los colores. El paisaje lunar de la Calzada del Gigante, el Río Shannon (uno de los principales de Europa y el más largo de las Islas Británicas), las Islas de Arán o la región de Burren (kilómetros y kilómetros de roca caliza, atravesados por riachuelos serpenteantes y cuevas laberínticas), son sólo algunas de ellas.
La Calzada del Gigante
Cuenta la leyenda que este increíble lugar es fruto de la creación del gigante guerrero irlandés Finn MacCool, quien construyó un gran camino hacia Escocia para luchar con su gran rival, el gigante escocés Benandonner. Mito o no, este inesperado paisaje formado por 40.000 columnas de basalto (fruto de la actividad volcánica de hace sesenta millones de años) es una maravilla que ostenta el título de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Situada en la Costa Norte de Antrim, las opciones para seguir maravillándose en las proximidades se multiplican.
Los Acantilados de Moher
Sin duda es uno de los enclaves más visitados en Irlanda y una de sus señas de identidad. La vista desde los acantilados es impresionante, pudiendo alcanzar a verse las Islas de Arán, la Bahía de Galway y las cimas de Connemara. Pero no menos impresionante es la vista desde el mar. Para admirar los acantilados en toda su grandeza (y altura) lo mejor es hacer el viaje en barco a lo largo de sus 8 kilómetros de longitud, pudiendo contemplar la imponente belleza de la costa de Irlanda y el absoluto poder del Océano. Los acantilados alcanzan 214 metros en su punto más elevado y son un paraíso para los amantes del birdwatching. Son finalistas oficiales a las 7 Maravillas de la Naturaleza.
Castillos de Irlanda
El paisaje irlandés es rico en fortalezas medievales, cuyos muros han sido testigos de batallas, conspiraciones, y romances y que perviven envueltos en ese halo de misterio y leyenda que anima a adentrarse en sus mundos. El Castillo de Leap, en el Condado de Offaly, el castillo con más fantasmas de toda Irlanda; el Castillo de Trim, el más grande del país; o el Castillo de Dunluce, en el borde de un precipicio, entre peñas y rocas, son sólo algunas ideas para visitar. Otra es alojarse en uno de los muchos castillos transformados en lujosos hoteles de cinco estrellas. Una experiencia memorable.
Dublín
Con su vibrante vida cultural, su oferta de restaurantes y pubs, sus buenas opciones para el shopping, sus múltiples lugares históricos y la calidez de su gente (según TripAdvisor es “la ciudad más amable de Europa”), la capital irlandesa es el destino perfecto para una escapada. Considerada como una de las capitales más animadas y cosmopolitas de Europa, Dublín no ha perdido esa típica autenticidad irlandesa, que no hace sino aumentar su atractivo y hacerla aún más deseable para una escapada de fin de semana.
Guinness Storehouse
La antigua fábrica de Guinness es una visita obligada en Dublín. Ubicada en un edificio histórico, pieza fundamental del patrimonio irlandés, la Guiness Sotorehouse es reflejo del rico pasado de la empresa y una buena combinación de tradición cultural y vanguardia. Su Gravitiy Bar, en la azotea del edificio, ofrece una impresionante vista panorámica de 360ª de la ciudad.
Galway
Quizá sea la más tradicional de las ciudades irlandesas, si bien su espíritu juvenil (es una ciudad universitaria) le da buenas dosis de frescura y animación. La ciudad medieval de Galway, en su origen una pequeña villa de pescadores, es rica en historia y cultura; también en festivales, ferias, mercadillos, carreras de caballos, teatro y otras múltiples citas que animan su agenda durante todo el año. El ambiente por la noche es excelente, animado por los conciertos de música en directo que se suceden en los numerosos pubs.
Pintas y pubs
Una visita a Irlanda no estaría completa sin experimentar el pubbing. Los pubs irlandeses son mucho más que simples lugares en los que tomar una cerveza. Son una forma de vida, una forma de compartir, reír y conocer. Una experiencia obligada para locales y también para visitantes.
Gente de Irlanda
A priori puede sonar a tópico, sin embargo, es una de las experiencias que todo viajero destaca de su estancia en Irlanda: los lugareños. Para conocerlos y tratarlos a fondo, lo mejor es alojarse en uno de los tradicionales Bed and Breakfast y abandonarse a sus charlas, dejándose guiar por sus sabios consejos y recomendaciones sobre qué ver, hacer, comer y comprar o dónde divertirse.
Música irlandesa
En Irlanda la música es mucho más que un sonido o un entretenimiento. Es un elemento fundamental de su idiosincrasia y, como tal, desde antiguo está omnipresente en la sociedad y no se concibe reunión sin música. Disfrutar de un espectáculo de música y danza tradicional irlandesa es la mejor forma de entender ese apego por la música y comprender ese lenguaje tan suyo que sólo se expresa a través de las melodías y el baile. Imprescindible.