Islandia, el país europeo caracterizado por sus bellos paisajes, atrae cada año a más turistas debido a sus característicos fenómenos naturales como son los volcanes, los glaciares, las cataratas, los géiseres o los icebergs. De estos últimos, uno de los más atractivos e importantes es el glaciar Vatnajökull, el más grande de Europa.
Por ello, en una visita a Islandia es imprescindible acercarse a contemplar la impresionante magnitud y belleza de este glaciar. Está situado en el sureste del país y se encuentra modelando un parque de conservación repleto de maravillas naturales al que también da nombre.
El glaciar Vatnajökull llega a alcanzar los 1.000 metros de espesor en su parte más gruesa y los 2.110 metros de altura, lo que implica que ocupe el 8% de la superficie de Islandia. Se trata de una de las rutas con más encanto del país, que combina el paisaje ártico del glaciar con la presencia de la actividad volcánica que hay bajo el hielo, cubriendo varios volcanes activos.
Sin duda, se trata de una experiencia única de contacto con la naturaleza. Acercarse hasta el glaciar Vatnajökull es encontrar un fantástico espectáculo donde poder contemplar las cumbres montañosas, las mesetas onduladas de hielo, los valles y las cavernas que el hielo y el agua han ido creando.