Agua; este es sin duda el elemento que mejor define a la hermosa ciudad de Vancouver. No solo porque el agua está en todas partes; el mar entra y sale a modo de rías convirtiendo a esta ciudad en innumerables penínsulas llenas de recovecos acuáticos, sino también por la humedad y por la lluvia que cae insistentemente del cielo, al menos nueve meses al año. Es el “chirimiri” o “calabobo”, como se prefiera, que no moja pero empapa y que al mismo tiempo convierte a esta ciudad en un jardín fértil y frondoso.
Vancouver esta a tan solo 45 minutos de los Estados Unidos y de hecho el sur de esta Área Metropolitana linda con el Estado de Washington. Es sin duda la ciudad más dinámica de Canadá y también, según dicen, la de mayor coste de vida de América del Norte. Supongo que todo depende porque lo que es realmente caro es la vivienda, tanto si se habla de alquileres como de compra. Así que aspirar a una casa con jardín junto a la playa de Kitsilano, o en la zona de la Universidad, o un simple apartamento en el Downtown, es un sueño dorado al alcance solo de los afortunados. Pero, en este caso, nuestro propósito es menos ambicioso nos bastará con hacer nuestra solicitud Canada eta, buscar algún vuelo para los días de nuestra visita a Vancouver y el alojamiento que se ajuste a nuestro bolsillo para descubrir la que es, sin duda, la ciudad más bonita de Canadá.
Decíamos que el agua es el elemento que define Vancouver pero hay que destacar también los jardines y parques. El color verde es una constante tanto en los denominados “patios” de las casas particulares, como en las zonas infantiles llenas de columpios, toboganes y demás juegos para niños. Destaca entre todos estos parques el Stanley Park, situado en una península donde también se encuentra el Acuario de Vancouver que es uno de los mejores del mundo.
El agua siempre presente y, más en concreto en verano, cuando las temperaturas permiten e invitan a disfrutar del baño en algunas de las innumerables playas del centro y alrededores de la ciudad. English Bay es la playa más famosa, tal vez porque se encuentra en pleno corazón de Vancouver, pero hay otras como Jericho Beach, Spanish Banks, Wrech Beach o Kitsilano Beach, que en cualquier día soleado se ven prácticamente invadidas por los habitantes de la metrópoli.
Vancouver ofrece al visitante ocasional sus históricos barrios, frondosos jatdines y sus bellísimos parques naturales. Una corta travesía en transbordador lleva al famoso Pacific Rim National Park, en la isla de Vancouver, es el centro de observación de ballenas de Canadá.
Aquí se mezcla lo absolutamente extravagante con lo “vintage” pasando por el minimalismo de la decoración japonesa. Gastown es desde luego un pequeño lujo en Vancouver presidido por la estatua de Gassy Jack, situado en la esquina de las calles Water y Carrall, y del único reloj de vapor que hay en el mundo que se encuentra en la confluencia de Water y Cambie en pleno funcionamiento.
Pero también fue aquí donde se desarrollaron las campañas históricas en pro de la legalización de la marihuana en la ciudad y los enfrentamientos entre los hippys y la policía en la década de los setenta del pasado siglo XX que se han convertido en leyenda. Está claro que fue aquí donde ha surgido una buena parte de la historia de Vancouver, y por ello, en 2009 el barrio de Gastown fue declarado Patrimonio Histórico de Canadá.
