La Plaza de Toros de Almadén fue construida en 1752 y es uno de los primeros edificios construidos expresamente para la fiesta de los toros. No solo en España, sino en el mundo.
Se trata de un edificio de forma hexagonal que alberga un coso taurino de notables proporciones. Además, está rodeado por dos galerías, cuya parte exterior fue concebida inicialmente como viviendas. Esto ocurrió en una época en la que la explotación de las minas de azogue requerían por orden de la corona española una laboriosa intensidad.
Situada en su día en el camino principal de entrada a la ciudad, hoy ocupa un lugar de preferencia en el entorno urbano. Fue declarada Monumento Histórico Artístico Nacional por Real Decreto en 1979. Sin embargo, durante años el edificio vino deteriorándose por el uso hasta su casi total abandono. En 1998 se inició una cuidada restauración del inmueble que concluyó en el año 2003.
Una iniciativa social del siglo XVIII
Esta “Plaza Nueva”, como se le conoció en su día, fue el centro social y festivo de Almadén durante siglos. Su construcción se debió a la iniciativa del entonces Intendente de las Minas con el propósito de resolver el problema social de la vivienda para los mineros. Asimismo, buscaba fundar y sostener con el beneficio de las corridas de toros el Real Hospital de Mineros de San Rafael.
Este carácter social y benéfico permitió que, cuando Fernando VI dictó una cédula prohibiendo la fiesta de toros en todo el reino, la plaza de Almadén tuviera autorización a las celebraciones.
Años después, la Plaza de Toros de Almadén ha recuperado de nuevo su vitalidad y su destino tras permanecer cerrada durante muchos años de desamparo, dejación y casi ruina.
El inmueble, reconstruido con exquisito detalle, es un reflejo de cómo se realizaban las obras en las minas en la mitad del siglo XVIII. No en vano tanto los ingenieros en su diseño como los operarios en su construcción fueron mineros. Esta cualidad se aprecia en multitud de detalles y soluciones constructivas. Un claro ejemplo es la distribución de los muros y las cargas o el la utilización del ladrillo y la forja como elementos imprescindibles.
Más sobre la Plaza de toros
La Plaza de toros de Almadén ofrece un hotel. Se trata de un conjunto de veintitrés habitaciones dobles con unas instalaciones a satisfacción de los clientes más exigentes. Con una cuidada decoración, incluye gran cantidad de comodidades como salas de estar o salones de celebración.
Por su parte, el restaurante situado en la misma plaza de toros ofrece una gastronomía de primer nivel y la organización de celebraciones tan singulares como su propio marco.
La estancia en Almadén permite el acercamiento a dos mil años ininterrumpidos de explotación de las minas de azogue (mercurio), el museo instalado en el Real Hospital de Mineros de San Rafael o la antigua cárcel de forzados. La riqueza de los atractivos que la naturaleza brinda en la comarca y sus monumentos históricos justifican una visita que bien merece la pena, en la que el senderismo, las rutas ecuestres y otras muchas actividades al aire libre encuentran su mejor acomodo.
Desde revistaiberica.com esperamos que el artículo haya sido de vuestro interés y os animamos a dejar vuestras opiniones en los comentarios de nuestra página web.